Estados Unidos
¿Qué tan probable es que Donald Trump sea declarado culpable en el juicio político en su contra?
El proceso contra Donald Trump se definirá en los próximos días. Los demócratas piden la presencia del expresidente en el Congreso, pero todo indica que, a pesar de las evidencias, el magnate se saldrá con la suya.
Pasan los días, aunque el nombre de Donald Trump sigue en primera plana. Cuando el 20 de enero Joe Biden se posesionó como presidente, muchos dejaron atrás el tormentoso periodo del magnate en la Casa Blanca. No obstante, los demócratas quieren asegurarse de no cruzarse con él nunca más. El juicio contra Trump llega a sus horas definitivas, pero muchos creen que el proceso caerá en saco roto.
Antes del comienzo del juicio en el Senado el 9 de febrero, los legisladores demócratas fueron claros: Donald Trump fue “singularmente responsable” del asalto al Capitolio y su absolución podría dañar la democracia del país.
La Cámara de Representantes votó contra Trump por incitar a sus seguidores a tomarse el edificio del Congreso cuando afirmó que le habían robado las elecciones y que tenían que marchar hacia el Capitolio y mostrar “fuerza”. “Si provocar un motín insurreccional contra el Congreso después de perder una elección no es un delito imputable, es difícil imaginar cuál sería”, afirmaron los parlamentarios.
El expresidente tiene defensa. Culminó su mandato el 20 de enero antes del comienzo del juicio político en el Senado, cuestión que defienden sus abogados, Bruce Castor y David Schoen. Según ellos, el proceso “es discutible y por ello nulo, ya que el 45.º presidente no puede ser destituido de una oficina que ya no ocupa”. Y, sobre todo, afirman que el discurso y la reiterada negativa de Trump de aceptar la derrota están protegidos por la libertad de expresión. Castor y Schoen, contratados por el exmandatario expresamente para este proceso, aseguran: “El presidente ejerció su derecho de la primera enmienda de la Constitución para expresar su creencia de que los resultados eran sospechosos”.
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El legislador demócrata Adam Schiff, líder en el primer juicio contra Trump, afirma que “no existe una defensa de la primera enmienda para ignorar y violar un derecho constitucional”, y los demócratas negaron que no pueda ser juzgado porque ya no está en el cargo.
Los legisladores le pidieron al expresidente que testifique. El congresista demócrata Jamie Raskin le dijo: “Lo invito a entregarnos un testimonio bajo juramento, ya sea antes o durante el proceso en el Senado, en relación con su conducta el 6 de enero de 2021”. Propone que Trump dé la cara entre el 8 y el 11 de febrero. Él tiene pocas excusas para evitar testificar, ya que no puede decir que está muy ocupado, como lo hizo cuando todavía era presidente en 2020. Si se niega, los fiscales podrían citar esta actitud como evidencia de su culpabilidad. Al cierre de esta edición, todo indica que Trump no accederá a la solicitud.
Mientras tanto, la disputa entre las republicanas Marjorie Taylor Greene, defensora de las teorías conspirativas que favorecen a Trump, y Liz Cheney, quien aprueba el juicio contra él, pone a los republicanos en una encrucijada. El partido ha protegido al expresidente a capa y espada, y eso es lo que hace pensar que el proceso contra el magnate no irá a ninguna parte. Pero con figuras tan polarizadas dentro de los republicanos, como no se veía desde hace tiempo, la esperanza demócrata de encontrar aliados en el partido rival, y así terminar de una vez por todas con el fantasma de Trump, se mantiene viva.