ELECCIONES EN ESTADOS UNIDOS
¿Qué pasará si Joe Biden gana las elecciones y Trump no reconoce su derrota?
Desde hace meses, Trump ha sembrado dudas sobre la legitimidad de las elecciones.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo durante la campaña que en caso de perder quería una transición “tranquila” después de los comicios, pero fue ambiguo ya que puso una condición: “Siempre que la elección sea honesta”.
Desde hace meses, sin ningún tipo de pruebas, Trump ha sembrado dudas sobre la legitimidad de las elecciones.
El mandatario republicano ha cuestionado la validez de los votos por correo, algo aceptado en la mayoría de los estados; ha puesto en duda que vaya a aceptar los resultados si pierde frente al demócrata Joe Biden y ha sido vago respecto a cómo se articularía un traspaso de poder.
Tras los comicios del martes, Trump se declaró ganador desde el miércoles en la madrugada y desde entonces reitera denuncias de fraude, sin aportar pruebas, centrándose sobre todo en los votos por correo. Su campaña inició varias demandas para impugnar resultados y pidió un recuento en Wisconsin, donde Biden ganó por solo 20.000 votos.
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“No podemos permitir que nadie amordace a nuestros votantes e invente los resultados”, dijo en una declaración que cadenas televisivas como MSNBC dejaron de transmitir explicando que las afirmaciones son falsas.
¿Qué pasa si se resiste a reconocer una derrota?
Biden manifestó en junio pasado que si Trump se resistía a reconocer su triunfo, estaba “absolutamente convencido de que el Ejército lo escoltará fuera de la Casa Blanca ipso facto”. Sin embargo, es muy improbable que el Ejército intervenga en una situación de Estado como esta.
Este viernes, un portavoz del candidato demócrata dio una respuesta similar. Amenazó con “expulsar” a Donald Trump de la Casa Blanca si el presidente de Estados Unidos se negaba a admitir la derrota, resultado que parece cada vez más probable.
“Los estadounidenses decidirán el resultado de esta elección”, resaltó el viernes el portavoz de Biden, Andrew Bates. “Y las autoridades estadounidenses son perfectamente capaces de expulsar a los intrusos de la Casa Blanca”, agregó.
¿Cómo sería la transición?
El proceso de traspaso de poder es particularmente largo, con un periodo de dos meses y medio entre la elección y la toma de mando.
Después de una campaña marcada por una crispación nunca vista, en medio de una crisis sanitaria, no se sabe cómo se articularía este proceso entre Trump y Biden.
Durante la transición, el equipo que va a ocupar la Casa Blanca, que todavía no tiene las llaves, prepara un vínculo con el gobierno saliente.
Según Martin Anderson, autor de Revolution: The Reagan Legacy (Revolución, el legado de Reagan"), este es un periodo de “caos delicioso”.
El Centro para las Transiciones Presidenciales preparó una lista que sirve como guía para las agencias gubernamentales y que resume esta tarea titánica:
- Llenar las vacantes en la Casa Blanca.
- Preparar cerca de 4.000 nombramientos en puestos clave, de los cuales 1.200 requieren ser confirmados por el Senado.
- Organizar la gestión de más de 100 agencias federales.
- Anticipar los primeros 100 días de mandato.
Joe Biden articuló un equipo específico que, siguiendo la tradición, recauda fondos para funcionar en esta fase y que según el portal Politico espera recaudar siete millones de dólares para conformar un equipo de 350 personas.
La tradición y las tensiones
La ley estipula que el presidente electo debe tener un acceso amplio a lo que necesite durante la transición, pero al final todo depende de la voluntad del gobierno saliente y, en especial, del presidente.
En este punto, a veces las tensiones de la campaña no se difuminan como deberían.
Una anécdota que persiste en Washington es que cuando Bill Clinton entregó el poder a George W. Bush entre finales de 2000 y principios de 2001, la letra “W” había sido dañada o incluso arrancada de varios ordenadores de la Casa Blanca.
En cambio, el traspaso del mando entre George W. Bush y Barack Obama, ocho años después, es citado como ejemplar, pese a las profundas diferencias entre ambos.
Claramente, siempre es más fácil para un presidente que logró sus dos mandatos y que deja el poder sin haber sido derrotado en las urnas.
“Cuando un presidente está planeando una transición al final de un mandato de ocho años, es más fácil empezar a planear bien las cosas con tiempo”, explicó a la AFP Martha Kumar, académica especialista en este proceso.
En la historia reciente, el presidente republicano que ejerció un solo mandato, George H.W. Bush, destacó por su elegancia en la derrota que plasmó en una carta que le dejó al demócrata Bill Clinton.
“Estimado Bill, te deseo mucha felicidad aquí. Yo nunca sentí la soledad que algunos presidentes han descrito”, escribió.
“Yo no soy muy bueno para dar consejos, simplemente no dejes que los críticos te desalienten (...) El éxito de tu gobierno es el éxito de todo el país. De todo corazón, te deseo buena suerte”.
Con información de la AFP.