Kamala Harris
Kamala Harris | Foto: AP - Alex Brandon -

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“Quiero escucharlos”, dice vicepresidenta de EE. UU. a líderes comunitarios de Guatemala

El enfoque del Gobierno estadounidense frente a la migración irregular será “amplio”, pero sobre todo “basado en el lugar”.

28 de abril de 2021

La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, se reunió el martes con líderes comunitarios de Guatemala decidida a poner a la población guatemalteca en el centro de las soluciones a las causas que impulsan la migración irregular a Estados Unidos.

“Quiero escucharlos. Quiero saber de su trabajo”, les dijo a una docena de representantes de grupos de base de Guatemala durante una cita por videoconferencia.

Harris, a quien el presidente Joe Biden encomendó atender la creciente llegada de migrantes del Triángulo Norte centraoamericano a la frontera entre Estados Unidos y México, dijo que el enfoque del gobierno estadounidense será “amplio” pero sobre todo “basado en el lugar”, según AFP.

“Estamos construyendo una estrategia integral” para abordar los “factores agudos” que hacen que la gente “deje ahora mismo” su casa: la violencia, la corrupción, la pobreza, la falta de oportunidades económicas, el impacto del cambio climático, señaló.

“La razón por la que quería estar con ustedes y saber de ustedes”, agregó, “es que conocen a las personas que están detrás de las estadísticas (...) Creo que pueden ayudarme a identificar a las comunidades que más necesitan apoyo”, incluidas las mujeres, los afrodescendientes, los indígenas y las personas LGBTQ.

Harris dijo que espera poder reunirse en persona con estos líderes comunitarios en junio, cuando proyecta viajar a Guatemala.

Parte de mi visión “es reconocer que todos somos vecinos”, y “debemos abordar este problema como vecinos”, dijo la vicepresidenta al concluir.

El encuentro del martes, organizado por la embajada estadounidense en la capital guatemalteca, tuvo lugar un día después de que Harris anunciara ayuda humanitaria adicional de Estados Unidos a Centroamérica por 310 millones de dólares, durante una reunión virtual con el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei.

“Nuestra asistencia humanitaria atenderá las necesidades inmediatas de personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares en busca de seguridad”, dijo este martes el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, al informar sobre los fondos.

Del total, 255 millones de dólares serán destinados a ayuda humanitaria: 125 millones de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) para asistencia alimentaria de emergencia, 104 millones para la protección de refugiados y solicitantes de asilo, y 26 millones del Departamento de Defensa para brindar servicios esenciales de salud y educación a Guatemala, Honduras y El Salvador.

Además, se destinarán 55 millones de dólares para paliar la inseguridad alimentaria en la región. El Departamento de Agricultura dará 25 millones para fortalecer el sector agrícola guatemalteco y otros 30 millones para ampliar de inmediato el acceso a comidas diarias y alfabetización para niños en Guatemala y Honduras.

Cabe resaltar que la migración centroamericana hacia Estados Unidos es uno de los problemas más difíciles del presidente Joe Biden y podría costarle el control del Senado en las elecciones legislativas del otro año. Los rostros de los niños llegando solos a la frontera con México son hoy el peor escenario para las relaciones públicas de la administración.

A la imagen de Biden tampoco le favorecen las cifras: más de 172.000 migrantes indocumentados fueron detenidos en marzo tratando de cruzar la frontera, un incremento de 71 por ciento en un mes y el más alto en 15 años. Sin duda, los menores de edad, casi 19.000 que habrían cruzado solos hacia Estados Unidos, son los que han dado municiones a los adversarios políticos del demócrata, que hoy llaman a la situación “la crisis de Biden”.

Por otro lado, el gobierno de Biden anunció el martes el lanzamiento de una operación contra redes trasnacionales de tráfico de migrantes. El anuncio se da justo cuando Estados Unidos enfrenta una llegada récord de indocumentados a su frontera con México.