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Reducción del trabajo y plantas cerradas: la pandemia sigue rompiendo las cadenas globales de suministro
La inflación en Alemania aumentó a niveles récord y una de las razones es que las cadenas globales de suministro siguen dislocadas. El fabricante de automóviles Opel, por ejemplo, ha tenido que cerrar una planta entera.
Los coches nuevos en Alemania se han encarecido en unos 360 euros, según el experto en automóviles Ferdinand Dudenhöffer, director del Centro de Investigación del Automóvil (CAR) de Duisburgo. La causa es la escasez de semiconductores que afecta cada vez más al sector del automóvil.
“La escasez de oferta de coches provoca un aumento de los precios netos y lleva a una situación en la que, si los precios de lista se mantienen constantes, las concesiones hechas por los vendedores se reducen”, dice Dudenhöffer.
La gravedad de los problemas ya se había puesto de manifiesto en las últimas semanas, cuando varios fabricantes anunciaron jornadas reducidas para sus empleados. Ahora, la filial de Stellantis, Opel, anunció un nuevo golpe: va a detener toda la producción en su planta de Eisenach (Turingia) hasta principios del próximo año debido a la escasez mundial de chips.
La escasez de materias primas y productos intermedios en muchos sectores de la industria está haciendo subir los precios cada vez más. Según una primera estimación de la Oficina Federal de Estadística de Wiesbaden, la inflación en Alemania subió al 4,1 % en septiembre. Es el nivel más alto en casi 30 años.
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Los analistas culpan, por un lado, a los llamados efectos de base - como la reducción temporal del IVA y los bajos precios de la energía durante la crisis del 2020. Pero, por otro lado, la subida de los precios también se debe a la falta de oferta en las cadenas de suministro y a un aumento generalizado de la demanda, ya que la gente está invirtiendo el dinero que no pudo gastar en viajes y similares a causa de la pandemia en bienes de consumo o en equipos de oficina para el hogar.
En la industria del automóvil y de la electrónica escasean sobre todo los semiconductores; en la construcción escasean la madera, el acero y los plásticos, y los precios han subido en consecuencia. Pero los alimentos también experimentan actualmente un importante aumento de precios.
Las distorsiones tras la pandemia desempeñan un papel fundamental: la demanda es alta tras las restricciones y los cierres, y la mayoría de las economías están en alza. Al mismo tiempo, muchas empresas y proveedores han reducido su producción durante la crisis. Además, los trabajos de corta duración o los cierres siguen interrumpiendo la producción en algunas regiones.
Vietnam sale de la cadena de suministro, por el momento
El fabricante de artículos deportivos Adidas, por ejemplo, informó de interrupciones en su producción ante el aumento de las cifras de contagios en Vietnam. La empresa está considerando trasladar temporalmente la producción a otros países. Nike también está sufriendo las medidas antipandemia en las fábricas vietnamitas. Así, la producción tardará varios meses en alcanzar el nivel habitual, dijo el director financiero de Nike, Matt Friend.
Según un portavoz de Puma, toda la industria está ahora afectada por nuevos brotes en Vietnam. Y los posibles compradores del nuevo iPhone 13 de Apple también tienen que prepararse para posibles largos tiempos de espera, ya que algunas partes de la óptica se fabrican en Vietnam.
La incertidumbre de las empresas sobre el suministro de materias primas y materiales es “una amenaza para el crecimiento”, afirmó la directora del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, en el Foro de Bancos Centrales del BCE celebrado el pasado miércoles.
¿Luz al final del túnel?
El jefe de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, expresó su frustración porque los problemas de la cadena de suministro no mejoran. Según sus estimaciones, esta situación se prolongará probablemente hasta el próximo año y mantendrá la inflación en un nivel más alto de lo previsto.
Según recientes encuestas del instituto de estudios económicos Ifo, en septiembre, más del 77 % de las empresas alemanas reportaron cuellos de botella y problemas en la adquisición de productos intermedios y materias primas. Al menos, según el Ifo, la situación de la oferta en el sector de la construcción se ha suavizado un poco. Un primer rayito de esperanza.