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Rusia completó la movilización de 300.000 reservistas para unirse a la ofensiva de Moscú en Ucrania
La invasión de Rusia a Ucrania cumplió ocho meses el pasado lunes.
Rusia completó la movilización de 300.000 reservistas convocados hace un mes para reforzar la ofensiva militar en Ucrania, anunció el viernes el ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, en una intervención televisiva junto al presidente Vladimir Putin.
“La tarea de reclutamiento de 300.000 personas se ha cumplido” y 41.000 de esos efectivos ya se integraron en unidades militares en Ucrania, le informó Shoigu a Putin, quien elogió el “patriotismo” de los reclutas.
El presidente Vladimir Putin dijo el jueves (27 de octubre) que el mundo entraba en la década “más peligrosa” desde 1945 y que Rusia, en plena ofensiva militar en Ucrania, luchaba por su “derecho a existir” ante potencias occidentales que tratan “desesperadamente” de mantener su hegemonía.
“La próxima será probablemente la década más peligrosa, impredecible y, al mismo tiempo, importante desde el final de la Segunda Guerra Mundial”, dijo Putin en Moscú a los miembros del Club de Discusión Valday.
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La actual operación militar en Ucrania, agregó, es solo parte de “los movimientos tectónicos en todo el orden mundial”.
“Rusia no está desafiando a las élites occidentales, Rusia solo está tratando de defender su derecho a existir”, en tanto que las potencias occidentales pretenden “destruir, borrar del mapa” a Rusia, afirmó.
Según Putin, las potencias occidentales son incapaces de “gobernar la humanidad por sí solas”, aunque “tratan desesperadamente de hacerlo”.
“La mayoría de los pueblos ya no soportan más eso”, insistió.
Respondiendo indirectamente a los comentarios de Putin, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, dijo que Moscú era una “amenaza aguda” a los valores occidentales.
“La imprudente guerra elegida por Putin contra Ucrania, la peor amenaza a la seguridad de Europa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, lo ha dejado muy claro a todo el mundo”, dijo.
Rusia lanzó a fines de febrero una ofensiva contra Ucrania que topó con una férrea resistencia, apoyada por los países occidentales.
En las últimas semanas, el ejército ruso sufrió varios reveses ante una contraofensiva en el este y sur, respondida por Rusia con bombardeos contra infraestructuras que privaron de energía a gran parte de Ucrania.
Conjeturas nucleares
En su intervención ante el grupo de reflexión ruso, Putin reiteró su acusación de que Kiev planea lanzar una “bomba sucia” sobre su propio territorio, para acusar a Rusia, y pidió que el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) envíe una misión allí “lo antes posible”.
Este órgano de control nuclear de la ONU señaló que realizará esta semana “una verificación independiente” en dos plantas ucranianas “para detectar cualquier desvío de material nuclear”.
Una bomba sucia es una dispositivo convencional al que se ha añadido material radioactivo, biológico o químico que se esparcirá con la explosión.
Ucrania sospecha que Rusia podría lanzar ese tipo de bomba para justificar el uso de armas nucleares convencionales, aunque Putin aseguró que para ellos no tendría “sentido en términos políticos ni militares” emplear este arsenal.
La polémica se trasladó a una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, donde Rusia solicitó que se investigue el supuesto desarrollo de armas biológias estadounidenses en Ucrania.
“Todos sabemos que estas afirmaciones son pura invención sin el más mínimo fundamento”, dijo la embajadora estadounidense ante el Consejo, Linda Thomas-Greenfield.
*Con información de AFP.