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¿Qué pasa si Donald Trump no sale de la Casa Blanca? Historiadores advierten que la Constitución no lo contempla

Los historiadores de ese país dicen que los padres de la patria no se prepararon para un presidente que se aferre al cargo. Donald Trump ha negado su derrota en las elecciones y cada vez hay más incertidumbre por lo que pueda pasar.

22 de noviembre de 2020
Donald Trump se niega a salir de la Casa Blanca. | Foto: AP

El presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump se ha negado a reconocer la victoria del demócrata Joe Biden, quien obtuvo el respaldo de la mayoría de estados en las elecciones de ese país.

Esto ha generado todo tipo de especulaciones y comentarios sobre las posibilidades que tienen los estadounidenses, especialmente los demócratas, legal y políticamente para sacar a Trump de la Casa Blanca de la que se niega salir.

Ante el hecho, historiadores de EE. UU. reconocieron que efectivamente los padres fundadores de la patria no dejaron consignado en la Constitución de ese país cuál sería el paso a seguir si un presidente se niega a entregar el cargo, como lo está haciendo Trump en este momento.

“Los redactores no imaginaron que un presidente se negara a renunciar o discutir lo que debería hacerse en esa situación (...) Obviamente, no hay nada en la Constitución al respecto”, reconoció Sean Wilentz, historiador de Princeton al Washington Post.

“Esta es una contingencia que nadie habría contemplado activamente hasta este otoño”, agregó Jack Rakove, historiador y profesor emérito de la Universidad de Stanford al diario estadounidense.

“En este momento, si todo lo que sus historiadores pueden decir es: ‘Estamos en aguas completamente desconocidas’, ni siquiera sé cómo termina el resto de esa oración”, complementó Jeffrey A. Engel, director fundador del Centro de Historia Presidencial de la Southern Methodist University. Engel, incluso, le pidió a sus investigadores que dejaran de lado sus tareas para enfocarse en buscar información sobre el tema, pero dijo que no encontraron nada.

En la Constitución de ese país solamente dice que el mandato del presidente expira a los cuatro años de ser elegido. Desde la veinteava enmienda se estableció que el periodo debe finalizar el 20 de enero al medio día, fecha en la que Donald Trump le tendría que entregar la Casa Blanca a Joe Biden, que todo indica que se negará.

Algunos ejemplos que encontraron los historiadores de casos similares al de Trump y Biden fue con respecto a las derrotas de candidatos en elecciones, pero ninguno como en este caso. Andrew Jackson en 1824 reclamó, Richard Nixon en 1960 y Al Gore en el 2000. Aunque reconocieron que todos argumentaban razones legales y no pasaban al panorama de no respetar las leyes.

Ante la negativa de Trump de dejar el poder, los demócratas de la campaña de Biden han dicho que si el expresidente se mantiene en su decisión de no salir de la Casa Blanca, ellos como gobierno tienen los derechos de sacarlo. Los historiadores consideran que este argumento apela al sentido común pero no hay ninguna ley que así lo contemple.

Históricamente, Estados Unidos había pensado en panoramas similares. En la convención de 1787, Alexander Hamilton planteó la idea de los presidentes vitalicios, pero la propuesta fue negada por la mayoría.

Así mismo, en ocasiones se discutió sobre la capacidad de un presidente que tiene el control de las fuerzas armadas en caso de que llegue a negarse a entregar el poder, y por eso se ha tenido prevención con la figura del comandante en jefe.

Gouverneur Morris, quien participó en la redacción del preámbulo de la Constitución de ese país, advirtió en ella que si un presidente no se limitaba a su período podría causar consecuencias como una guerra civil. Dice que el que salga victorioso se quedará con el poder.

En el debate que ya se incrementa en los Estados Unidos y a nivel global por su particularidad, los estadounidenses empiezan a hacer sus propias interpretaciones y especulan sobre lo que pueda pasar. Aunque nadie sabe en este momento a ciencia cierta cuál pueda ser el desenlace.

Para los historiadores de ese país, los padres fundadores nunca contemplaron este panorama. Dicen que el contexto de la época suponía que quienes estuvieran a cargo no se atreverían a anteponer sus propios intereses sobre el de toda la nación. Además, que no pensaban que un presidente que irrespeta la legitimidad de la democracia y sus leyes no hubiera sido destituido antes.