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Rusia desestima investigaciones de la Corte Penal Internacional por crímenes en Ucrania
Desde el Kremlin estiman que más de 2.600 personas murieron en el conflicto y otras 5.000 resultaron heridas.
El Ministerio de Exteriores de Rusia critió a la Corte Penal Internacional, CPI, por “ni siquiera tratar de mantener la apariencia de imparcialidad y objetividad” y recordó que, al no participar en el Estatuto de Roma, Moscú no está obligada a colaborar con sus investigaciones.
El Kremlin cuestionó que el organismo se haya adherido al Grupo Conjunto de Investigación, auspiciado por Polonia, Lituania y Ucrania, un organismo sobre el que ha aventurado que sus informes serán “parciales y unilaterales”.
Para Moscú, el hecho de que la CPI se incluya en este grupo es una muestra de la parcialidad y subjetividad del ente, que se suma así a un proceso “en el que los perpetradores son claramente designados de antemano”.
“Si alguien todavía tenía dudas de que la CPI es un organismo que cumple órdenes políticas (...) el nuevo formato de trabajo ‘creativo’ lo deja todo extremadamente claro”, cuestionó el ministerio en un comunicado.
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La cartera de Exteriores lamentó que el organismo se haya unido a esta investigación, mientras que en los últimos ocho años, con el conflicto en el Donbás en ciernes, ha estado “ignorando el sufrimiento de los habitantes” de esta zona, quienes han sido “víctimas de los crímenes del régimen de Kiev”.
Moscú denunció que desde 2014 las autoridades de Ucrania han ordenado bombardeos y han empleado “armas letales prohibidas de forma indiscriminada” contra la población y las infraestructuras civiles del Donbás.
Desde el Kremlin estiman que más de 2.600 personas murieron en el conflicto y otras 5.000 resultaron heridas.
En este contexto, Rusia denunció que desde las autoproclamadas repúblicas independientes de Donetsk y Lugansk se enviaron materiales a la CPI sobre presuntos crímenes cometidos contra la ciudadanía del Donbás, si bien ha lamentado que “aún no ha habido reacción clara de la Justicia de La Haya”.
“Recordamos que Rusia no participa en el Estatuto de Roma de la CPI y no está obligada a cooperar con él. Sin embargo, continuaremos monitoreando de cerca cómo funciona este organismo”, puntualizó el Ministerio de Exteriores en su comunicado.
Lo que se sabe de los “crímenes de guerra” en Bucha
La CPI investiga lo que Ucrania y los países occidentales han considerado “masacres” y “crímenes de guerra” como el descubrimiento de decenas de cadáveres en varias localidades de la región de Kiev ocupadas por las fuerzas rusas en marzo.
Todo comenzó el 2 de abril en Bucha, donde periodistas de la AFP hallaron 20 cuerpos en la calle Yablunska.
Desde aquel momento, esa agencia de noticias entrevistó a decenas de testigos, accedió a una lista de cuerpos encontrados en la ciudad, a veces con detalles sobre las circunstancias de la muerte, y a certificados de defunción de 10 personas.
El Ejército ruso ingresó a Bucha el 27 de febrero, pero la batalla se prolongó varios días y las tropas rusas sufrieron considerables pérdidas.
Varias operaciones de evacuación de civiles se llevaron a cabo hasta el 12 de marzo, cuando las autoridades afirmaron no tener ya el control ni el acceso a la ciudad, donde unas 4.000 personas quedaron atrapadas.
Los combates en torno a Bucha no cesaron y a finales de marzo las tropas rusas se retiraron de la ciudad. El alcalde Anatoli Fedoruk anunció el 1.° de abril que el 31 de marzo entraría en “la historia” de la localidad como “el día de su liberación”.
Al recorrer la calle Yablunska, una de las más largas de Bucha, los periodistas de la AFP descubrieron, dispersos en varios centenares de metros, los cadáveres de 20 hombres vestidos de civiles.
Uno de ellos estaba tirado sobre su bicicleta, otro tenía al lado bolsas de provisiones. Otro tenía las manos atadas en la espalda. Al menos dos de esos cadáveres presentaban grandes heridas en la cabeza.
El aspecto de los cadáveres daba a entender que estaban ahí al menos desde hacía varios días.
¿Cuántos muertos?
Durante la ocupación rusa, varias fosas comunes fueron además cavadas por las autoridades locales, ya que los tres cementerios de la ciudad, al alcance de disparos, eran inaccesibles.
Tras la retirada de las tropas de Moscú, se hallaron unos 410 cadáveres, ya sea en esas fosas, o en jardines de casa o simplemente al aire libre, según el jefe de policía local, Vitaly Lobass.
“La mayoría murió de manera violenta” por disparos, afirmó Lobass el 20 de abril.
En total, más de 1.000 cuerpos de civiles fueron hallados en la región, según la viceprimera ministra ucraniana Olga Stefanishyna.
En los días posteriores al descubrimiento de los cuerpos fueron publicadas imágenes de otros cadáveres en Bucha en patios de edificios, en jardines o en el sótano de un sanatorio, algunos con las manos atadas en la espalda. A partir de ese momento se comenzaron a conocer los primeros testimonios.
“Dispararon ante mis ojos a un hombre que iba a comprar comida en el supermercado”, contó a la AFP Olena, que vivió durante un mes en un sótano sin electricidad con sus dos hijos.
El 13 de abril, el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), el británico Karim Khan, de visita en Bucha, calificó a Ucrania de “escena de crimen” y anuncia que un equipo médico-legal trabajará en la localidad.
El 25 de abril, Khan anunció que sus investigadores se unieron al equipo conjunto de investigación sobre crímenes de guerra en Ucrania, formado en marzo por Lituania, Polonia y Ucrania con el apoyo de Eurojust, la agencia de la UE para la cooperación judicial.
Por su parte, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU indicó el 22 de abril, durante una misión en Bucha, que sus investigadores “documentaron el asesinato, incluyendo la ejecución sumaria, de unos 50 civiles”.
*Con información de Europa Press y la AFP.
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