¿RELEVO O SANCION

Ola de especulaciones tras el reemplazo del mariscal Ogarkov. ¿Un golpe del clan Chernenko?

15 de octubre de 1984

Qué hay tras el remplazo de Nicolai Ogarkov, como jefe del alto Estado Mayor soviético, por Serguei Ajromeyeu? Los responsables moscovitas no lo han explicado. La agencia noticiosa oficial TASS publicó, en efecto, el 6 de septiembre, un breve comunicado en el cual señala que el mariscal Ogarkov había sido "liberado de su cargo de jefe del Estado Mayor y de primer vice-ministro de Defensa" pues se le habían asignado "otras funciones".
¿Se trata de una promoción? En ese caso, responden varios especialistas de la Unión Soviética en Europa, el único puesto que Ogarkov podría ocupar sería el de ministro de Defensa La edad del actual responsable de ese ministerio Mariscal Dimitri Ustinov -75 años- y las declaraciones que habría formulado en el sentido de querer abandonar esa función para dedicarse a la vida del partido, hacen pensar que los responsables del PCUS buscan un sucesor. Pero si Nicolai Ogarkov fuera ese candidato, ¿por qué se vio relevado del cargo de primer vice-ministro de la Defensa? En Europa se piensa que ese "relevo" es, en realidad, una sanción.
¿Chernenko quizo hacerle pagar su apoyo a Yuri Andropov? Es posible, se responde mientras se recuerda que durante las horas cruciales que siguieron la muerte de Brezhnev, los militares -Ogarkov en particular- jugaron un papel determinante en la elección de Andropov contra Chernenko. Nicolai Orgakov había acumulado, por otro lado, durante los siete años pasados a la cabeza del alto Estado Mayor, serios desacuerdos con miembros influyentes del partido y de la jerarquía militar. Esas divergencias no parecen explicarse únicamente por su libertad de expresión sino por sus concepciones consignadas principalmente -señaló el especialista francés Alexander Adler- en un artículo publicado en la revista Kommunist en julio de 1981, en un folleto editado en 1982, y en una entrevista concedida al periódico del ejército soviético en la primavera pasada.
En ellos -y por primera vez desde la muerte de Kruschev- un mariscal soviético afirmó la imposibilidad de evitar, en caso de guerra, la destrucción mutua, relativizó la importancia de los pershing, preconizó el retorno a la mesa de negociaciones con los Estados Unidos y militó en favor de un incremento cualitativo del arsenal soviético. Oficial más que hombre político, Nicolai Orgakov recordó así -según Adler- que la guerra moderna se gana principalmente en los laboratorios y las fábricas y criticó el retraso amontonado por la industria militar de su país en el campo de la electrónica y de la informática.
Estas posiciones, no podían dejar indiferentes a los principales dirigentes del aparato militar-industrial: el ministro de la Defensa Ustinov y Romanov, encargado de las cuestiones de defensa en el partido.
Ogarkov se habría mostrado igualmente reticente a la política de expansión practicada por la Unión Soviética de Afganistán y otras regiones del Tercer Mundo, política preconizada, en particular, por el jefe de las fuerzas terrestres Vassili Petrov.
En occidente, Ogarkov era conocido sobre todo desde el 9 de septiembre pasado cuando explicó a un grupo de periodistas por qué la URSS había derribado, ocho días antes, un avión surcoreano. El militar soviético no logró convencer a los periodistas occidentales pero durante la rueda de prensa mostró, según el corresponsal del diario Le Monde sus capacidades de exposición y su gusto por la precisión técnica, "lo que no es corriente en la URSS".
Los observadores occidentales habían notado las cualidades de ese "militar moderno" desde 1969, cuando hizo parte de la delegación soviética que llevó a cabo, en Helsinki, las conversaciones que desembocaron en el acuerdo Salt I.
Hasta ese momento, Nicolai Ogarkov había ascendido de grado con una regularidad clásica: entrado al ejército rojo en 1938, combatió durante la Segunda Guerra Mundial como oficial encargado de construir fortificaciones. Terminado el conflicto, fue enviado como miembro de varios estados mayores a regiones de extremo oriente. Allí conoció a Yuri Andropov. En 1965 se le atribuyó su primer gran mando: la región militar de la Volga y, tres años después, llegó a Moscú para integrarse al Estado Mayor General. Miembro titular del Comité Central del PC desde 1971, Nicolai Ogarkov fue nombrado, con la llegada de Ustinov al ministerio de Defensa, en 1977, Mariscal, jefe del Estado Mayor y vice primer ministro de Defensa.
Su destitución, si esta hipótesis se confirma, podría obedecer, concluyen otros observadores, a otra razón: el "Clan Chernenko", preocupado por el deterioro de su salud, ha acelerado su ofensiva para asegurar el control del aparato del partido aliándose, esta vez a los militares más conservadores, amigos del nuevo jefe del alto Estado Mayor.