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Coronavirus: la disputa por el fármaco que acorta la recuperación
EE. UU., Alemania y el Reino Unido se habrían asegurado buena parte de la producción de remdesivir. El fabricante se frota las manos.
El medicamento más caro del mundo también está disponible en Alemania desde este 1 de julio: su nombre es zolgensma y es un remedio usado para tratar enfermedades musculares raras en niños pequeños. El costo del tratamiento es de 1,9 millones de euros.
Pero, ¿qué tiene que ver el producto de la farmacéutica suiza Novartis con el posible fármaco contra el coronavirus —remdesivir— de la estadounidense Gilead? Al menos en lo que respecta a la argumentación del precio, ambos usan el mismo patrón.
Por ejemplo, Novartis estima que un tratamiento alternativo sin su medicamento costaría entre 2,5 y 4 millones de euros. Aunque ese costo es de otro nivel frente al remdesivir, el argumento sigue siendo el ahorro que ha logrado el medicamento.
En una carta abierta, el jefe de Gilead, Daniel O‘Day, estima el ahorro en 12.000 dólares por cada paciente de covid-19. El precio ahora negociado con el Gobierno de Estados Unidos de 390 dólares por una dosis de remdesivir y 2.340 dólares por el tratamiento completo con seis unidades, es significativamente más bajo, según O‘Day.
¿Un precio justo?
Esto no sorprende al director de la revista alemana "Medicinal Telegramm", Wolfgang Becker-Brüser. Los precios del tratamiento sin el medicamento serían arbitrarios. "Se trata de dar la impresión de que es un precio justo. Pero posiblemente hubiera sido mucho más alto sin la pandemia y sin la atención pública", señala Becker-Brüser en entrevista de DW.
Consultada por DW, la Asociación Alemana de Empresas Farmacéuticas de Investigación (VFA) no quiso dar una opinión al respecto: "La VFA no comenta los precios de empresas particulares". No obstante, en el pasado, la VFA también enfatizó en la responsabilidad de la industria farmacéutica y abogó por medicamentos y vacunas de bajo costo disponibles para todos.
Un estudio de investigadores británicos citado por el medio alemán Der Spiegel demostró que el precio por dosis de remdesivir debería ser de unos ocho euros. Se sabe que los costos de venta son considerablemente más altos que los costos de producción, porque las empresas invierten grandes sumas de dinero en el desarrollo de un medicamento.
En el caso del remdesivir, Gilead informó de un costo total de alrededor de mil millones de dólares. Una suma que corresponde aproximadamente a la menor contribución que hace la VFA para el desarrollo de un nuevo producto. La farmacéutica estadounidense explicó a DW que las empresas normalmente esperaban invertir entre 1 y 1,6 billones de dólares.
Para el médico y farmacéutico Wolfgang Becker-Brüser estos precios son "de fantasía" y sospecha una clara estrategia detrás de ello: "Si se calculan de esta manera altos costos para desarrollar el medicamento, entonces se pueden cobrar precios más altos".
Por su parte, el experto farmacéutico Alexander Nuyken, de la empresa consultora EY, al ser consultado por DW, señala que los productos exitosos también han cofinanciado esta investigación y el desarrollo fallido de otros productos. "Debe haber un costo agregado por el riesgo de desarrollo hasta su aprobación", comenta Nuyken.
Algunos ya aseguran contingente
En general, el experto Becker-Brüser observa una tendencia hacia medicamentos más caros. "Las cifras de prescripción de nuevos medicamentos patentados siguen siendo las mismas, pero los costos por nuevos medicamentos aumentan". Así era también antes del coronavirus.
Según un informe de la Caja de Salud AOK, las compañías de seguros de salud en Alemania tienen que gastar una parte cada vez mayor de sus presupuestos para medicamentos particularmente caros. Y un fármaco que vale millones como el zolgensma es solo la punta del iceberg.
Sin embargo, la industria farmacéutica había previsto que los precios del Remdesivir eran más altos de lo que ahora se estima. Por ejemplo, el Instituto de Revisión Clínica y Económica de Boston estimó un precio justo de 2.800 dólares. Algunos analistas incluso propusieron el precio de 4.000 dólares.
Según informes de medios, EE. UU. ya aseguró la totalidad de la producción de remdesivir para julio y el 90 % de la producción prevista para agosto y septiembre. También Alemania, según se informó, ya se habría asegurado un contingente: su ministro de Salud, Jens Spahn, espera que la empresa farmacéutica Gilead "suministre a Alemania y Europa un medicamento de este tipo". Gran Bretaña también tiene suficientes reservas, según el gobierno británico.
El dilema de la disputa
Hasta la fecha, remdesivir no ha sido aprobado en ningún país del mundo y la efectividad en el curso de covid-19 aún no se ha investigado lo suficiente. No obstante, junto con la dexametasona, el medicamento sigue siendo el tratamiento más prometedor para un curso más corto de la infección por el SARS-CoV-2. Esta es probablemente una de las razones por las que los países industrializados están mostrando un comportamiento similar. Algo que se veía venir, según Alexander Nuyken de EY: "Esto hace que sea aún más importante que busquemos soluciones conjuntas en alianzas internacionales".
Algo que también se está intentando hacer en varios foros internacionales. Especialmente en lo que respecta a la distribución de una vacuna, se está formando una alianza en torno a la Organización Mundial de la Salud (OMS), especialmente en Europa.
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El problema es el mismo que con el tema del clima: si EE. UU. con su poder en el mercado no es parte del juego, el impacto seguirá siendo limitado. Esto puede verse ahora en el ejemplo de Remdesivir. Becker-Brüser cree que las diferencias entre los países industrializados también ayudan a mejorar la posición negociadora de la industria farmacéutica. "Por supuesto que las compañías están en una posición en la que pueden decir que pueden subir el precio", subraya.
Queda por ver cuánto está explotando Gilead esta posición. La UE está negociando actualmente con la compañía estadounidense para asegurar el suministro de remdesivir a los 27 países de la UE.