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Se agravan las protestas: sin aceptar resultados, bolsonaristas piden golpe contra Lula da Silva

El vicepresidente electo, Geraldo Alckmin, fue designado para coordinar el proceso de transición, que se prevé comience este jueves.

2 de noviembre de 2022
Protestas tras la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil.
Protestas tras la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil. | Foto: Reuters / Autor: Mariana Greif (izquierda) - Amanda Perobelli (derecha)

A tres días de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) validara a Lula da Silva como el presidente electo de Brasil, la inconformidad entre partidarios del actual mandatario, Jair Bolsonaro, se ha hecho sentir en las calles. El malestar continúa entre quienes rechazan los resultados, un día después de que el propio conservador avalara la transición de poder.

Las manifestaciones han derivado en choques con las fuerzas de seguridad que han usado gases lacrimógenos para intentar dispersar a la multitud. En esta jornada Río de Janeiro fue uno de los escenarios de otra protesta para rechazar la victoria de Lula en las urnas, acusar a las instituciones electorales de corruptas y exigir una intervención militar.

Con pancartas y banderas miles de personas se congregaron frente al cuartel general del ejército en Brasilia (la capital), horas después de que más de un centenar de bloqueos se establecieran en todo el país. La Policía Federal de Carreteras (PRF) afirmó que los partidarios del mandatario actual estaban impidiendo el paso parcial o totalmente en 156 lugares, frente a los 190 de la noche anterior.

“No daremos un paso atrás”

Estos cierres comenzaron desde la misma noche del domingo 30 de octubre, cuando se conocieron los resultados de la segunda vuelta presidencial.

“Estamos aquí de manera legal, pacífica y democrática como contraataque al golpe. Este sistema criminal corrupto que organizó las elecciones brasileñas a través del Tribunal Superior Electoral le dio un golpe (al país) a través de las urnas. Dios, patria, familia, libertad y Brasil sobre todo, Dios sobre todo. No daremos un paso atrás”, dijo uno de los asistentes a la marcha.

A otros ciudadanos se les escuchaba arengas como: “Intervención federal”, “soy brasileño con mucho orgullo y mucho amor”, mientras otros mantenían sus críticas por el exmandatario de izquierda: “Alguien que ha estado preso no puede ser presidente”.

São Paulo también registró concentraciones ante el comando militar del sudeste, según informó AFPTV. En medio de las tensiones gritaban “Yo autorizo” e “¡intervención federal ya!”. Las proclamas fueron subiendo poco a poco de tono: “Queremos una intervención federal porque exigimos nuestra libertad. No admitimos que un ladrón nos gobierne” señaló a AFP Angela Cosac, con un cartel que decía: “SOS Fuerzas Armadas”.

En declaraciones a la prensa, este martes primero de noviembre, Jair Bolsonaro dijo que las movilizaciones se debieron a la “indignación y una sensación de injusticia” por el proceso de votación, pero puntualizó que las convocatorias pacíficas “siempre serán bienvenidas”.

El regreso de Lula da Silva

El presidente electo no se ha referido abiertamente a las protestas en su contra y, en su lugar, avanza junto a su equipo en la transición de mando (previa a su posesión en enero). Su vicepresidente, Geraldo Alckmin, será quien coordine ese proceso que se prevé comience este jueves.

“Estamos diciendo al mundo que Brasil ha vuelto. Estamos listos para retomar la lucha contra el hambre y la desigualdad y tomar un rol protagónico en la lucha contra la crisis climática. Este es el Brasil que vamos a construir juntos. Con trabajo, diálogo y democracia”, aseguró Lula da Silva en su cuenta de Twitter.

Por su lado, el aún vicepresidente brasileño, Hamilton Mourao, afirmó que pese a no tener ninguna acusación de fraude electoral participaron en una contienda en la que “uno de los jugadores (haciendo alusión al líder del PT)” no debió estar.

“Nosotros estuvimos de acuerdo en participar en un juego con otro jugador que no debería de haber jugado. Si estuvimos de acuerdo no hay nada que reclamar. A partir de ahí no tiene sentido llorar más, perdimos el juego”, comentó Mourao al diario O Globo.

*Con información de AFP y Reuters.