Mundo
Rusia responde a EE. UU. sobre el Nuevo Start y aumenta la tensión entre ambos países por el manejo de armas nucleares
El control de armas nucleares en zonas estratégicas ha llevado a un nuevo nivel de desconfianza las relaciones entre ambos países.
Las autoridades de Rusia han rechazado las acusaciones de Estados Unidos sobre supuestos incumplimientos del Nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START) y subrayan que su cumplimiento del mismo es “irreprochable”.
“Es algo a destacar lo rápido que se ha preparado este informe anual. Sus versiones anteriores no contenían acusaciones sensacionales, eran publicados habitualmente en abril o incluso más tarde”, ha dicho el embajador ruso en Washington, Anatoli Antonov.
Así, ha resaltado que la Administración de Joe Biden “claramente quería lanzar otra batería de acusaciones infundadas en el área de control de armas” en el contexto de una “frenética confrontación con Rusia, iniciada por Occidente”.
Tendencias
En este sentido, Antonov ha destacado que “estas acciones afectan a los límites centrales del Nuevo START y socavan el objetivo clave del acuerdo, que es mantener el equilibrio de las armas ofensivas estratégicas de las partes”, según un comunicado publicado por la Embajada rusa en Estados Unidos.
El embajador ha argumentado además que, en lo relativo a las acusaciones sobre la exención temporal de instalaciones estratégicas rusas de la comisión de consultas bilateral, “siguen el patrón tradicional de Estados Unidos”. “Washington se niega a ver las causas del problema y culpa a otros”, ha lamentado.
“Hemos dicho en repetidas ocasiones a la Administración (estadounidense) que la situación del Nuevo START es un resultado directo de la guerra híbrida lanzada por Occidente contra nuestro país. Hemos advertido de que el control de armas no puede ser aislado de las realidades geopolíticas”, ha manifestado.
Por ello, ha hecho hincapié en que “en las circunstancias actuales” Rusia “considera injustificado, inadecuado e inapropiado invitar al Ejército estadounidense” a realizar visitas en “instalaciones estratégicas” rusas.
“Rusia sigue comprometido con los objetivos del Nuevo START y sigue considerando que es una herramienta útil para mantener la estabilidad estratégica y garantizar la predictibilidad en las relaciones entre las grandes potencias nucleares”, ha dicho, antes de incidir en que “la responsabilidad por el repunte de las tensiones sobre el Nuevo START recae totalmente sobre Washington”.
“No puede haber progresos en el control de armas si Estados Unidos no reconsidera su política de causar una derrota estratégica a Rusia”, ha argumentado, al tiempo que ha acusado a Washington de “ocultar” sus programas de investigación biológica en Ucrania.
Rusia acusa a Estados Unidos de ocultar información
De esta forma, ha reseñado que “los estadounidenses se contradicen” y ha cuestionado que “si un programa así fuera totalmente pacífico, ¿por qué limitar tan rápidamente sus trabajos?”. “¿Por qué estos asuntos son manejados por el Ejército y no por especialistas civiles?”, ha preguntado.
“La respuesta es obvia. Washington tenía y tiene algo que ocultar”, ha dicho Antonov, que ha manifestado que el fin de estas actividades en Ucrania se deben a que Estados Unidos “hizo todo lo posible para garantizar que los resultados de su investigación no cayeran en manos del Ejército ruso”.
Las declaraciones de Antonov llegan después de que el Departamento de Estado estadounidense acusara a Rusia de incumplir el Nuevo START al negarse a permitir la presencia de inspectores en sus territorios y obstaculizar los esfuerzos de Washington para abordar dicha cuestión.
Washington y Moscú prorrogaron en 2021 el Nuevo START por un plazo de cinco años, dotándose así ambas naciones de margen suficiente para entablar nuevas conversaciones sobre seguridad estratégica, según recoge la agencia Bloomberg.
En 2020 las inspecciones tuvieron que ser paralizadas por la pandemia de coronavirus, sin embargo, cuando se volvieron a dar las condiciones para retomar dicha actividad, Rusia se ha negado desde agosto del año pasado a reanudar dichas visitas, en parte, debido a las tensiones entre ambas potencias por la guerra en Ucrania.
Este tratado entre Estados Unidos y Rusia busca limitar el despliegue de armas nucleares de alcance intercontinental por ambas partes, permitiendo comprobaciones frecuentes de los programas de cada país por parte del contrario. El acuerdo permite a Washington y Moscú desplegar hasta 700 misiles balísticos intercontinentales y 1.550 cabezas nucleares en esos misiles.
*Con información de Europa Press