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Rusia ordena el retiro de sus tropas de base militar en Crimea ante posible ofensiva de Ucrania
Expertos en Defensa afirman que se podría tratar de una reorganización para operaciones defensivas de cara a la esperada contraofensiva de Kiev.
Como parte de una reorganización de equipos y ante una posible contraofensiva ucraniana, las fuerzas rusas desocuparon una base militar con numerosos vehículos blindados y armamento de artillería ubicada en Medvedivka, en el norte de Crimea, que se encuentra bajo control ruso desde 2014.
Según un artículo de The Washington Post publicado el pasado 3 de abril, alrededor de la localidad de Medvedivka, y durante varios kilómetros, las fuerzas rusas construyeron en cuestión de semanas en febrero un complejo sistema de trincheras y zanjas para dificultar el paso de tanques ucranianos ante la esperada ofensiva de Kiev en primavera.
Las imágenes satelitales proporcionadas por Maxar también muestran que las mismas fortificaciones se levantaron cerca de Vitino, una ciudad en la costa occidental de Crimea, construidas, asimismo, para la defensa ante un posible asalto anfibio desde territorio ucraniano.
Sin embargo, nuevas fotografías realizadas el pasado 27 de marzo por el satélite europeo Sentinel 2 revelan que el material ruso desapareció y, si bien no queda claro dónde se encuentra, expertos en Defensa afirman que se podría tratar de una reorganización para operaciones defensivas de cara a la esperada contraofensiva de Kiev, informó este jueves la cadena CNN.
Ucrania contempla la recuperación de Crimea como condición indispensable para declarar su victoria en el conflicto.
De hecho, antes de la llegada del invierno, existían serios rumores en el seno del Gobierno ucraniano sobre una posible operación para entrar en la península, que alberga un importante contingente naval ruso.
Dentro de esas medidas, el ejército ruso construyó una línea defensiva de más de 800 kilómetros, en algunos puntos triplicada, y movilizó una gran cantidad de soldados para mantenerla.
Tras una ofensiva rusa en los últimos meses, con avances limitados, el ejército ucraniano prepara su contraofensiva, anunciada para la primavera, aunque podría aplazarse hasta el verano.
El ejército ruso parece haber aprendido de los errores del pasado y ha organizado sus defensas con el objetivo de mantener el conflicto como una guerra de desgaste.
Fortificaciones
Las instalaciones defensivas rusas se extienden a lo largo de un frente de entre 800 y 900 kilómetros, desde la ciudad meridional de Jersón hasta el nordeste de Ucrania.
A lo largo de esta línea defensiva, hay una acumulación de “capas de fortificaciones y trincheras”, explicó a la AFP Brady Africk, del laboratorio de ideas American Enterprise Institute.
Según este experto, “incluye trampas antitanques, barreras, líneas de defensa prefabricadas como dientes de dragón (estructuras piramidales utilizadas desde la Segunda Guerra Mundial)”, además de trincheras para soldados.
Los ataques ucranianos chocarán contra varias líneas de defensa sucesivas.
“El objetivo de los rusos es encajar el golpe” con la primera línea, explicó Pierre Razoux, director académico de la Fundación Mediterránea de Estudios Estratégicos (FMES).
En la segunda línea defensiva, “el ataque enemigo tiende a enredarse y, si logra superarla, la tercera resulta realmente complicada”, sostiene este analista francés.
¿Dónde? ¿Cuándo?
La extensa línea del frente ofrece varias opciones del lugar en que podría efectuarse la posible contraofensiva ucraniana y quizás Kiev aún no decidió dónde impulsarla.
“En cualquier estrategia defensiva, uno intenta llevar al atacante a la zona que ha elegido”, señaló, por su parte, Andrew Gaker, analista del instituto británico Janes.
Según el experto, quizás los ucranianos todavía no eligieron el lugar del inicio de la contraofensiva, que podría ser precedida de un señuelo, un ataque de pequeña escala”, para que los rusos se movilicen contra “un ataque que no será el principal”.
La contraofensiva podría empezar en Bajmut, la ciudad del Donbás donde tiene lugar la batalla más larga del conflicto y controlada actualmente en un 80 % por el ejército ruso, aseguró Vasily Kachin, de la Escuela Superior de Economía de Moscú.
“Las informaciones que disponemos resultan muy limitadas”, reconoció.
El jefe del grupo paramilitar ruso Wagner, Yevgueni Prigozhin, pronosticó que la contraofensiva empezará el 9 de mayo, fecha en que sus tropas tienen previsto hacerse con el control de la totalidad de esta localidad devastada.
El 9 de mayo se conmemora la victoria soviética contra la Alemania nazi.
Concentración de soldados rusos
El Kremlin confía en que las líneas defensivas resistan gracias a una importante concentración de soldados rusos, tras varias campañas de reclutamiento de reservistas.
“Aunque agotado por sus esfuerzos, el dispositivo ruso dispondrá de un número suficiente de reservas de hombres para absorber el choque”, aseguraron Philipe Gros y Vincent Tourret en un estudio de la Fundación para la Investigación Estratégica, un laboratorio de ideas francés.
El ejército ucraniano logró en septiembre una fulgurante contraofensiva en la región de Járkov (nordeste), pero ahora la posición rusa “es mucho más sólida que entonces”, reconoció el excoronel francés e historiador militar Michel Goya.
“Ninguna ofensiva ucraniana, incluso la más eficaz, servirá para acabar con la guerra”, sostuvo finalmente Vasily Kachin.
*Con información de Europa Press y AFP.
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