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¿Quién fue Stockton Rush? CEO de OceanGate, que murió en el submarino Titán en la expedición al Titanic
Los restos de la nave revelarían que esta habría implosionado.
Sobre el medio día de este jueves 22 de junio se confirmó que los cinco pasajeros a bordo del sumergible desaparecido el domingo, cuando efectuaban un viaje turístico al pecio del Titanic en el Atlántico Norte, perdieron la vida tras la implosión la nave, según los restos encontrados por los equipos de rescate.
Vale la pena destacar que a bordo viajaban el millonario británico Hamish Harding, presidente de la compañía Action Aviation; el paquistaní Shahzada Dawood, vicepresidente de Engro, y su hijo Suleman -ambos también con nacionalidad británica-; el experto buceador francés Paul-Henri Nargeolet; y Stockton Rush, director general de OceanGate Expeditions, la compañía que fabricó y operaba el sumergible, y que cobraba 250.000 dólares por turista.
Ahora bien, La quinta persona a bordo, Rush, el director estadounidense de OceanGate Expeditions, organizadora del viaje y que él mismo fundó en 2009. La empresa del hombre descrito por la revista Smithsonian como “inventor temerario”, comenzó a llevar clientes a ver los restos del Titanic a bordo de su sumergible especialmente construido para ello en 2021.
Asimismo Rush dijo que la visita al naufragio formaba parte de una estrategia de marketing mientras intentaba desarrollar innovaciones para naves sumergibles. Según el sitio web de su empresa, el estadounidense comenzó su carrera en 1981 como el piloto de transporte a reacción más joven del mundo, con 19 años.
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En 1984, se convirtió en ingeniero de pruebas de vuelo en aviones de combate F-15 para McDonnell Douglas. Pero en los últimos 20 años se embarcó en varias empresas tecnológicas relacionadas con el océano, entre ellas BlueView Technologies, que fabrica pequeños sistemas de sonda de alta frecuencia.
Revelan cómo pudo haber sido la posible implosión de ‘Titán’, el submarino perdido en expedición hacia el Titanic
Si bien los restos de la nave revelarían que esta habría implosionado, de momento se desconoce la causa exacta de dicho acontecimiento; sin embargo, el primer indicio es que la presión del agua por la profundidad de la inmersión del submarino haya originado el trágico suceso.
Partiendo de esta premisa, la presión del agua habría superado la resistencia de la coraza del submarino, por lo que la estructura de este casco se habría deformado hasta generar alguna fuga en cualquier parte de su superficie, lo que termina siendo fatal.
Vale la pena destacar que los restos del Titanic se encuentran a 3.8 kilómetros de profundidad. Esto genera una presión sobre los cuerpos u objetos de unos 400 kilos por cada centímetro cuadrado. Si el Titán no era capaz de soportar esta presión, terminaría implosionando indefectiblemente al fondo del Atlántico.
Seguridad
En los últimos días, salió a la luz un informe sobre las posibles deficiencias de seguridad de la nave.
El exdirector de operaciones marinas de OceanGate Expeditions, David Lochridge, despedido por haber cuestionado la seguridad del Titán, mencionó en una demanda judicial el “diseño experimental y no probado” del sumergible.
Según Lochridge, una parte de la sección delantera del aparato fue concebida para resistir la presión a 1.300 metros de profundidad y no a 4.000 metros.
Interrogantes
“Existen muchos interrogantes sobre cómo, por qué y cuándo ocurrió” el accidente del sumergible, dijo Mauger, quien señaló que las investigaciones prosiguen.
En un tiempo récord, los rescatistas pusieron en pie una “compleja” operación en la que participaron barcos y aviones de varios países, entre ellos Canadá, Estados Unidos, Francia, así como de empresas privadas, y vehículos de control remoto (ROV, por sus siglas en inglés).
Las comunicaciones del batiscafo con el barco nodriza Polar Prince, de la compañía canadiense Horizon Maritime, se perdieron el domingo 1 hora y 45 minutos después de iniciar una inmersión que debía durar unas siete horas en las frías aguas del Atlántico Norte.
La detección de ruidos bajo el agua en la zona de búsqueda el martes por la noche y miércoles por la mañana reavivó la esperanza de encontrar al sumergible y centró la búsqueda de los barcos y aviones que participaban en el dispositivo cerca del pecio del Titanic.
El transatlántico naufragó en 1912 tras chocar con un iceberg en su viaje inaugural entre Inglaterra y Nueva York, con 2.224 personas a bordo de las que 1.500 murieron.
Sus restos, que yacen a casi 4.000 metros de profundidad y a 600 kms de tierra firme, se convirtieron, desde que fueron descubiertos en 1985, en lugar de ensoñación para aventureros y ricos turistas intrépidos.
*Con información de AFP.