“Sigue caminando sola y cuídate mucho”: las últimas palabras que escucho de su padre la niña que cruzó sola la frontera

Con tan solo siete años la niña no detuvo su paso. A la menor la rodeaban adultos, todos desconocidos que como ella atravesaban la frontera entre México y Estados Unidos en la madrugada, para evitar la vigilancia. Su padre, cuyo nombre se desconoce, viajó 22 horas con ella en bus desde Honduras hasta la frontera, cerca a Texas, donde la dejó en manos de otro hombre que prometió llevarla hasta el otro lado.

Del hombre que la llevaría hasta Texas se sabe poco, lo cierto es que la menor llegó con un grupo de personas que cruzaron el Valle de Río Grande y que tocaron territorio estadounidense el domingo en la madrugada. La temperatura era muy baja y a la niña solo se le vio protegida por una desgastada chaqueta amarilla y un sucio tapabocas.

Una vez en Texas, el grupo continuó y a la menor la encontró otra migrante hondureña, de 25 años, llorando sola al lado de una carretera mientras helicópteros de migración volaban sobre sus cabezas. La mujer trató de consolar a la niña que tenía hambre, frío y sueño. Juntas caminaron hacia los agentes de migración y se entregaron. Esa era la instrucción que traía la menor desde Honduras: entregarse a las autoridades. Una vez con los agentes contó su historia. Les dijo que el mes entrante cumple 8 años, que estaba en el colegio hasta que llegó la pandemia y que tiene un familiar en Carolina del Sur. También dijo que trató de entrar con su papá varias veces a Texas, pero que los devolvían, que por eso él la mandó sola esta vez. A sus padres no los culpa de nada, ya que explica que se quedaron sin trabajo y tampoco tenían como cuidarla.

La menor está bajo cuidado de las autoridades migratorias y su caso ilustra el incremento de niños que hacen solos el recorrido hacia una vida distinta y que son abandonados por sus padres en el tramo más peligroso de esa aventura. El desespero de los papás es también la preocupación de Joe Biden. Para el presidente de los Estados Unidos, las pocas posibilidades de una vida digna en algunos países de Centroamérica significa un incremento en la migración, justo cuando él trata de tener un acercamiento más humano que el que tuvo su antecesor.

Desde febrero han llegado a Estados Unidos 9,500 niños, un incremento de un 60% comparado con el mes anterior. El gobierno está construyendo nuevos centros donde cuidarlos mientras definen su situación legal y se ubican los familiares que puedan tener en esa nación. En San Diego están inclusive adaptando un centro de convenciones donde podrán albergar a los niños hasta un mes.

Altos funcionarios de Estados Unidos analizarán esta semana en México y Guatemala la creciente ola de migrantes indocumentados que están llegando a la frontera sur estadounidense, la mayoría provenientes de Centroamérica, dijo el lunes el gobierno de Joe Biden.

Roberta Jacobson, coordinadora de la Casa Blanca para la frontera sur, y Juan González, encargado de los asuntos latinoamericanos en el Consejo de Seguridad Nacional (NSC), viajarán a México este 22 de marzo, informó la vocera del NSC, Emily Horne.

El objetivo, dijo, es “colaborar con funcionarios del gobierno mexicano en el desarrollo de un plan de acción eficaz y humano para gestionar la migración”.