Chile
“¿Si un gobierno no les gusta, podría haber otro Pinochet?”, duro cuestionamiento de Boric, cerca de los 50 años del golpe de Estado
El presidente expresó estas palabras tras un acto conmemorativo.
Las cinco décadas del golpe militar que derrocó al presidente Salvador Allende están removiendo viejas heridas y agitando el polvorín político en el país suramericano.
El día clásico del suceso es el 11 de septiembre, pero este jueves 7, hubo un acto previo en el mismo Palacio de la Moneda que los oficiales rebeldes bombardearon en reacción al gobierno de izquierda elegido en las urnas, para poner al mando a Augusto Pinochet, quien gobernó con mano de hierro hasta 1990.
En declaraciones a la prensa, el joven presidente se refirió a comentarios que han surgido en estos días de efervescencia política, por parte de la derecha.
“Hay muchos personeros de Chile Vamos que han dicho persistentemente que sin Allende no hubiese habido Pinochet. Yo pregunto honestamente qué significa eso. ¿Que si hoy tuviéramos un gobierno constitucional que no les gusta podría haber otro Pinochet?”, expresó el mandatario.
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“Yo espero que no, y en eso creo que todos debemos ser claros”, remató.
Las duras palabras del presidente fueron noticia, justo después de que los expresidentes Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Ricardo Lagos Escobar, Michelle Bachelet Jeria, Sebastián Piñera Echenique y el propio Boric firmaran el llamado ‘Compromiso por la democracia siempre’, encaminado a que no se repita un suceso como el golpe de 1973 y sus consecuencias.
En el documento, los mandatarios prometen mantener su lealtad a la Constitución, las leyes y el Estado de derecho, así como enfrentar los desafíos de la democracia con más democracia.
Así mismo, mostraron su voluntad de hacer de la promoción de los derechos humanos un valor compartido y fortalecer los espacios de colaboración entre Estados.
Como se recuerda, el régimen dejó una estela de desapariciones forzadas, muertes y otras violaciones a la dignidad humana. Aun así, como lo reportan varias agencias y medios de comunicación, es posible decir que Augusto Pinochet sigue más vivo que nunca. De hecho, a pesar de que hizo torturar, desaparecer y ejecutar a miles de personas, pero lejos de la condena unánime, la figura de Augusto Pinochet ha vuelto a emerger con fuerza en Chile.
El militar, que murió en 2006 sin pisar una cárcel o un estrado judicial, es el símbolo de la derecha ultraconservadora que domina el panorama electoral chileno, cuando paradójicamente gobierna la izquierda heredera de Salvador Allende.
“Es el único dictador de Occidente, de la historia contemporánea, que a 50 años de haber dado un golpe de Estado tiene más de un tercio de la población a su favor”, señala la socióloga Marta Lagos, directora de la encuestadora Mori.
En efecto, nunca antes Pinochet había sido tan popular en democracia como ahora: un 36 % de la población cree que “liberó a Chile del marxismo”, según las encuestadoras Cerc-Mori.
Hace una década, Pinochet obtenía su más baja adhesión: 18 %.
Un “estadista”, así llamó a Pinochet hace poco el abogado Luis Silva, del partido Republicano, el más votado en mayo en la elección del consejo que redacta una nueva Constitución que, en teoría, debe reemplazar a la que promulgó la dictadura (1973-1990).
El partido Republicano, que controla ese consejo, ganó fuerza en medio de la nostalgia de los pinochetistas y la preocupación de una mayoría de chilenos por la inseguridad (el 54 % la considera como el principal problema) y la llegada de migrantes.
“Estadista jamás”, replicó el presidente Gabriel Boric, de 37 años, y quien no había nacido cuando se produjo el golpe de Estado de 1973. “Fue un dictador, corrupto y ladrón”, agregó el único de los cinco presidentes posdictadura que lo ha condenado públicamente.
Con información de AFP.