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Siguen las protestas en Francia: el país está en alerta roja por la reforma pensional de Macron
Hay marchas con presencia de más de dos millones de personas.
Según las autoridades han logrado detener manifestaciones donde ha habido presencia de más de 740 mil personas y en otras hasta dos millones que pertenecen al sindicato CGT. Estos últimos han hecho un nuevo llamado a manifestarse el jueves 6 de abril.
Las centrales sindicales son la punta de lanza de la movilización contra el retraso de la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030, pero la decisión el 16 de marzo de Macron de aplicarla por decreto radicalizó las protestas.
Los disturbios e incidentes entre manifestantes y las fuerzas de seguridad continuaron en decenas de ciudades de Francia, de Lille (norte) a Toulouse (sur), pasando por Rennes (oeste) o Lyon (este), pero de menor intensidad.
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En la capital, las fuerzas de seguridad detuvieron a 27 personas y han llevado a cabo 10 mil controles, según información dada por las mismas autoridades de París. El pasado jueves, hubo 457 detenidos y 441 agentes heridos en todo el país.
Tanto el gobierno y como los sindicatos han buscado maneras pacíficas de calmar los ánimos, sin embargo estas no han funcionado. Por un lado las centrales sindicales quieren la retirada o la suspensión de la reforma, y Macron dice no.
Olivier Véran, designado por Macron como el vocero del gobierno en estas manifestaciones, rechazó la última propuesta sindical de buscar una “mediación” para encontrar una vía de salida y afirmó que pueden “hablarse directamente”.
“¡Basta ya de negativas!”, respondió el líder del sindicato moderado CFDT, Laurent Berger, quien había planteado esa idea que recabó el apoyo en cambio de uno de los principales aliados de Macron: el partido centrista MoDem.
El presidente liberal se encuentra bajo presión. Su gobierno defiende que la reforma es crucial para evitar un déficit en la caja de las pensiones, pero esta carece de apoyo sindical y popular, además de no tener una mayoría en el Parlamento.
El gobierno ha tenido que movilizar a cerca de 13 mil agentes, quienes buscan controlar la ira de los ciudadanos franceses, sin embargo la actuación policial se encuentra bajo la lupa, debido a las críticas de algunas ONG de derechos humanos e incluso del Consejo de Europa, quienes aseguran que usan fuerza desmedida contra los manifestantes.
A la espera sobre lo que dicte en el próximo mes abril el Consejo Constitucional sobre la validez de la reforma pensional, Macron busca que esta crisis pase rápidamente ya que tiene entre otras prioridades reformas a la salud, la educación, así como garantizar una mayoría estable en el Parlamento que pueda sacar adelante estas propuestas.
Igualmente las protestas siguen afectando la agenda del gobierno. El pasado viernes, Macron tuvo que renunciar a la visita del rey británico Carlos III.
Además los sindicatos están lejos de retirarse de las calles, además de recibir apoyo de la población joven de Francia, la cual ha ido creciendo en las últimas dos jornadas de protesta.
“Aún soy muy joven, pero la reacción del gobierno [...] me ha dado ganas de luchar”, dijo Simeon Ronzier, de 20 años, en una protesta en Lille.
Con información de AFP