Mundo
¿Putin, contra las cuerdas? Nuevos ataques ucranianos se trasladan a Rusia y golpean la capital
El fin de semana el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, dijo que la guerra de Putin se estaba trasladando a Rusia.
Desde que comenzó lo que el presidente, Vladimir Putin, continúa llamado una “operación militar especial”, diferentes partes de Ucrania han sido blanco de ataques y llevado a evacuaciones masivas. Sin embargo, en junio, cambios en el panorama empezaron a tomar lugar cuando el Grupo Wagner desafió al mandatario ruso y luego se presentaron ataques atribuidos a Ucrania.
Uno de los más recientes se presentó en las últimas horas cuando drones, presuntamente de Ucrania, atacaron Moscú y el Mar Negro, siendo neutralizados, según informó Rusia. Sin embargo, ese país reconoció que uno de los artefactos golpeó una edificación del barrio de negocios.
Kiev ha incrementado su ofensiva con aeronaves no tripuladas en territorio ruso en las últimas semanas, en el marco de una contraofensiva en el este y el sur de Ucrania, zonas ocupadas por el ejército de Putin. No mucho después de esa nueva fase por recuperar áreas perdidas, el jefe del Kremlin desestimó los intentos.
“Nos despertamos en estado de shock”
Luego del ataque nocturno con drones, el Ministerio de Defensa ruso denunció un acto “terrorista”, a pesar de que Rusia lanza sus propios drones a diario contra ciudades ucranianas. En Moscú, según esa misma oficina, un dron fue neutralizado por un sistema de interferencia y se estrelló, sin causar víctimas.
Lo más leído
“Uno repercutió en la misma torre” que resultó dañada durante el fin de semana, dijo el alcalde Serguéi Sobianin en Telegram.
“Después del primer ataque, todo el mundo se decía: ‘no golpearán el mismo lugar dos veces’, pero esta mañana nos despertamos en estado de shock (...) No estoy segura de si me voy a mudar, pero creo que sí”, confesó una residente del barrio, Anastasia Berseneva, de 26 años, a quien la despertó la detonación.
¿Cómo avanza la contraofensiva?
Los ataques a la capital rusa y sus alrededores se han multiplicado desde comienzos de 2023 y en mayo uno de estos alcanzó el Kremlin. También hubo varios ataques contra la península de Crimea, anexionada en 2014 por Rusia, que afectaron a puentes clave para el suministro de las fuerzas rusas que luchan contra Ucrania.
El presidente ucraniano Volodímir Zelenski dijo el domingo que “la guerra está volviendo al territorio de Rusia, a sus centros simbólicos y bases militares, y este es un proceso inevitable, natural y absolutamente justo”. El mandatario agregó que su nación “se está volviendo más fuerte”.
En la región rusa de Belgorod, el gobernador dijo que la zona volvía a estar bajo fuego de artillería. La agresión en esa área forma parte de la contraofensiva lanzada en junio por las tropas de Zelenski, bajo el apoyo de Occidente.
No obstante, los avances por el momento van a ‘paso lento’ porque el ejército de Kiev se enfrenta a líneas defensivas rusas, formadas por trincheras, trampas antitanque y campos de minas.
El presidente ruso, Vladimir Putin, asegura frecuentemente que el plan de sus adversarios es un ‘fracaso’. El mandatario se enfrentó recientemente a una rebelión armada sin precedentes de las tropas del grupo paramilitar Wagner, dirigido por Yevgeny Prigozhin, contra la jerarquía militar.
El lunes, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú anunció que su país seguía agudizando los bombardeos como represalia a los ataques que atribuyó a sus adversarios. En la madrugada del lunes, Krivói Rog, la ciudad natal del presidente ucraniano, en el centro de la nación, fue blanco de dos misiles.
Uno de estos afectó buena parte de un edificio y le arrebató la vida a seis personas, entre ellas una niña de 10 años y su madre, además de saldarse con 75 heridos. Este marte Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, también fue atacada por drones rusos.
*Con información de AFP.