MUNDO
Renuncia de trabajadores de salud: la dura crisis que enfrenta Suecia por el coronavirus
La situación es tan crítica que incluso las unidades médicas del Ejército sueco están movilizándose para atender la situación.
Las autoridades de Suecia están en alerta. Esta semana las unidades de cuidado intensivo –UCI– de Estocolmo, la capital de ese país, llegaron a tener una ocupación del 99 %. Es la situación más extrema desde el inicio de la pandemia, cuando ese país –en contravía de las recomendaciones de la OMS y de lo que hicieron muchas otras naciones– decidió evitar las cuarentenas generalizadas y confiar en su ciudadanía para que siguiera medidas voluntarias de distanciamiento.
Y aunque al principio la medida pareció funcionar, los números de contagio que se dispararon con el invierno en el hemisferio norte tienen a Suecia en jaque: después de un verano relativamente controlado, el 8 de diciembre el país registró casi 8.000 casos nuevos en un solo día y en este momento presenta más de 7.500 muertes acumuladas, de las cuales casi 3.000 sucedieron en Estocolmo.
Los números son altísimos para un país con una población de apenas 10 millones de personas.
Sin embargo, todo se vuelve más grave debido a un problema oculto. A pesar de las medidas por aumentar la capacidad de unidades de cuidado intensivo, el país se está quedando sin profesionales de la salud: según una encuesta de TV4, un canal de televisión sueco, en 13 de las 21 regiones del país las renuncias en el sector salud aumentaron hasta en 500 casos en promedio, comparadas con las del año pasado.
Tendencias
De acuerdo con Bloomberg, que entrevistó a una líder gremial de profesionales de la salud en ese país, la situación se da porque el personal, que ya era insuficiente cuando comenzó la pandemia, está tan desesperado por conseguir un tiempo libre que la renuncia es la única salida. La situación es tan crítica que Irene Svenonius, la consejera financiera de la Alcaldía de Estocolmo, en una entrevista con el periódico sueco Dagens Nyheter, dijo el viernes que pasaría las fiestas en su casa y solo con su familia más cercana como medida de aislamiento. “La situación es extremadamente tensa. Hay fatiga, no podemos ignorar eso. Por eso es muy importante conseguir, urgentemente, muchas más personas”.
Sin embargo, conseguir personal capacitado para el manejo de UCI no es una tarea sencilla. El sábado, Finlandia –país vecino de Suecia– envió un mensaje de apoyo en el que se ofrecía a recibir pacientes para colaborar a reducir la ocupación de las UCI suecas. También se conoció que en Estocolmo más de 100 personas de un hospital infantil fueron entrenadas para servir en las unidades especializadas para pacientes covid.
La opción más radical, sin embargo, ya comenzó a ser barajada: según Bloomberg, algunos gobiernos locales han solicitado ayuda a las unidades médicas de las Fuerzas Armadas, pero, de entrada, parece que esto es insuficiente, ya que según dijo en marzo el secretario de prensa de las Fuerzas Armadas de Suecia a Radio Sverige, aunque el Ejército tiene la capacidad de montar hospitales de campaña, no cuenta con el personal para manejar los respiradores ni hacerse cargo de los cuidados de los pacientes.
Entre tanto, las autoridades suecas, aunque aún no plantean la posibilidad de un confinamiento, sí han tomado medidas que parecen drásticas en ese país. A principios de diciembre el primer ministro de Suecia, Stefan Löfven, califico como “sin precedentes” la medida de prohibir las reuniones de más de ocho personas. “Todo lo que quieran hacer, pero que no sea necesario, cancélenlo, pospónganlo”, dijo.