Rusia
Putin sigue censurando a la prensa: justicia rusa declara “indeseable” al exiliado canal Dozhd
Fue el principal medio opositor en el país y eso le costó ser marginado por los operadores de cable. El año pasado fue bloqueado por el gobierno de Putin.
La justicia rusa declaró este martes (25 de julio) como “indeseable” al canal de televisión independiente Dozhd (conocido también como TVRain en inglés), que emite desde el extranjero, lo que abre la vía a causas penales contra sus periodistas, suscriptores y donantes.
Dozhd, que significa “lluvia” en ruso, fue creada en 2010, y había sido la principal cadena opositora en Rusia. Sin embargo, su independencia editorial le costó verse marginalizada por los operadores de cable a partir de 2014.
El 1 de marzo de 2022 fue bloqueada, días después de iniciarse la ofensiva rusa en Ucrania, ampliamente condenada por sus periodistas.
En un principio, el canal se instaló en la vecina Letonia, pero en diciembre, el regulador local la bloqueó también acusándola de haber dado muestras de apoyo a Moscú. Una decisión que obligó al equipo a trasladarse a Países Bajos, desde donde emite ahora.
Este martes, la fiscalía rusa justificó su decisión alegando “las violaciones sistemáticas de las leyes sobre medios e información”, y el hecho de que Dozdh emplea a personas declaradas como “agentes del extranjero” en Rusia.
La fiscalía afirmó también que el canal emitió “material de organizaciones extremistas”, entre ellas el Fondo Anticorrupción (FBK), la organización del encarcelado opositor Alexei Navalni.
La decisión significa que los suscriptores y donantes rusos del canal se exponen ahora a acusaciones por lo penal.
En un comunicado en Telegram, Dozhd anunció que pondrá fin a las suscripciones y donaciones desde Rusia, porque una actividad así ahora puede resultar “peligrosa”.
En Rusia, la participación en las actividades de un medio declarado como “indeseable” puede conllevar una pena de hasta cuatro años de cárcel para los periodistas, y de hasta seis años para los organizadores.
Desde el inicio de la campaña militar rusa en Ucrania y la adopción de leyes que prohíben todo discurso crítico, varios medios independientes rusos se han visto obligados a suspender sus actividades o abandonar el país.
A fines de enero, el medio independiente Meduza fue también declarado “indeseable” por la justicia rusa.
“Estamos publicando este texto mientras todavía hay tiempo para que marquemos el comienzo de otro desarrollo histórico: Rusia ha introducido oficialmente la censura estatal. Dentro de unos días, tal vez hoy mismo, es posible que no queden medios independientes en Rusia”, había dicho en un editorial Meduza días antes de ser bloqueado en marzo pasado junto con Radio Svoboda.
En el mismo texto, la publicación denunció las presiones del gobierno para brindar la información al público: “La exigencia de que nos refiramos a la guerra en Ucrania como una ‘operación militar especial’; las cartas pidiendo a los medios que eliminen los informes sobre la guerra; el bloqueo a los sitios web TaigaInfo, Doxa, The Village, TV Rain... estas acciones constituyen censura, simple y llanamente”, explicó.
Como sucedió con el canal Dozhd, Meduza se quedó sin publicidad en Rusia, luego de ser declarado “agente extranjero”. Así mismo, perdió toda posibilidad de cobrarles la tarifa a sus abonados, ya que los bancos rusos se niegan a recibirlas, debido a las amenazas del gobierno si se atreven a hacerlo.
Meduza se estableció en Riga, Letonia, debido a que allí, “ahora mismo, es posible establecer una editorial independiente en ruso, mientras que en Rusia no lo es”, de acuerdo con su editora Galina Timchemko.