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Refugiados ucranianos habrían sido víctimas de robo; esto se sabe del caso
Las tensiones entre Rusia y Ucrania se mantienen, a poco más de un año desde el inicio de la invasión de Putin. Miles de ucranianos tuvieron que dejar sus hogares debido a la guerra.
La policía española arrestó a diez supuestos miembros de una organización que robaba en domicilios de refugiados ucranianos y recuperó dinero y objetos valorados en más de un millón de euros, según informó este viernes 3 de marzo la Guardia Civil.
Los sospechosos “se habían especializado en este tipo de víctimas ya que suelen traer consigo todos sus ahorros y pertenencias de valor”, especificó el organismo policial en un comunicado. Los acusados habrían robado en siete domicilios de ucranianos que huyeron de su país tras la invasión rusa y se instalaron en las provincias de Alicante y Murcia (este), en la costa mediterránea.
La operación recuperó dinero en efectivo y objetos por un valor de 1,25 millones de euros (1,32 millones de dólares), entre los que destacaba una colección filatélica (de sellos y documentos postales) valorada en medio millón de euros, además de joyas, computadoras y tabletas.
Antes de entrar a las casas, los delincuentes estudiaban los movimientos de sus víctimas, realizaban seguimientos y utilizaban sistemas de geolocalización que instalaban en los vehículos de los perjudicados. Siete detenidos son de nacionalidad ucraniana y tres son rusos, aunque la investigación sigue abierta y la Guardia Civil no descarta encontrar nuevas víctimas y realizar más arrestos.
España recibió a más de 160.000 refugiados ucranianos, que obtuvieron el estatus de protección temporal después de tener que buscar nuevas alternativas cuando la guerra tomó su curso más álgido.
Breve encuentro entre Blinken y Lavrov
El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, urgió a su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, a poner fin a la guerra en Ucrania, en un breve encuentro al margen del G20, el primero cara a cara entre los dos desde el inicio de la invasión.
Blinken y Lavrov hablaron al margen de una cumbre de los ministros de Relaciones Exteriores de las 20 mayores economías mundiales, que terminó sin una declaración conjunta por las objeciones de Moscú y Pekín.
“Le dije al ministro (ruso) de Relaciones Exteriores lo que yo y tantos otros hemos dicho la semana pasada en la ONU y lo que tantos ministros de Exteriores dijeron en el G20: ponga fin a esta guerra de agresión, comprométase con una diplomacia que pueda producir una paz justa y duradera”, dijo Blinken a los periodistas.
Su anterior reunión frente a frente tuvo lugar en enero de 2022, unas semanas antes de que Moscú lanzará su ofensiva, el 24 de febrero. Desde entonces, hablaron por teléfono en varias ocasiones, pero sobre otros temas.
La portavoz de la diplomacia rusa, María Zajarova, intentó minimizar el encuentro y dijo a la agencia de noticias RIA Novosti que fue Blinken quien lo inició y que fue breve. Lavrov “habló con él, de pie, como parte de la segunda sesión del G20″, precisó. “No hubo discusión o un verdadero encuentro”.
Ante sus homólogos del G20, el jefe de la diplomacia rusa criticó “el comportamiento de una serie de delegaciones occidentales, que transformaron el trabajo en la agenda del G20 en una farsa”, según la agencia de noticias rusa TASS.
Las discusiones sobre la declaración final del grupo de grandes economías desarrolladas y emergentes no lograron llegar a buen puerto, debido a varias cuestiones, entre ellas la insistencia de Rusia en la investigación del sabotaje del gasoducto Nord Stream el año pasado, dijo Lavrov a la prensa.
Al margen del encuentro, Lavrov también se reunió con el ministro de Relaciones Exteriores chino, Qin Gang, cuyo país mantiene estrechas relaciones con Moscú.
*Con información de AFP.