MUNDO
Rusia responde a EE. UU. sancionando a 398 congresistas
El conflicto bélico está ad portas de cumplir dos meses.
Rusia anunció este miércoles que prohibirá el ingreso a territorio ruso a 398 miembros del Congreso estadounidense, como represalia a una medida similar adoptada por Washington por la ofensiva de Moscú en Ucrania.
“En reacción a una nueva ola de sanciones antirrusas tomadas el 24 de marzo por la administración Biden contra 328 diputados de la Duma, (...) se adoptan medidas punitivas recíprocas contra 398 miembros de la Cámara de Representantes de Estados Unidos”, informó la diplomacia rusa por medio de un comunicado.
En este comunicado, Rusia publicó los nombres de estos congresistas estadounidenses a los que prohíbe la entrada a su territorio. En otro texto diferente, el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso publicó este sanciones semejantes contra 87 senadores canadienses y anunció que se tomarán más medidas contra Canadá por sus políticas “carentes de visión”.
Desde el inicio de la operación militar rusa en Ucrania, las sanciones occidentales contra Rusia han ido en aumento, sobre todo centradas en las finanzas y el carbón. También se han decretado expulsiones de diplomáticos rusos de numerosos países occidentales.
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Rusia amenazó con bombardear capital ucraniana
Rusia amenazó este miércoles con bombardear centros de mando en Kiev y acusó a Ucrania de atacar posiciones militares en su territorio, mientras Estados Unidos anunció una nueva ayuda militar para este país en guerra. “Vemos intentos de sabotaje y bombardeos de las fuerzas ucranianas contra posiciones en el territorio de la Federación de Rusia”, dijo el portavoz del Ministerio ruso de Defensa, Igor Konashenkov.
“Si estos hechos continúan, el ejército ruso atacará centros de toma de decisiones, también en Kiev, lo que el ejército ruso se ha abstenido de hacer hasta ahora”, añadió.
Las fuerzas ucranianas retomaron el control de la capital y su región a finales de marzo y la retirada de las tropas rusas dio paso a imágenes que conmocionaron al mundo, ya que en el suelo se podrían evidenciar decenas de civiles muertos en la localidad de Bucha, a las puertas de la capital.
Desde entonces, Rusia centra su ofensiva en el este y en el sur del país. La ONU considera que un “alto el fuego general” con fines humanitarios “no parece posible actualmente” y sigue esperando respuestas de Moscú a sus propuestas concretas para la evacuación de civiles y el envío de ayuda humanitaria a zonas de combates.
Una de estas regiones es Mariúpol, una ciudad estratégica en el sureste de Ucrania donde murieron al menos 20.000 personas, según las autoridades de Kiev. Las fuerzas rusas bombardean la localidad desde hace más de 40 días y según la presidencia ucraniana, un “90 % de las casas” han sido destruidas.
“Los restos de las unidades ucranianas y de los nazis [del batallón] Azov presentes en la ciudad están bloqueados y privados de la posibilidad de salir del cerco”, detalló el portavoz ruso Igor Konashenkov.
Conquistar Mariúpol sería una victoria importante para los rusos, ya que les permitiría consolidar sus avances territoriales en la costa del mar de Azov, uniendo la región de Donbás (este de Ucrania), controlada en parte por separatistas prorrusos, con Crimea, que Moscú se anexó en 2014.
La rendición de la ciudad parece inevitable para algunos expertos militares, pero las fuerzas ucranianas todavía resisten. La lucha se concentra ahora en la gigantesca zona industrial de la localidad. El ejército ucraniano indicó en Telegram que continuaban los bombardeos rusos, en especial contra el puerto y el vasto complejo metalúrgico de Azovstal, hasta ahora un bastión de las fuerzas ucranianas.
Con información de AFP.
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