ESPACIO
¿Se alojaría? Primer hotel en el espacio estaría listo en el 2027
El hotel se llamaría Estación Voyager y tendría espacio para 400 personas. Estos son los detalles.
La empresa Orbital Assembly Corporation, especializada en construcción espacial, reveló que va a buscar impulsar la exploración humana del espacio mediante planes turísticos.
Además de los planes turísticos, la compañía pretende avanzar en la gravedad artificial y el ensamblaje de grandes estructuras en órbita.
Uno de los proyectos más llamativos de la compañía es un hotel espacial que se llamaría Estación Voyager. Esta estructura tendría capacidad para albergar a 400 personas y sería construido a partir del 2025.
Según la compañía, en 2027 el hotel ya podría estar habilitado para recibir turistas, aunque para financiar el proyecto se requiere una recolecta de US$ 23,4 millones entre empresarios y quienes quieran impulsar la iniciativa.
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Según CNN en Español, el arquitecto de diseño Tim Alatorre había dicho hace unos meses que la estética del hotel era una respuesta directa a la película de Stanley Kubrick, “2001: A Space Odyssey”, a la que llamó “casi un plan de lo que no se debe hacer”.
“Creo que el objetivo de Stanley Kubrick era resaltar la división entre tecnología y humanidad, por lo que, a propósito, hizo que las estaciones y las naves fueran muy estériles, limpias y extrañas”, explicó Alatorre.
La conquista de otros planetas
Con la aparición del libro de Bill Gates, una cosa quedó clara y es que entre los millonarios hay diferentes visiones sobre cómo cada uno quiere resolver los problemas de hoy y diseñar un futuro para las siguientes generaciones.
En Cómo evitar un desastre climático, el multimillonario fundador de Microsoft y hoy filántropo admite que no es una persona de Marte. “No soy marciano”, dijo Gates en un podcast de The New York Times, en el que explica por qué no le interesa la carrera espacial como a otros empresarios en ese club élite. El magnate, cuya fortuna asciende a US$ 134.000 millones, dice que prefiere centrarse en los problemas que existen en la Tierra y que no cree que los cohetes sean la solución.
Por eso “no voy a gastar miles dólares en la carrera espacial, porque mi fundación puede comprar vacunas contra el sarampión y salvar vidas”, explicó. Con esa frase marcó una diferencia abismal con Elon Musk y Jeff Bezos, los dos terrícolas que no solo se pelean el primer puesto de los más ricos, sino que compiten sobre cómo salir de este planeta cuanto antes.
Entre ambos puede haber en total una fortuna de US$ 350.000 millones. Mientras Gates está gastando cada uno de sus dólares en energías renovables y otros proyectos que podrían reemplazar los combustibles fósiles de hoy por energía verde, Musk y Bezos están más interesados en establecer una segunda casa para los seres humanos fuera de la Tierra. Y todo parece indicar que van en serio.
A raíz de la renuncia de Bezos como CEO de Amazon, el magnate anunció que quiere dedicarse más a su compañía Blue Origin para acelerar esos esfuerzos de llevar a los hombres a vivir fuera del planeta azul.
Mientras tanto, Musk, quien le lleva cierta ventaja con su compañía SpaceX, ya es el jugador privado más importante en el negocio de tecnología espacial. Además de enviar periódicamente satélites a bordo de sus flamantes cohetes, que tienen la virtud de reciclarse, este año prepara una misión con una tripulación civil que permanecerá cuatro días en el espacio. Se llama Inspiration4 y llevará a cuatro civiles al espacio, dos de los cuales ya están escogidos.
SpaceX ya ha llevado astronautas de la NASA a la Estación Espacial Internacional y entre sus planes está servir de vehículo no solo para los expertos del Gobierno, sino para privados que por cualquier razón quieran darse una vuelta por la órbita de la Tierra; eso sí, a un alto precio. Al menos por ahora.
Con la decisión de Bezos de dedicarse a su compañía espacial y la llegada de las sondas de la NASA a Marte, el mundo ha volcado de nuevo sus ojos afuera y con ello ha surgido la pregunta de por qué estos multimillonarios están tan interesados en el espacio. La respuesta fácil es que es rentable.
Tanto Bezos como Musk, e incluso Richard Branson, dueño de Virgin, le apuestan al negocio porque saben que hay una demanda por este tipo de viajes que podrían sostener la operación de enviar cohetes al espacio en el futuro. De hecho, la idea de todos es lograr que cada vez este tipo de lanzamientos tenga un costo menor para hacerlo más asequible a todos los humanos.