Conflicto
Rusia asegura que al defender bombas de racimo, Estados Unidos admite “la comisión de crímenes de guerra”
La OTAN dejó en manos de los aliados de la organización la decisión de suministrar munición de racimo a Ucrania
Rusia ha afirmado en las últimas horas que Estados Unidos ha admitido haber cometido crímenes de guerra durante el conflicto ucraniano tras haber defendido la necesidad de entregar bombas de racimo a Kiev.
El embajador ruso en Washington, Anatoli Antonov, ha indicado que el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, ha admitido “de facto la comisión de crímenes de guerra” al declarar “abiertamente que los civiles morirían por las armas de racimo estadounidense”.
Según un comunicado de la Embajada, “en la visión pervertida del funcionario de la Casa Blanca, esto hace ‘menos daño’ que las acciones de Rusia”. “Si hay alguna lógica en la decisión de la Administración (Biden) de transferir municiones de racimo, esto se reduce a que la situación ‘no empeorará’”, dijo.
Antonov ha sostenido que Washington “está listo para destruir todos los seres vivos lejos de sus propias fronteras con las manos de los ucranianos” con el fin de conseguir “el sueño irrealizable de una derrota estratégica” frente a Moscú.
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“Estamos luchando contra los criminales de Kiev que abrazan a los terroristas de Azov (considerados organización terrorista en Rusia), mientras que Estados Unidos ayuda a los nazis ucranianos a cometer actos inhumanos”, ha expresado el diplomático ruso.
Kirby defendió este domingo en una entrevista con la cadena ABC la decisión del Gobierno estadounidense de enviar bombas de racimo a pesar del riesgo que suponen para los civiles. Además, indicó que Ucrania buscará limitar el impacto de las bombas fuera del campo de batalla.
“Creo que todos podemos estar de acuerdo en que más civiles han sido y seguirán siendo asesinados por las fuerzas rusas (ya sea por municiones de racimo, drones, ataques con misiles o simplemente ataques frontales) que los que probablemente resulten heridos por el uso de dichas municiones disparadas contra posiciones rusas dentro del territorio ucraniano.
El portavoz, además, explicó que este suministro se ha dado en este momento para compensar la rapidez con la que las Fuerzas Armadas ucranianas están utilizando el resto de artillería, debido a que se están quedando sin inventario y la producción de artillería no cumple con estos niveles.
Por ello, sugirió que este tipo de munición está destinado a ser temporal, puesto que tiene el objetivo de “ayudar a cerrar la brecha a medida que aumentamos la producción de proyectiles de artillería normales”.
El asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, ha confirmado este motivo en una rueda de prensa, justificando que “el presidente (Joe Biden) ha tomado (estas) decisiones sobre capacidades concretas basándose en las circunstancias del conflicto” en la actualidad.
“Este conflicto es dinámico. Las cosas cambian sobre el terreno. Y las cosas están cambiando en términos de la capacidad (militar) que tenemos para proporcionar. A medida que cambian, también cambian nuestras decisiones sobre lo que podemos aportar”, ha declarado Sullivan.
Estados Unidos aprobó hace algunos días la entrega de bombas de racimo a Ucrania, una iniciativa muy criticada porque este tipo de munición está prohibida por tratados internacionales por los daños que provoca entre la población civil. Entonces Biden defendió la medida pese a que fue una “decisión difícil”.
Rusia, por su parte, afirmó que la decisión de Estados Unidos de entregar bombas de racimo a Ucrania es una muestra de “debilidad” que convertirá a Washington en “cómplice” de las muertes de civiles que ese armamento pueda ocasionar.
“El envío de armas de fragmentación es un acto desesperado y una muestra de debilidad en el contexto del fracaso de la tan alardeada contraofensiva ucraniana”, afirmó en un comunicado la portavoz de la cancillería rusa, María Zajárova.
La diplomacia rusa denunció un “intento cínico de prolongar la agonía de las actuales autoridades ucranianas sin preocuparse por las víctimas civiles” de estas bombas, que matan a ciegas, esparciendo pequeñas cargas explosivas, antes o después del impacto.
“Al proporcionar municiones de racimo, Washington se convertirá de facto en cómplice del minado y compartirá plenamente la responsabilidad de las muertes causadas por las explosiones, incluidas las de niños rusos y ucranianos”, añadió.
Con información de AFP y Europa Press*