“Rafael Correa es el gran beneficiado del asesinato de Fernando Villavicencio”: Salud Hernández-Mora señala al expresidente ecuatoriano

En medio de duelo que vive Ecuador por el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, a pocos días de la contienda electoral, siguen las reacciones por lo que podría representar su desaparición a tan solo unos días de los comicios.

Desde algunos sectores de la región señalan que uno de los grandes beneficiados con su muerte sería el expresidente ecuatoriano Rafel Correa, un hombre al que había perseguido durante todo su gobierno y lo llevó al punto de solicitar asilo en Perú.

Así lo señala la periodista Salud Hernández-Mora, en su columna de este sábado 12 de agosto, la cual tituló: ‘Una muerte que le viene muy bien a Rafael Correa’.

La columnista señaló: “Debe estar celebrando su muerte. No me atrevo a señalar que fue el cerebro del magnicidio, como aseguró un ex alto cargo ecuatoriano. Pero sí creo que Rafael Correa es el gran beneficiado del asesinato de Fernando Villavicencio”.

Para argumentar la hipótesis que gira sobre su escrito, Salud Hernández-Mora señaló que Correa persiguió al entonces periodista y activista “con tal ferocidad”, que lo llevó a pedir asilo político en Perú hasta 2017. Sin embargo, cuando regresó al país volvieron las advertencias.

“ ’Eres un cobarde sinvergüenza. Pronto se te acabará la fiesta’, escribió el expresidente corrupto, prófugo de la justicia, en noviembre de 2022″, señaló Hernández-Mora en su columna, y aseguró que Correa “odiaba a muerte al fallecido periodista”.

“Correa no toleraba sus críticas, siempre quiso acabar con él. Por eso, en una ocasión, cuando Villavicencio trabajaba como asesor de un congresista del partido indígena Pachakutik, le mandó una madrugada un equipo de élite de la Policía a allanar su hogar. Tenían la misión de arrebatarle documentos y equipos, y, de paso, amedrentarlo”, señaló.

La periodista señaló en su escrito que “el entonces presidente Correa, que utilizaba todos los resortes del poder a su alcance contra políticos y periodistas que matriculaba de enemigos, no soportaba las innumerables denuncias de Villavicencio. El ahora asesinado revelaba sus actos corruptos, deploraba su autoritarismo y la imposición de mordaza a la prensa”.

También destacó que el fallecido candidato, luego de la detención de Nicolás Petro, hijo del presidente de Colombia, Gustavo Petro, denunció que Raisa Vulgarín, que busca ser asambleísta y que hace parte del correísmo, fue cómplice en el entramado.

“Que, según los chats revelados por SEMANA, recibió el encargo de transportar de Bogotá a Barranquilla una parte de los dineros sucios destinados a la campaña de Gustavo Petro. En uno de ellos, Nicolás le escribió a Day Vásquez: “50 Camilo (Burgos, primo de Nicolás), 50 Raisa (novia de Camilo), 50 Germán y 50 Melissa”, señaló.

Así mismo, en su columna resaltó que “para el próximo domingo había anunciado gravísimas denuncias contra el exvicepresidente de Correa, Jorge Glas, por corrupción en venta de petróleo. Tampoco conviene olvidar que, durante sus lustros en Carondelet, Correa utilizó prácticas mafiosas con opositores para intentar cerrarles la boca. Lo hizo con el carismático opositor Fernando Balda, que también destapaba sus corrupciones. Balda alegó, con pruebas contundentes, que el presidente ordenó su secuestro en Colombia”.

Según señaló Salud Hernández-Mora, no solo correa “ha sido el único feliz con la desaparición de Villavicencio. Álex Saab es otro que lo detestaba”. La columnista explicó que “a Saab le preocupaba sobremanera el riguroso informe de la Comisión de Fiscalización, del Congreso de Ecuador, que Villavicencio lideró sobre los nexos del megaladrón chavista con políticos zurdos de la región”.

“En el llamado “dosier ecuatoriano” demostraba cómo lavaron unos 2.500 millones de dólares cuando gobernaban Correa y su amigo, el dictador Hugo Chávez. Y a Iván Duque le entregó un documento sobre las relaciones de Saab con Piedad Córdoba. Pese a que la senadora petrista lo insultó y amenazó, no creo que tenga poder ni para mandar matar un zancudo”, sentenció la columnista.