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Ricardo Rosselló, gobernador de Puerto Rico, renunció por las protestas tras sus explosivos chats

El gobernador hizo pública su renuncia en un video que se emitió después de más de una semana de fuertes protestas. La renuncia se hará efectiva el 2 de agosto. La gobernación quedará en manos de Wanda Vázquez, secretaria de Justicia.

Alianza BBC
24 de julio de 2019
| Foto: AP

En un video en el que hizo una defensa de su gestión, Rosselló confirmó la noticia y adelantó que la secretaria de Justicia, Wanda Vázquez, se hará cargo de la gobernación de manera interina.

"Con desprendimiento les anuncio que estaré renunciando al puesto de gobernador, lo cual será efectivo el viernes 2 de agosto de 2019", dijo el gobernador.

"Estos días estaré atendiendo asuntos pendientes que viabilicen transición ordenada", agregó.

Los miles de manifestantes que estaban concentrados a las afueras de la Fortaleza, la residencia oficial, estallaron de júbilo cuando el gobernador confirmó su salida.

Y es que Rosselló dimite luego de más de 11 días de intensas protestas en las que participaron decenas de miles de puertorriqueños aunados bajo el lema "Ricky, renuncia" y encabezados por algunos de los más prominentes artistas de la isla.

La crisis se desató tras la difusión pública de una larga cadena de mensajes privados intercambiados en la plataforma Telegram, en los que Rosselló y su círculo íntimo de colaboradores hacían comentarios misóginos, homofóbicos o insultantes sobre contrincantes políticos, cantantes o periodistas.

En contexto:Crisis en Puerto Rico: así se viven las creativas protestas que piden la renuncia del gobernador Rosselló

También incluían al menos un comentario en tono de burla sobre las víctimas del huracán María que devastó Puerto Rico en 2017 y dejó más de 4.000 víctimas, según un estudio de la Universidad de Harvard.

Cuando en septiembre de 2015 lanzó oficialmente su candidatura a la gobernación, Rosselló invitó a los electores a que le acompañaran a "construir un nuevo Puerto Rico".

La isla atravesaba una situación económica muy difícil, con una deuda muy elevada y unas pobres perspectivas que estaban impulsando a muchos boricuas a emigrar, sobre todo a Miami o Nueva York.

Roselló prometía hacer frente a esta situación y afirmaba que no había una "crisis de la deuda" sino una "crisis de credibilidad" del gobierno. Y él prometía solucionarla con transparencia.

Los votantes le hicieron caso y lo llevaron al Palacio de Santa Catalina, sede del Ejecutivo boricua, en noviembre de 2016.

Pero los escándalos de corrupción y sobre todo la filtración del chat con comentarios ofensivos para muchos, acabaron con su gestión.