Chile

“Se vieron muchos intereses particulares sin una visión de país”: subdirector del diario ‘El Mercurio’

Juan Jaime Díaz explicó las razones por las cuales cree que la población chilena podría elegir rechazar la nueva constitución.

3 de septiembre de 2022
Juan Jaime Díaz, subdirector del diario El Mercurio. | Foto: archivos particulares

SEMANA: ¿por qué está ganando el rechazo a la nueva constitución?

Juan Jaime Díaz (J. J. D.): efectivamente, todas las encuestas están dando como ganador a la opción Rechazo, aunque por márgenes distintos. La gran incógnita es el número de votantes que irán a votar. En esta oportunidad, después de muchos años, el voto vuelve a ser obligatorio, entonces se espera el mayor número de votantes históricos y eso implica un número de personas que habitualmente no participaba y que quizá no contesta encuestas. Esto genera mayor incógnita.

La principal razón de que un porcentaje importante de la población se incline por la opción rechazo, responde a varios factores, entre los principales es que había muchas esperanzas puestas en la Asamblea Constituyente. Se esperaba un grupo que buscara acuerdos, que mostrara, con su ejemplo, caminos de diálogo y unión, que escuchara propuestas de la ciudadanía (y se abrieron mecanismos para que lo hicieran) y nada de eso se produjo.

Se vio muchos intereses particulares sin una visión de país, un mal ambiente entre los que fueron electos desde un inicio, que se tradujo en una propuesta de muchos artículos, de una posible nueva Constitución, que dejó contentos a muy pocos y con sabor amargo a muchos. Incluso una mayoría de los que están por el Apruebo han señalado, en las encuestas, que hay que reformarla de entrada.

Más de 15 millones de chilenos están convocados a votar este domingo para definir si sepultan la Constitución vigente desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) o la reemplazan por el nuevo texto redactado un año por una Convención Constitucional.
Más de 15 millones de chilenos están convocados a votar este domingo para definir si sepultan la Constitución vigente desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) o la reemplazan por el nuevo texto redactado un año por una Convención Constitucional. | Foto: AFP

SEMANA: de ganar el rechazo, ¿perdería legitimidad el gobierno de Gabriel Boric?

J. J. D.: el presidente Boric particularmente, y su gobierno, se han comprometido por la opción Apruebo, situación que no solo ha afectado o paralizado la gestión del gobierno, sino que ha generado mayor división. No, no debiera perder legitimidad, pero depende de él, primero porque los chilenos somos un país de tradición republicana y la figura del presidente es respetada y desde ahí el presidente, Gabriel Boric, tiene una gran oportunidad de asumir un liderazgo que una a Chile.

Lo anterior pasa por no dejarse presionar o manejar por los grupos extremos o exaltados, tanto de extrema izquierda que incluye hoy su coalición, como otros opositores. Va a ser importante para ese buen manejo, no solo el resultado, sino que también el porcentaje de diferencia que exista entre las dos opciones en juego, este fin de semana.

Boric recibió este lunes el proyecto de nueva Constitución y firmó un decreto que convoca al plebiscito que consultará a más de 15 millones de electores si aprueba o rechaza la nueva carta magna.
Boric junto al proyecto de nueva Constitución. | Foto: AFP

SEMANA: ¿por qué termina siendo tan impopular un proyecto que generaba tanta ilusión?

J. J. D.: por lo señalado. Es un proyecto que no respondió a las expectativas. Se vio en su dinámica, y en el actuar de algunos constituyentes (pero con mucha visibilidad y protagonismo mediático), muchos de los elementos que una gran mayoría de los chilenos quiere erradicar o dejar atrás, como son: la violencia, las agresiones, las ‘funas’ en redes, la prepotencia de algunos, la falta de diálogo, el populismo político y la falta de generosidad.

Si bien hay elementos destacables en el trabajo Constituyente, como la búsqueda de nuevos derechos sociales, una mayor preocupación por el medio ambiente, los derechos de género, entre otros, estos se vieron envueltos en el ambiente señalado, a lo que sumados a problemas de redacción, no siempre intencional, generaron mayor desconfianza.