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Rusia lanzó decenas de misiles y drones contra Ucrania
Desde ucrania indicaron que los ataques fueron principalmente contra instalaciones energéticas.
Rusia lanzó el jueves una nueva salva de misiles contra Ucrania, que causó un muerto en la capital y cortes de electricidad en varias regiones, al día siguiente de que los aliados de Kiev anunciaran el envío de tanques pesados.
Moscú denunció que esta entrega de equipamiento pesado significaba la “implicación directa” de Occidente en el conflicto e intensificó sus combates en varias zonas de la región de Donetsk, en el este.
Según Kiev, Rusia lanzó el jueves decenas de misiles y drones, principalmente contra las instalaciones energéticas ucranianas.
Un primer balance dio cuenta de un muerto y dos heridos en la capital, según su alcalde, Vitali Klitschko. La víctima mortal fue “un hombre de 55 años”, precisó la administración municipal.
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Según la administración militar de la ciudad, esta muerte estuvo causada por la caída de fragmentos de un misil que había sido derribado.
En total, las fuerzas rusas lanzaron “más de 30 misiles” contra Ucrania en la mañana del jueves, indicó un portavoz militar. En la noche, 24 drones Shahed de fabricación iraní fueron derribados, según las fuerzas ucranianas.
Por precaución, Kiev, su región y otras dos más, llevaron a cabo cortes de electricidad “de emergencia” para “evitar daños importantes a las infraestructuras eléctricas si los misiles del enemigo alcanzan su objetivo”, informó el operador privado de electricidad DTEK.
En la región de Odesa (sur), “dos sitios de infraestructura energética esencial” quedaron dañados, según las autoridades locales, sin causar víctimas.
Los últimos ataques masivos rusos contra infraestructuras energéticas fueron el 14 de enero.
Tras varios reveses militares en el terreno a mediados del año pasado, el Kremlin cambió de estrategia y empezó en octubre a atacar los transformadores y las centrales eléctricas de Ucrania.
Desde entonces, los cortes eléctricos se multiplicaron en el país y dejaron a millones de civiles ucranianos sin agua potable ni calefacción, en época de invierno.
“Implicación directa”
Este nuevo ataque masivo ocurre al día siguiente de que Estados Unidos y Alemania autorizaran el envío a Ucrania de decenas de vehículos de combate pesados, una decisión inédita en los 11 meses de guerra.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, agradeció a sus aliados el suministro de este equipo, reclamado por Kiev desde hacia meses.
Es “un paso importante en el camino hacia la victoria”, dijo el mandatario. Pero “la clave ahora es la celeridad y el volumen” en la entrega de los tanques, insistió el miércoles por la noche.
El Gobierno de Ucrania estima que necesita varios cientos de tanques para derrotar al Ejército ruso en el este y el sur del país.
Alemania precisó este jueves que prevé entregar los tanques Leopard 2 “a finales de marzo, inicios de abril”, según declaró el ministro de Defensa, Boris Pistorius.
Estas entregas y la ayuda militar “no es una amenaza ofensiva para Rusia”, había indicado el presidente estadounidense, Joe Biden.
Pero para el Kremlin se trata de una “implicación directa” de los países de Occidente, unidos detrás de Ucrania para debilitar a Rusia.
“En Moscú, consideramos esto como una implicación directa en el conflicto, y vemos que [esta implicación] crece”, afirmó el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.
“Carne de cañón”
En el terreno, las tropas rusas “intensifican” los combates en el este, según la viceministra ucraniana de Defensa, Ganna Maliar.
Actualmente, el Ejército ucraniano se enfrenta a la “superioridad en número de efectivos y de armas” rusas, agregó, citando la zona en torno a Bajmut ―que Moscú intenta conquistar desde hace varios meses― y la que rodea a Vugledar, una localidad en el suroeste de Donetsk.
Es la primera vez que Vugledar, de unos 15.000 habitantes antes de la guerra, es mencionada en el sector de combates “intensos”.
Las fuerzas ucranianas admitieron el miércoles que se habían retirado de Soledar, al noreste de Bajmut, ahora en manos rusas.
Según un sargento ucraniano, cuyo nombre de guerra es “Alkor”, “la batalla fue dura”.
“Todavía disparamos, seguimos y seguimos, pero tras cinco minutos llega una nueva oleada de 20 enemigos”, explica el militar. Llegan en un “número enorme. Utilizan sus soldados como carne de cañón”.
Con información de AFP