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Resistencia, la mascota de Lula da Silva que lo acompañó a la posesión

Fue adoptada por su pareja mientras él estuvo en prisión.

2 de enero de 2023
Resistencia es la mascota del presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva.
Resistencia es la mascota del presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva. | Foto: AFP

La llegada de Luiz Inácio Lula da Silva por tercera vez a la presidencia de Brasil se cerró este domingo primero de enero con una ceremonia en la que recibió a diferentes presidentes y representantes diplomáticos de todo el mundo.

A ella no solo asistieron esas importantes personalidades políticas, también, codeándose con los jefes de estado, estuvo Resistencia, la perra callejera que fue adoptada por la primera dama Rosangela da Silva ‘Janja’ mientras el ahora mandatario estuvo en prisión ente 2018 y 2019.

Negra y con el hocico peludo, Resistencia fue acogida primero por integrantes del campamento Lula livre, de militantes de izquierda que pedían la liberación de Lula en Curitiba, quien había sido preso por corrupción. Después de verla sufrir problemas respiratorios, la entonces novia del mandatario decidió llevársela a casa.

Luis Inacio Lula da Silva, en compañía de representantes de diferentes sectores de Brasil, durante su posesión.
Luis Inacio Lula da Silva, en compañía de representantes de diferentes sectores de Brasil, durante su posesión. | Foto: AFP

Hubo lágrimas de Lula durante la posesión

El brasileño Luiz Inácio Lula da Silva recibió este domingo la banda presidencial de manos de un grupo de ciudadanos, entre ellos el cacique indígena Raoni Metuktire, en el marco de la toma de investidura como nuevo presidente de Brasil.

En un quiebre del protocolo, Lula subió la rampa del palacio presidencial de Planalto escoltado por un niño afrodescendiente, un obrero metalúrgico, una cocinera, un artesano, un profesor y un joven con discapacidad, entre otros representantes del pueblo brasileño.

El cacique Raoni Metuktire, emblemático defensor de la Amazonía, estaba entre ellos, usando su característico disco labial y tocado de plumas amarillas.

En uno de los momentos más esperados de la toma de posesión, en lo alto de la rampa, la recolectora de residuos negra Aline Sousa, de 33 años, le colocó a Lula la banda una cinta de seda verde y amarilla bordada en oro y diamantes.

Luis Inacio Lula da Silva estuvo acompañado por su perrita Resistencia.
Luis Inacio Lula da Silva estuvo acompañado por su perrita Resistencia. | Foto: AFP

Por su parte, y entre lágrimas, Lula abrazó a cada uno del grupo y saludó a las decenas de miles de personas que acompañaban la ceremonia desde la Plaza de los Tres Poderes, igualmente embargados por la emoción.

“Asumimos el compromiso de combatir todas las formas de desigualdad (...). Es inaceptable que sigamos conviviendo con prejuicios, discriminación y racismo. Somos un pueblo de muchos colores y todos tienen que tener los mismos derechos y oportunidades”, dijo Lula dirigiéndose al público.

Lula da Silva ha jurado este domingo su cargo como 39º presidente de la República de Brasil en la culminación de una ceremonia de investidura que marca el comienzo de su tercer mandato al frente del país con un mensaje de “esperanza y reconstrucción frente a la ‘devastación’ que, asegura, ha dejado tras de sí su ultraderechista predecesor, Jair Bolsonaro”.

“Nuestro mensaje a Brasil es uno de esperanza y reconstrucción”, proclamó Lula durante la ceremonia, en un discurso donde ha lamentado que “el gran edificio de derechos, soberanía y desarrollo que construyó esta Nación ha sido sistemáticamente demolido en los últimos años”.

“Es a la reconstrucción de este edificio que vamos a dirigir todos nuestros esfuerzos”, ha asegurado Lula tras firmar con un bolígrafo que recibió en 1989 de un asistente a un mitin en el estado de Piauí, con el que ha querido recordar a los residentes de esta población.

El presidente ha agradecido su victoria a la “conciencia política de la sociedad brasileña” y al “frente democrático” formado contra las “violentas amenazas a la libertad de voto” durante los comicios. “La democracia ha sido la gran vencedora”, manifestó.

Lula recordó su primer mensaje cuando llegó por vez primera al poder en 2003, cuya validez se ha visto obligado a mantener tras el mandato de Bolsonaro. “Dije que la misión de mi vida sería cumplida cuando cada brasileño y brasileña pudieran comer tres comidas al día. Tener que repetir este compromiso hoy es el síntoma más grave de la devastación que ha impuesto al país en los últimos años”, lamentó.

*Con información de AFP y Europa Press.

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