Elecciones
Rodrigo Duterte sigue ampliando su poder en Filipinas
El actual presidente, conocido por su sangrienta guerra contra el narcotráfico, celebró los resultados preliminares de las votaciones al Senado, donde la mitad de los escaños quedarían en manos de sus aliados.
Los aliados del presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, parecen tener amplias ventajas en las elecciones al Senado de Filipinas, uno de los últimos baluartes de la oposición ante un brusco líder populista acusado de amplias violaciones de derechos humanos.
Al menos ocho candidatos respaldados por Duterte lideraban la lucha por 12 escaños en el Senado de 24 miembros, según los resultados preliminares sobre el 94% de los votos de las elecciones de media legislatura del lunes. Se espera que los resultados oficiales de la Comisión Oficial tarden en torno a una semana.
Entre los que parecían en cabeza estaba el exjefe de la policía nacional Ronald de la Rosa, que aplicó la campaña antidroga del presidente, una iniciativa que ha dejado miles de sospechosos muertos y desatado una serie de críticas internacionales. Una de las promesas de campaña de Duterte, antes de ser elegido, consistió en prometer que acabaría con todos los medios que fueran necesarios el delito de narcotráfico en su país. Sin embargo, sus métodos han sido despiadados: los opertaivos masivos en los barrios más violentos del país suelen pasar por encima del debido proceso. Antes que tener sospechosos en prisión, pareciera que el Estado filipino promueve los ajusticiamientos.
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La votación del lunes se consideraba como una prueba del apoyo público a Duterte, que está en la mitad del único mandato de seis años que permite la constitución filipina. Su mandato se ha visto marcado no solamente por su letal campaña antidroga, sino también por su estilo poco ortodoxo de liderazgo, comentarios beligerantes y salpicados de bromas sexistas y un acercamiento a China.
También se espera que los tres hijos de Duterte ganen las elecciones a alcalde, vicealcalde y un puesto del Congreso en representación de su ciudad natal, Davao, en el sur del país. El mandatario, de 74 años, se labró una reputación como un alcalde estricto que perseguía drogadictos y delincuentes en una motocicleta Harley Davidson.
“Sin duda, la magia de Duterte marcó la diferencia”, comentó el portavoz presidencial Salvador Panelo en una rueda de prensa.
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Muchos filipinos parecen más abiertos al autoritarismo debido a los fracasos de líderes progresistas que procedían de clanes políticos bien establecidos. Esa actitud ha permitido el regreso a la política de la familia del fallecido dictador Ferdinand Marcos. Una de sus hijas, Imee Marcos, que fue respaldada por Duterte y que a juzgar por los resultados no oficiales parecía haber ganado su escaño al Senado.
*Con información de AP
