MUNDO
Sarah Everard, la joven cuyo asesinato desató una ola de ira y consternación en Reino Unido
El gobierno británico pidió una investigación independiente de las acciones policiales en este polémico caso.
Sarah Everard se dirigía caminando a su casa en el sur de Londres cuando desapareció sin dejar rastro.
Ocurrió la noche del pasado 3 de marzo.
Más de una semana después, el cuerpo sin vida de esta joven de 33 años de edad fue hallado en un bosque en Kent, en el sureste de Inglaterra.
Las autoridades detuvieron a Wayne Couzens, un agente de la Policía Metropolitana de Londres (Met o Scotland Yard), quien ha sido acusado del secuestro y asesinato de Everard.
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El caso ha generado una gran conmoción y polémica en Reino Unido.
El sábado, la policía disolvió una vigilia en honor a Everard en una criticada intervención, que llevó al gobierno a pedir una investigación independiente de las acciones policiales contra ese grupo de personas, la mayoría, mujeres.
“Como cualquiera que lo vio (las imágenes de la actuación policial), estoy profundamente preocupado”, manifestó el primer ministro Boris Johnson.
La sociedad respondió el domingo con nuevas movilizaciones.
Destino desconocido
La última vez que Everard fue vista, caminaba sola por una calle principal en Clapham, en el sur de Londres.
Grabaciones de cámaras de seguridad la muestran cuando regresaba desde la casa de una amiga hacia su vivienda.
Más o menos a esa hora conversó por teléfono con su novio. Fue la última comunicación que se conoce de Everard.
Según ha dicho la policía, no está claro si Everard llegó finalmente a su casa.
Tras ser reportada su desaparición, los investigadores visitaron unas 750 viviendas, revisaron numerosas grabaciones de cámaras de seguridad y recibieron al menos 120 llamadas de ciudadanos que intentaban aportar datos.
Carteles con su fotografía fueron colgados en las calles y compartidos en redes sociales; y los investigadores incluso hicieron un rastreo en un estanque en un parque cercano a la zona donde fue vista por última vez.
Finalmente, el miércoles 10 -casi una semana después de su desaparición- las autoridades informaron sobre el hallazgo de unos restos humanos en una zona boscosa de Kent. Posteriormente, confirmaron que eran de Everard.
Everard, quien trabajaba como ejecutiva de marketing, era una egresada de la Universidad de Durham, donde había estudiado Geografía.
“Sarah fue una miembro popular y alegre de nuestra comunidad universitaria y mantuvo un gran grupo de amigos de la Universidad de Durham”, dijo Stuart Corbridge, vicerector de esa casa de estudios.
La imputación de un policía
Por la muerte y desaparición de Everard, las autoridades detuvieron a Wayne Couzens, un agente de la Policía Metropolitana de 48 años de edad, que fue imputado por estos hechos.
Couzens se unió a este cuerpo policial en septiembre de 2018 y en febrero de 2020 fue asignado al comando de protección parlamentaria y diplomática, donde su función principal era patrullar las áreas próximas a un grupo de embajadas en Londres.
Tras su detención, Couzens fue trasladado al hospital en dos ocasiones tras ser encontrado dentro de su celda con heridas en la cabeza.
Las autoridades aclararon que Couzens no estaba de servicio en el momento en el que Everard desapareció.
El hecho de que el sospechoso por este suceso sea un policía ha supuesto un motivo adicional de conmoción en Reino Unido.
“La noticia de que un agente de la Policía Metropolitana fue arrestado bajo sospecha del asesinato de Sarah ha provocado oleadas de conmoción e ira en el público y en toda la Met”, dijo la comisaria jefe de la Met, Cressida Dick.
“Hablo en nombre de todos mis colegas de la Met cuando digo que estamos absolutamente consternados por esta terrible noticia. Nuestro trabajo es patrullar las calles y proteger a la gente”, agregó.
Lo sucedido con Everard ha generado una ola de rabia y dolor en todo Reino Unido, donde muchas mujeres han recurrido a las redes sociales para compartir sus experiencias y exigir que se tomen medidas ante la violencia contra las mujeres.
A ello se sumó la vigilia el sábado que fue disuelta por la policía, y motivó duras críticas al cuerpo y a sus altos cargos.
Algunos policías agarraron y esposaron a algunas de las presentes, y cuatro mujeres fueron detenidas por alterar el orden público y cometer infracciones contra las restricciones por la covid-19, confirmó el cuerpo.
La ministra británica de Interior, Priti Patel, solicitó un informe completo de lo sucedido el sábado al manifestar su “malestar”, mientras que el líder de los liberaldemócratas, Ed Davey, instó a la comisaria jefe de la Met a “considerar” su liderazgo en la Policía al tiempo que otros piden su dimisión.
La comisaria rechazó este domingo que fuera a dimitir, mientras numerosas personas volvieron a salir a protestar.