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¿Se mantendrá Pedro Sánchez, presidente en funciones español, en el poder?

El líder del Gobierno deberá conseguir 176 votos para poder investirse como presidente, lo que significaría una prolongación de su mandato.

22 de julio de 2019
Pedro Sánchez; el presidente español en funciones. | Foto: AFP

Llegado al poder en junio de 2018 con una jugada de malabarista, el socialista Pedro Sánchez se enfrenta esta semana en el Congreso a una incierta investidura para renovar su mandato. Un obstáculo más para un político en perpetua montaña rusa. Este economista de 47 años pensaba haber conseguido lo más difícil el 28 de abril cuando ganó por primera vez y de forma clara las legislativas españolas.

Pero desde entonces solo consiguió el apoyo de dos diputados ajenos a los 123 de su partido PSOE, lejos de la mayoría absoluta en un Congreso de 350 escaños altamente fragmentado. Depende en gran parte de quien fuera el principal aliado de su corto mandato, la izquierda radical de Podemos, con quien mantiene negociaciones de última hora para formar el primer Gobierno de coalición en la historia moderna de España.

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Su carrera política parecía finiquitada después de cosechar los peores resultados de la historia moderna del PSOE en las elecciones de 2015 y 2016. Dos años después, el 1 de junio de 2018, alcanzó el poder tras protagonizar la primera moción de censura exitosa de la historia de España contra el conservador Mariano Rajoy, lastrado por un escándalo de corrupción en su partido. "Hoy  escribimos una nueva página de la  historia de la democracia en nuestro país", dijo entonces Sánchez, casado y padre de dos hijas, impecablemente enfundado en un traje oscuro.

Pero la heteróclita mayoría que lo encumbró, Podemos, nacionalistas e independentistas vascos y catalanes, implosionó en febrero después del portazo de los separatistas catalanes a sus presupuestos y precipitó la convocatoria de elecciones.

Manual de resistencia

Estos sobresaltos son el sino de su convulsa trayectoria. Casi desconocido, Sánchez fue erigido líder del PSOE en 2014 después de las primeras primarias en la historia del partido. En plena parálisis política después de las elecciones de diciembre de 2015, ganadas por Rajoy, intentó infructuosamente formar gobierno con el apoyo de los liberales de Ciudadanos y Podemos. Y después de un batacazo todavía mayor en las elecciones de junio de 2016, se vio defenestrado del liderazgo socialista en una rebelión interna dentro del partido.

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Volvió por la puerta grande en mayo de 2017, después de haber hecho campaña en coche por toda España con un puñado de fieles para seducir a los militantes socialistas que lo reconducirían al frente del partido. Un triunfo de la obstinación que él mismo relata en un libro titulado ‘Manual de resistencia‘, el primero publicado por un jefe de gobierno español en el cargo.

Aquarius, Franco

Una vez en la Moncloa, Sánchez dio sendos golpes de efecto conformando el Gobierno más femenino en la historia de España y aceptando acoger a los migrantes del Aquarius cuando nadie los quería. Su apertura con los migrantes se mitigaría en los meses siguientes en los que, por otro lado, impulsó medidas sociales como el aumento del salario mínimo en un 22 por ciento después de años de austeridad.

Por contra, dos de los grandes proyectos de su mandato fracasaron: todavía no ha conseguido exhumar al dictador Francisco Franco de su faraónico mausoleo y se enganchó los dedos con la crisis catalana. Su voluntad de reanudar el diálogo con los independentistas le costó una dura campaña de la derecha, acusándolo de ser rehén de ellos, para finalmente ver la negociación saltar por los aires en pleno juicio contra los líderes separatistas por el intento de secesión de Cataluña en 2017.

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Nacido el 29 de febrero de 1972 en Madrid en una familia acomodada, hijo de un empresario y una funcionaria, Sánchez se afilió tempranamente al PSOE y fue concejal municipal de la capital española entre 2004 y 2009 antes de convertirse en diputado. Jugador de baloncesto en su juventud con su 1.90 metros de altura, el socialista estudió economía en Madrid y Bruselas. 

Concluyó sus estudios con un controvertido doctorado en una universidad privada madrileña, acusado de haber plagiado su tesis, algo que él desmiente insistentemente.