MUNDO
Reino Unido, primer país en autorizar píldora contra el coronavirus del laboratorio Merck
El Reino Unido contabiliza hasta el momento más de 140.000 fallecidos por coronavirus.
El Reino Unido anunció este jueves que es el primer país del mundo en autorizar el molnupiravir, el tratamiento en comprimidos contra el covid-19 elaborado por el laboratorio estadounidense Merck.
“Hoy es un día histórico para nuestro país, porque el Reino Unido es ahora el primer país del mundo en aprobar un antiviral contra el covid-19 que puede tomarse en casa”, declaró el ministro de Salud Sajid Javid en un comunicado.
“Esto cambiará la situación para los más vulnerables y los inmunodeprimidos, que pronto podrán recibir el revolucionario tratamiento”, agregó.
El molnupiravir fue autorizado por el regulador británico, la MHRA, para las personas que sufren un coronavirus ligero o moderado y presentan al menos un factor de riesgo de desarrollar la enfermedad de manera grave (obesidad, edad superior a 60 años, diabetes o enfermedades cardiacas).
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Los antivirales, como el molnupiravir, actúan reduciendo la capacidad de reproducción del virus, frenando así la enfermedad.
El uso de este fármaco puede ser doble: tanto para evitar que los infectados sufran síntomas graves, como para evitar que los que han estado en contacto estrecho desarrollen la enfermedad.
Si se administra a pacientes en los días posteriores a un test de diagnóstico positivo reduce en un 50 % las posibilidades de hospitalización, según un ensayo clínico realizado por Merck.
El gobierno británico registra uno de los balances más graves del mundo en contagios por la covid-19 y anunció en octubre que había encargado 480.000 tratamientos de molnupiravir.
Reino Unido contabiliza más de 140.000 fallecidos por coronavirus y registra actualmente un aumento de los casos, con unas 1.000 hospitalizaciones al día. Aunque estas cifras son menores a las contabilizadas en los momentos más álgidos de la pandemia, las autoridades temen que la situación sanitaria empeore con la llegada del invierno.
Y es que mientras la pandemia de la covid-19 deja hasta el momento más de 5 millones de personas fallecidas en el mundo, las noticias no son alentadoras a futuro. Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), indicó en días pasados que con el coronavirus aún activo existe “certeza biológica” del hecho de que “en algún momento surgirá otro virus que, simplemente, no podremos contener”.
Desde la Cumbre del G20 en Roma, el director de la OMS agregó que “incluso si luchamos por acabar con esta pandemia, debemos aprender las lecciones que nos está enseñando y prepararnos para la siguiente”. Una enseñanza que según Tedros Adhanomnos debe servir para “detectar y responder rápidamente cuando llegue”.
En días pasados, desde Berlín, el jefe de la OMS también advirtió que el coronavirus se acabará “cuando todo el mundo decida acabar con ella”, ya que actualmente disponemos de “todas las herramientas” necesarias para combatir el virus.
También recordó que “con cerca de 50.000 muertos semanales” en el mundo, “la pandemia está lejos de haberse acabado”.
La OMS se fijó como objetivo que el 40 % de la población de cada país esté vacunada contra la covid-19 antes de finales de año y el 70 % a mediados de 2022.
Lamentó en múltiples ocasiones el acaparamiento de las vacunas por parte de los países ricos: “El objetivo es alcanzable, pero solo si los países y las empresas que controlan el aprovisionamiento traducen sus declaraciones en hechos”, insistió desde la capital alemana.
Como se sabe, el representante de esa organización mundial ha lamentado en diferentes oportunidades la implementación de una tercera dosis cuando inclusive muchos países pobres no han podido acceder ni a la primera.
Hace algunos días, en diálogo con CNN, el director general de la OMS aseguró que la situación le parece “inmoral e injusta”.
“Que algunos países estén dando dosis de refuerzo, sin que se haya dado una sola dosis en África no está bien. Esto tiene que parar y los países deben respetar la moratoria. Por supuesto que hay excepciones. Podría ser usada en personas inmunodeprimidas”, dijo el funcionario. “Pero para el resto es inmoral. injusto y tiene que parar”, agregó.
*Con información de AFP