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Putin aseguró a las mamás de soldados enviados a Ucrania que “comparte el dolor” de las que perdieron a sus hijos
Las madres y esposas de los soldados le habían pedido al presidente Putin que cumpliera sus promesas de proteger a los militares enviados a combatir en Ucrania.
Después de que se cumplieran diez meses desde el inicio de la guerra en Ucrania las cifras siguen cambiando, sobre todo cuando no es precisa la información sobre cuántos son los civiles y soldados fallecidos. No hay registro oficial hasta el momento y las aproximaciones dependen de los propios gobiernos implicados.
Hace un par de semanas, el general de más alto rango de Estados Unidos, Mark Milley, ofreció una cifra cercana hasta esa fecha de los soldados que pudieron haber fallecido o resultado heridos en combate, refiriéndose a 100.000 militares ucranianos y 100.000 militares rusos. El jefe del Estado Mayor Conjunto de EE. UU., también aseguró que alrededor de 40.000 civiles habían muerto en el conflicto.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, sostuvo hoy viernes una reunión con las madres de los soldados que fueron enviados a Ucrania con las que “compartió el dolor” de las que perdieron a sus hijos. El jefe de estado les pidió no creer en “las mentiras” sobre la ofensiva militar.
“La vida es más compleja que lo que vemos en la televisión o en internet (...), hay muchas mentiras”, declaró Putin frente a las madres. “Esto siempre ha sido así, pero teniendo en cuenta las tecnologías modernas, se ha hecho aún más notorio y efectivo”, añadió.
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“Quiero que sepan que yo, personalmente, y todos los dirigentes del país compartimos el dolor. Sabemos que nada puede reemplazar la pérdida de un hijo”, declaró Putin. “La vida es más compleja que lo que vemos en la televisión o en internet (...), hay muchas mentiras” dijo.
Esta reunión se da después de que madres y esposas de soldados rusos le exigieran al presidente Putin que cumpla su promesa, refiriéndose al compromiso que mostró el Kremlin en septiembre de que los centenares de miles de efectivos enviados a Ucrania serían entrenados, recibirían equipos apropiados y no serían enviados a primera línea.
Los resultados de esas operaciones arrojaron informaciones diferentes: hubo soldados que han muerto en el frente, se han reclutado hombres no aptos como padres de familia y personas de edad avanzada que incluso no han recibido formación militar y los equipos adecuados escasean.
“Vladimir Vladimirovich, ¡responde a nuestras preguntas!”, dice una de las mujeres que quiere asegurarse de que su hijo, de 20 años, no será enviado ilegalmente al frente o a la frontera con Rusia, su nombre es Olga Tsukanova y se trasladó a Moscú desde Samara, una localidad a 900 kilómetros de la capital para que pueda preguntarle en la reunión al presidente sobre la muerte de los soldados.
Esa preocupación, que podría derivar en descontento social, ha puesto al Kremlin en una posición delicada: aunque las autoridades reprimen de forma implacable cualquier cuestionamiento de la ofensiva en Ucrania, la voz de las esposas de los soldados es sagrada y si fueran encarceladas, el impacto en la sociedad sería notable.
Siguen subiendo las cifras y la guerra continúa
Tres personas murieron a principios de esta semana en explosiones en dos pueblos de la región rusa de Belgorod, fronteriza con Ucrania, anunció este martes el gobernador de este territorio regularmente atacado.
El gobernador, Viacheslav Gladkov, informó que una mujer murió después de sufrir un traumatismo craneal durante un bombardeo en Shebekino, una ciudad situada a 8 km de la frontera ucraniana, en el sur de la región de Belgorod.
Un hombre y una mujer murieron en la explosión “de un tipo no identificado de munición” en la ciudad de Starosel, también fronteriza con Ucrania y donde rige un estado de emergencia desde el 27 de octubre, según el gobernador.
*Con información de AFP.