Cuba
Raúl Castro ratifica su renuncia a la jefatura del Partido Comunista de Cuba y propone diálogo con EE. UU.
El hermano de Fidel Castro deja su cargo en el Partido Comunista de Cuba y pone fin a más de seis décadas de su apellido en el poder.
Raúl Castro, primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC), propuso, en lo que sería una de sus últimas apariciones como gobernante de la isla, un diálogo respetuoso con Estados Unidos. Además, reafirmó una decisión que había tomado hace varios meses: dejar su cargo como líder del PCC y, por ende, ceder la máxima posición de poder de Cuba.
“Ratifico desde este congreso del Partido la voluntad de desarrollar un diálogo respetuoso y edificar un nuevo tipo de relación con los Estados Unidos”, sin renunciar “a los principios de la revolución y el socialismo”, dijo en el primer día del octavo congreso del Partido Comunista.
En su último gran discurso, dirigido al nuevo gobierno demócrata de Joe Biden, agregó que no se puede exigir a Cuba renunciar a “la autodeterminación de los pueblos”, un principio de su “política exterior, comprometida con las causas justas” y con “el histórico apoyo a países hermanos”, señaló en referencia a Venezuela, entre otras naciones.
Castro asumió la Presidencia de Cuba en 2008 luego de que su hermano Fidel le cediera el cargo. Fue uno de los coautores, junto al entonces presidente norteamericano Barack Obama, del deshielo entre la isla y Estados Unidos en 2014.
Este acuerdo marcó un precedente y un paso gigantesco hacia el progreso de la isla y de los derechos de los cubanos. A partir de ese momento, las relaciones entre ambas naciones, que se habían roto en 1961, volvieron a funcionar. Pero la alegría duró poco, pues una vez que Obama abandonó la Casa Blanca y le dio paso al republicano Donald Trump, los acuerdos vinieron a pique. Su política xenófoba y anticomunista lo llevó a reforzar el embargo contra la isla.
No obstante, la incertidumbre sigue rondando con respecto al futuro de las relaciones entre ambos países. El actual presidente estadounidense, Joe Biden, prometió retomar los diálogos con Cuba y flexibilizar los bloqueos.
Pero en los más de 100 días que lleva el demócrata en la Casa Blanca ha demostrado que ese tema no es prioridad en su agenda. Mientras Biden se ocupa de otros problemas como la pandemia y la migración, Cuba atraviesa su peor crisis económica en más de 30 años, debido a la ausencia de turistas por la pandemia y la crisis en Venezuela, país encargado de suministrar cantidades importantes de petróleo.
Este viernes, Castro ofreció su Informe Central al Congreso y ratificó su anunciada voluntad de dejar todo cargo de dirección en esa organización, donde, aseguró, permanecerá como simple militante hasta el día de su muerte.
“Concluye mi tarea como primer secretario (...) con la satisfacción de haber cumplido y con la confianza en el futuro de la patria, con la meditada convicción de no aceptar propuestas para mantenerme en los órganos superiores de la organización partidista”, subrayó.
En medio de aplausos de los 300 delegados asistentes a la cita, Castro, próximo a los 90 años, aseguró que nada lo “obliga a esta decisión”. Por lo que aseguró que cree “fervientemente en la fuerza y el valor del ejemplo y en la comprensión de mis compatriotas”.
La salida de Castro marca también la jubilación de otros miembros del partido que fueron parte de los históricos combatientes que ganaron la Revolución en 1959, y que han permanecido hasta ahora en la dirección del PCC.
Su salida debe producirse en este congreso, que dará paso a una nueva generación encabezada por el presidente Miguel Díaz-Canel, de 60 años, quien es presidente de Cuba hace 3 años, luego de que Raúl le cediera el cargo tal como lo hizo Fidel con él en 2008.
Sin duda alguna, los ojos y la esperanza de millones de personas están puestas en Díaz-Canel, pues esperan produzca un cambio en la isla. Pero puede ser un pensamiento un poco ambicioso, pues durante sus tres años en el cargo no se ha visto su mano aún. No obstante, un “logro” que consiguió en lo que lleva de su mandato, fue proporcionar conexión a internet a los habitantes de la isla, aunque los costos son muy elevados y casi nadie puede acceder a ella.
La renuncia de Raúl marcará un precedente en la isla. Luego de seis décadas de los Castro en el poder, Cuba iniciará una nueva era y recibirá una nueva generación de gobernantes entrenados por el castrismo que esperan salvar al país de la crisis económica y política en la que hoy se encuentra.
Con información de la AFP.