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Según estudio israelí, la vacuna Pfizer puede detener la transmisión de covid-19
Se han analizado datos de unos 400 mil pacientes, una cifra diez veces mayor a los estudios normales de tercera fase que realizan las farmacéuticas.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y el titular de Salud de ese país, Yuli Edelstein, recibieron la primera dosis de la vacuna el pasado 19 de diciembre de 2020. Desde ese día, la expectativa por realizar una campaña de vacunación masiva fue muy ambiciosa y a la fecha ese país es uno de los más avanzados del mundo en la materia: a la fecha se han administrado 2,16 millones de vacunas en ese país, lo cual corresponde a un 25 % de sus 9,3 millones de habitantes.
Dicha vacunación rápida se debió a un acuerdo realizado entre la farmacéutica e Israel, en el cual se firmó que ese país le daría acceso a Pfizer a varias bases de datos médicas sobre las personas que reciben la dosis. Así, Israel se convirtió en un “laboratorio de experimentación global”, teniendo en cuenta que el número de personas involucradas en la campaña de vacunación supera con creces las magnitudes que se estudian en los ensayos clínicos en Fase III. Es por esa razón que los ojos de todo el mundo están puestos en cómo se comporta la población israelí una vez recibe la vacuna.
Según informó la jefa del Departamento de Salud Pública del Ministerio de Salud, Sharon Alroy-Preis, la información inicialmente recogida reveló que la vacuna frena las nuevas infecciones después de 14 días de ser administrada la primera de las dos dosis en un 50 % de efectividad. Estos datos son preliminares y están basados en los resultados de las pruebas de covid-19 de quienes recibieron la vacuna y la de los que no la recibieron.
Otros datos que fueron un complemento a este estudio fueron revelados por las mismas Organizaciones de Mantenimiento de Salud (HMO) de ese país, las cuales están encargadas de administrar las atenciones médicas a los israelíes. Según Clalit, el mayor proveedor de servicios de salud del país, la probabilidad de que una persona se infecte con coronavirus, después de recibir la primera dosis, se redujo en un 33 % y, de acuerdo con los análisis trabajados por la HMO de la ciudad de Maccabi, la vacuna causó una caída del 60 % en las posibilidades de infección luego de dos semanas de recibir la primera dosis entre la población que ha sido objeto de estudio.
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La recopilación de datos de cada una de las HMO fue de unos 400 mil pacientes, una cifra diez veces mayor a los casos de estudio de los ensayos de Fase III de la farmacéutica, los cuales solo se centran en 40 mil personas.
Sin embargo, la doctora Alroy-Preis señaló que los datos recogidos no son suficientes para asegurar que la vacuna previene la transmisión del virus por completo, teniendo en cuenta que los niveles de inmunidad cercanos al 95 % se alcanzarían únicamente después de una semana de haber aplicado la segunda dosis.
Cabe mencionar que aproximadamente una quinta parte de los pacientes actuales que se encuentran contagiados habían alcanzado a recibir la primera inyección, por lo que la especialista aseguró que la necesidad de protegerse con ambas dosis es necesaria para combatir el virus.
Estos datos llegan en un momento en el que las tasas de infección en el país son superiores a las de la primera ola, lo que ha llevado a tener un pico de pacientes graves. Según Alroy-Preis, el 73 % de los israelíes que tienen más de 60 años o que tienen otros factores de riesgo ya han recibido al menos la primera dosis de la vacuna.