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Bolsonaro dice que la vacuna contra el coronavirus vuelve a la gente “caimán”
Las declaraciones del presidente de Brasil se conocieron luego de que el Tribunal Supremo abriera la puerta a que las distintas administraciones pongan sanciones a quienes no se pongan la vacuna, a pesar de que no es obligatorio hacerlo.
El Tribunal Supremo de Brasil avaló que la campaña de vacunación frente al coronavirus sea obligatoria, lo que abre la puerta a que las autoridades estatales y municipales puedan adoptar medidas. Y sobre esto, el presidente Jair Bolsonaro volvió a pronunciarse.
Bolsonaro cuestionó los posibles efectos colaterales de las vacunas contra el coronavirus y tomó como ejemplo la de Pfizer/BioNtech, diciendo que “no hay ninguna garantía de que no convierta a quien se la aplique “en un caimán”.
“En el contrato de Pfizer está bien claro: ‘no nos hacemos responsables por cualquier efecto colateral’. Si te vuelves un caimán, es tu problema”, dijo Bolsonaro, que ha cuestionado en diversas ocasiones los inmunizantes así como la gravedad de la pandemia que ya dejó casi 185.000 muertos en Brasil.
No obstante, sus declaraciones se conocen luego de que la Corte dio vía libre a las distintas administraciones a sancionar a quienes no se quieran poner la vacuna, a pesar de que admite también que no se puede forzar policialmente a nadie. La resolución tuvo el voto a favor de diez magistrados y solo uno en contra, y anticipa que quienes no se vacunen puedan quedar vetados en actividades o espacios públicos.
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Sin embargo, el presidente de Brasil insistió en que él no se hará responsable de los efectos secundarios: “Si te conviertes en Superman, si le sale barba a alguna mujer o si un hombre empieza a hablar agudo, ellos [Pfizer] no tienen nada que ver con eso. Lo peor es meterse con el sistema inmunológico de las personas”, aseguró.
La vacuna del laboratorio estadounidense Pfizer y el alemán BioNTech fue testada durante su tercera fase en Brasil, y varios países han empezado sus campañas de vacunación con ella o le han dado luz verde, entre ellos Reino Unido, Estados Unidos y México.
Sin embargo, el presidente brasileño tiene dudas sobre su eficacia. “Si la vacuna se comprueba eficiente más adelante, aún no sabemos”, dijo.
“Yo no me vacuno”, reiteró el jueves el mandatario, quien dio positivo para el virus a mediados de año, luego de una incesante campaña contra las medidas de distanciamiento social y de prevención.
“Algunos dicen que estoy dando un pésimo ejemplo. Para el imbécil, idiota, que dice que yo doy un pésimo ejemplo: yo ya tuve el virus, ya tengo anticuerpos, ¿para qué tomar la vacuna de nuevo?”, prosiguió. La Corte Suprema autorizó este jueves a gobernadores y alcaldes a establecer como obligatoria la vacunación contra el coronavirus.
Por otra parte, el Gobierno de Brasil ha anunciado que solicitará una PCR negativa a todos los viajeros que entren en el país sudamericano a partir del 30 de diciembre, independientemente de su nacionalidad, para tratar de contener la expansión de la pandemia de COVID-19.
El test deberá haberse realizado con una antelación máxima de 72 horas y su recogida corresponderá a las aerolíneas, según consta en la orden emitida el jueves por la noche. El viajero deberá firmar también un texto en el que se compromete a respetar las medidas para prevenir contagios, que no se han especificado, según el portal G1.
Hasta ahora, el Gobierno de Bolsonaro había ignorado las recomendaciones de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), que ya había solicitado la obligatoriedad de las pruebas para quienes entrasen a Brasil por vía aérea. El gigante sudamericano acumula 7,11 millones de casos y casi 185.000 muertes después de confirmar unos 70.000 positivos en un solo día.
*Con información de AFP y Europa Press