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Salida de EE. UU. de Afganistán ha dado espacio para que los talibanes ganen más terreno
En la última semana, los talibanes se hicieron con el control de seis capitales de provincia, entre las que están Aibak y Kunduz.
Luego de 20 años de intervención y de presencia militar, Estados Unidos anunció el retiro de sus tropas de Afganistán, lo cual ha dado pie para que los talibanes ganen terreno y continúe el conflicto bélico en la región.
Desde el retiro de las tropas estadounidenses, los talibanes se han hecho con el control de seis capitales de provincia, siendo Aibak , ubicada al norte de Samangan, la última en caer. Además, durante el fin de semana pasado, otras tres capitales de provincia pasaron a estar bajo el poder talibán, entre ellas está Kunduz, zona que Estados Unidos y la Otan habían protegido ferozmente.
A pesar del avance de las tropas talibanes por Afganistán, el gobierno de Joe Biden no ha dado marcha atrás y sigue con el proceso gradual del retiro de las tropas.
Al respecto, y según El País, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, advirtió que el avance de los talibanes no va a alterar las “decisiones difíciles” del presidente Biden.
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“Él cree (Joe Biden), y ha dicho, que el Ejército afgano tiene la formación, los recursos y el equipamiento necesario para vencer y que ahora es el momento para el liderazgo y la determinación ante la agresión y la violencia de los talibanes”, dijo Psaki.
De igual manera, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan), dijo que el retiro de las tropas se debe seguir dando y que ya es momento para que el gobierno afgano combata a los talibanes por su cuenta.
Se espera que el retiro total de los militares estadounidenses finalice el próximo 31 de agosto, cuyo proceso inició hace más de un mes con el abandono de la base aérea de Bagram, cercana a la capital de Kabul.
La salida de las tropas estadounidenses del territorio afgano ha hecho que la violencia y el conflicto siga escalando, pues en los últimos tres días por lo menos 27 niños han muerto y otros 136 han resultado heridos, de acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
“Cada una de estas muertes y cada caso de sufrimiento físico es una tragedia personal. Estos niños son hijas e hijos, hermanos y hermanas, primos y amigos muy queridos y anhelados”, dijo Unicef en un comunicado publicado por la agencia Efe.
Esta escalada del conflicto también ha generado un serio problema migratorio, pues se estima que 30.000 afganos dejan el país semanalmente sin un rumbo fijo.
Además, por lo menos 330.000 abandonaron esa nación desde que Estados Unidos anunció su retirada. Según Naciones Unidas, salen más de 450 carros diariamente por sus fronteras, un aumento de 40 por ciento comparado con el año pasado. Las ONG en el terreno denuncian tráfico ilegal de personas y campamentos de refugiados, que se reproducen con el paso de las horas y en condiciones inhumanas.
Al drama de los desplazados se suma la muerte diaria de civiles, que ya se cuentan por más de 160.000 desde el inicio del conflicto. Por su parte, el Gobierno afgano ha intentado un diálogo de paz con los talibanes, pero no han demostrado intención alguna en administrar el país junto con ellos, y los diálogos no son más que contentillo para la comunidad internacional.
A la fecha, se estima que los talibanes controlan entre el 40 % y el 85 % del territorio afgano, y según análisis de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, a pesar de su fallido esfuerzo por evitarlo, entre seis y 12 meses tardarán los extremistas en tomar el país en su totalidad.
Desde el inicio del conflicto hace más de 20 años, los aliados de la OTAN y Estados Unidos han registrado 3.500 militares muertos y más de 20.000 heridos.