Iglesia Católica
Reconocido obispo pidió perdón tras hacer polémicas declaraciones sobre la homosexualidad
El participe de la iglesia había calificado la homosexualidad como “pecado mortal”.
El reconocido obispo español Bernardo Álvarez pidió perdón este 21 de enero por las declaraciones que dio en una entrevista televisada, en la cual calificó la homosexualidad como un “pecado mortal”.
En un comunicado difundido a los medios de comunicación, el obispo Álvarez pidió perdón y dijo: “a cuantos haya podido ofender (...), de manera especial a las personas LGTBI, a quienes expreso mi respeto y consideración”, y lamentó “haber causado dolor”.
Cabe mencionar que los hechos ocurrieron en una entrevista de la televisión regional de las islas Canarias (Atlántico), en la que el hombre textualmente señaló “para que una cosa sea pecado mortal hace falta que la persona sea consciente de que es pecado, que lo haga libremente y que no esté condicionada por nada”.
Estaba hablando de la homosexualidad, por lo que continuó: “a pesar de que saben que está mal, lo hacen, sin ser condicionados por nada. Es como la persona que bebe y cuando bebe hace cualquier disparate. Claro, lo que tiene que hacer es no beber”.
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En la carta de disculpas el obispo señaló que con sus palabras no quería incitar a la discriminación ni comparar la homosexualidad con el alcohol, aunque así hubiese sonado.
Las palabras de Bernardo Álvarez causaron un enorme revuelo social y político; el sindicato CCOO pidió a la Fiscalía que investigue al obispo porque “pueden ser tipificadas como delito de odio”.
Algunas organizaciones LGBTI emprendieron campañas digitales para que el integrante de la iglesia sea destituido. Al cabo de algunas horas, estas ya habían recolectado al rededor de 4.500 firmas.
El Vaticano responde ante acusaciones de pedofilia
Mientras tanto en Roma, tras la investigación que hizo un buffet de abogados sobre pedofilia, el papa Francisco asegura que la Iglesia está cumpliendo “con firme determinación” con el “compromiso de rendir justicia a las víctimas de abusos cometidos por sus miembros” y ha recordado que las últimas reformas del Código de Derecho Canónico que prevé nuevas penas, como la reparación, la indemnización por daños y perjuicios, la privación de toda o parte de la remuneración eclesiástica en los casos de abusos sexuales o encubrimiento.
“La Iglesia, con la ayuda de Dios, está cumpliendo con firme determinación con el compromiso de rendir justicia a las víctimas de abusos por parte de sus miembros, aplicando con particular atención y rigor a la legislación canónica prevista”, ha asegurado el pontífice en una reunión con algunos de los miembros de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el organismo competente en este tipo de delitos.
“Con este propósito he procedido recientemente a actualizar las normas sobre los delitos reservados en la Congregación para la Doctrina de la Fe, con el deseo de hacer más eficaz la acción judicial. Esto solo no puede ser suficiente para frenar el fenómeno, pero es un paso necesario para restaurar la justicia, para reparar el escándalo y enmendar al ofensor”, ha declarado el Papa.
La reforma judicial cambió, desde el pasado 8 de diciembre, la legislación de toda la Iglesia universal implementando un nuevo sistema sancionatorio en casos de pederastia o encubrimiento y haciendo más específicos los pasos que debe seguir la autoridad cuando recibe una denuncia o cuando se entera de comportamientos delictivos por parte de personas que dependen de esa autoridad (clérigos, religiosos o laicos).
*Con información de Europa Press.