Reportan explosión en oficina del presidente electo de Bolivia

Mientras el presidente electo de Bolivia, Luis Arce, asistía a una reunión en su oficina de campaña, un artefacto explosivo estalló en el lugar sin dejar daños ni víctimas.

“Hemos sido víctimas de un atentado de un grupo que ha dejado un ‘cachorro de dinamita’ en la Casa de Campaña (en La Paz), donde estaba reunido nuestro propio presidente electo Luis Arce”, manifestó el vocero del Movimiento al Socialismo (MAS), Sebastián Michel, citado en un comunicado.

“Estamos con mucha preocupación de lo que está pasando”, agregó el vocero del partido de Arce y del expresidente Evo Morales (2006-2019), quien lamentó que “no se brinde la seguridad necesaria” al nuevo mandatario elegido por “la mayoría del pueblo boliviano” el 18 de octubre.

La policía llegó al lugar después de la explosión, causada presuntamente por manifestantes que participaban en un mitin político rival que pasó por la casa de campaña, según el MAS.

Arce, quien fue ministro de Economía de Morales, asumirá el poder el domingo 8 de noviembre. Esta semana, el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Mike Pompeo, lo llamó para felicitarlo por su triunfo en las elecciones y hablar de la agenda bilateral, incluyendo la economía y la crisis de la covid-19.

“El secretario y el presidente electo discutieron las oportunidades para construir la agenda bilateral entre Estados Unidos y Bolivia, incluyendo una mayor cooperación económica y un apoyo de Estados Unidos a los esfuerzos de Bolivia para hacer frente a la covid-19”, indicó el Departamento de Estado en un comunicado.

Frente a la presidenta transitoria de ese país, Jeanine Áñez, la mandataria afirmó que la convivencia democrática “ha avanzado” en Bolivia durante su gestión de un año, antes de entregar el mando a Arce.

“Me voy contenta al ver que la convivencia democrática ha avanzado y está madurando en Bolivia; hay diferencias de ideas, de visiones y de intereses, pero ambos lados saben que el camino para resolver esas diferencias es la democracia”, dijo Áñez en su último mensaje a la población transmitido por televisión.

“Me voy con la alegría de saber que entrego un sistema que respeta el voto popular, que respeta la ley y que respeta la libertad política”, añadió la mandataria, quien asumió el poder el 12 de noviembre de 2019, dos días después de la renuncia del izquierdista Evo Morales en medio de una convulsión social.

Morales (2006-2019), exiliado en Argentina, ha sostenido que Áñez llegó al poder mediante un “golpe de Estado”.

Abogada de 53 años y devota católica, la presidenta entregará el mando el domingo a Arce, el delfín de Morales y ganador de las elecciones del 18 de octubre. Esos comicios sustituyeron a los de 2019, ganados oficialmente por el mandatario indígena y luego anulados tras airados reclamos.

Su gestión se complicó por lanzarse a la carrera presidencial, pero abandonó en septiembre la carrera por carecer de posibilidades.

En su mensaje, Áñez no aludió a la intención del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Arce y Morales, de someterla a ella y a sus ministros a un “juicio de responsabilidades” por la treintena de muertos que dejó la convulsión social de 2019.

Sin embargo, hace unos días afirmó que es “inocente” de las acusaciones y que quiere una “investigación imparcial”.

Sectores derechistas han alegado un supuesto fraude en las urnas, lo que ha sido rechazado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), depurado tras los comicios de 2019.

“El proceso electoral 2020 ha sido limpio, transparente, pacífico y altamente participativo”, dijo este jueves el TSE en un comunicado.

Áñez también destacó su gestión de la lucha contra el nuevo coronavirus: “Los bolivianos hemos sabido dar la talla en la pelea por la salud. Lo digo porque a estas alturas tenemos una pandemia controlada”, afirmó.

Con información de la AFP.