CORONAVIRUS
Rusia admite que su cifra de muertos por coronavirus es tres veces superior a la registradas anteriormente
El organismo de estadística Rosstat y la viceprimera ministra de Salud, Tatiana Gólikova, informaron de unas 186.000 muertes por covid-19 entre enero y noviembre.
El lunes se publicaron datos demográficos que establecen que Rusia registró más del triple de muertes por covid-19 que las anunciadas hasta entonces.
El organismo de estadística Rosstat y la viceprimera ministra de Salud, Tatiana Gólikova, informaron de unas 186.000 muertes por covid-19 entre enero y noviembre, mientras que el sitio web oficial del gobierno informaba de menos de 56.000.
Rosstat indicó que el exceso de mortalidad alcanzó 229.700 personas en enero-noviembre de 2020 con relación al mismo periodo de 2019. “Más del 81% del alza de la mortalidad en este periodo se debe al covid-19 o a las consecuencias de la enfermedad”, precisó la viceprimera ministra.
Las cifras de Rosstat colocan a Rusia en el tercer lugar del mundo en términos de muertes, solo por detrás de Estados Unidos (más de 330.000 muertos) y Brasil (más de 190.000).
Lo más leído
Las autoridades rusas solo contabilizan los decesos por coronavirus confirmados a través de una autopsia y utilizaron estos datos para presentar una buena gestión de la epidemia en comparación con otros países occidentales. Sin embargo, según Rosstat, solo en noviembre fallecieron 25.788 rusos por el virus.
Adicionalmente, se informó que la mortalidad por covid-19 en Moscú se aceleró en noviembre en un 27% en comparación con octubre, anunciaron este martes las autoridades de la capital rusa, que siguen oponiéndose a aplicar un confinamiento.
En noviembre, Moscú registró 4.542 muertes por el nuevo coronavirus en comparación con 3.573 en octubre, y 1.569 en septiembre, según el departamento de Salud de la ciudad.
El covid-19 fue el causante de una de cada tres muertes en la capital rusa el mes pasado.
Moscú, como la mayor parte de Rusia, decidió no confinar a la población pese a la aceleración de la epidemia desde septiembre, con el objetivo de preservar la economía.
Las autoridades rusas apuestan por la atención a los pacientes aumentando el número de camas y desplegando su vacuna, Sputnik V, para frenar la pandemia.
En la capital rusa, las restricciones se han limitado al cierre de bares y restaurantes a las 23h00, e imponer el teletrabajo para un tercio de los empleados y el uso obligatorio de mascarillas y guantes, más o menos respetados, en lugares públicos cerrados.
Vacunación
El Ministerio de Salud de Rusia aprobó el sábado el uso de la vacuna Sputnik V en mayores de 60 años, según confirmó el titular de cartera, Mikhail Murashko.
El ministro Murashko indicó que los ensayos clínicos probaron “la seguridad y la eficacia” de la vacuna para este grupo de la población.
“El Ministerio de Salud aprobó cambios en la instrucción de uso del medicamento. La vacuna Sputnik V está autorizada para el uso en personas de mínimo 18 años, de manera que los ciudadanos mayores de 60 años también podrán vacunarse contra el nuevo coronavirus”, dijo a la cadena Rossiya 24.
Con esta confirmación, es muy probable que el presidente Vladímir Putin, de 68 años, se vacune en los próximos días, como lo había dicho el pasado 17 de diciembre, al señalar que lo haría “en cuanto sea posible, debido a su rango de edad.
“Escucho las recomendaciones de los especialistas y, por tanto, aún no me he vacunado, pero está claro que lo haré en cuanto sea posible”, dijo el mandatario durante su conferencia de prensa anual, realizada en ese momento desde su residencia de Novo-Ogaryovo, en los suburbios de Moscú.
La vacuna rusa llamada Sputnik V en homenaje al primer satélite lanzado por Rusia en 1957, fue recibida con escepticismo a nivel internacional ante un anuncio considerado prematuro, en agosto, incluso antes del comienzo de los ensayos clínicos masivos (fase 3) y la publicación de resultados científicos.
La vacunación de la población rusa comenzó a principios de diciembre con los trabajadores en situación de riesgo, especialmente los de los sectores de la educación y la salud, que fueron los primeros en recibirla.
Con información de AFP