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¿Se retira el presidente turco Erdoğan de la política?
En vísperas de las elecciones municipales en Turquía, el presidente Erdoğan deja entrever la posibilidad de retirarse de la política, afirmando una vez más que estas serán sus últimas elecciones.
“Estoy trabajando a tope porque esto es un final para mí. Según dicta la ley, estas serán mis últimas elecciones”. Esta declaración del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, causó revuelo en Occidente. Las agencias informaron: “Erdoğan se plantea marcharse” o “Erdoğan anuncia su retirada”. En Turquía, en cambio, fue recibido con burlas. “¿Va a dimitir otra vez?”, se preguntaban los usuarios en las redes sociales, discutiendo cuántas veces había anunciado ya su retirada: ¿dos, tres o cuatro veces?
Hakki Tas, politólogo del Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales (GIGA), comparte el escepticismo a la vista de las declaraciones anteriores de Erdoğan:
“Habló de su última elección en 2009. En 2012, dijo que se presentaría por última vez a la presidencia del partido. En 2023, prometió que pediría el apoyo de los votantes por última vez y luego cedería el bastón de mando a la generación más joven”, recuerda Tas. Ahora, en 2024, Erdoğan hace un nuevo anuncio de que las próximas elecciones locales serían las últimas.
A todo esto, tras cada elección, el presidente turco ha impulsado su agenda y ha ampliado sus poderes tras cada victoria. Hoy es más poderoso que nunca. Es el primer jefe de Estado, que también dirige el Gobierno, y además es el líder de su partido.
Por tanto, Tas cree que la declaración de Erdoğan es más bien un gesto táctico. Está utilizando la conexión emocional de sus votantes, pidiéndoles una vez más su confianza y movilizándolos de esta manera.
22 años en el poder
En los últimos diez años, el país ha vivido constantes referendos, elecciones parlamentarias, locales y presidenciales: la política, la sociedad y la economía han estado en constante campaña electoral.
Tras las elecciones locales del 31 de marzo, volverá la calma, por el momento. Si no se convocan elecciones parlamentarias o presidenciales anticipadas, Erdoğan podría gobernar durante cuatro años. Fortalecido por una victoria en las elecciones locales, quiere extender aún más su poder, cambiar la Constitución, si es posible, y pensar en su sucesión, dicen observadores.
Para ello, necesita sobre todo las metrópolis económicamente fuertes de Estambul, Ankara, Esmirna y Antalya, que representan casi la mitad de la producción económica del país.
Sin embargo, el principal escenario de las elecciones locales es Estambul, una metrópolis de 17 millones de habitantes. Las encuestas pronostican un empate. La ciudad está en manos del mayor partido de la oposición, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), desde 2019. El alcalde de Estambul, Ekrem Imamoğlu, espera ser reelegido. El político de 52 años es conocido en todo el país y ha llevado a cabo una exitosa campaña electoral hasta el momento.
Por otra parte, Murat Kurum, el candidato del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), no ha logrado generar ningún impulso real en su campaña, y hasta ahora ha parecido poco convincente, según expertos. En la capital, Ankara, el candidato de Erdoğan, Turgut Altinok, también va a la zaga: de acuerdo con los sondeos, Mansur Yavas, del partido de la oposición CHP, lleva una estrecha ventaja.
Como resultado, Erdoğan se ha visto obligado una vez más a entrar él mismo en la campaña electoral. Desde hace días, viaja de un acto importante a otro, pronunciando discursos y animando al público como si él mismo estuviera en la papeleta electoral.
Política de clientelismo en las administraciones locales
Erdoğan es consciente del papel que desempeña Estambul en la política del país. Su carrera también empezó en la metrópoli, económicamente fuerte: fue alcalde entre 1994 y 1998. “Quien gana Estambul, gana el país”, afirma.
Las metrópolis también son importantes para asegurarse lealtades. Tras el cambio en muchos ayuntamientos en 2019, salió a la luz que el AKP había llenado durante años las administraciones municipales de personal afín al partido. También se adjudicaron numerosos contratos importantes a contratistas leales al partido. Se concedieron privilegios a hermandades nacionalistas e islamistas progubernamentales.
*De la DW