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Siguen los bombardeos rusos en Ucrania pese a expectativas de desescalada del conflicto

Rusia aseguró este miércoles que no hay nada “prometedor” tras las negociaciones con Ucrania.

30 de marzo de 2022
Slava Chikov, a la izquierda, cubre la ventana reventada de su salón con un plástico, en edificio dañado por una bomba el día anterior, en Kiev, Ucrania, el lunes 21 de marzo de 2022. Imagen de referencia. Foto: AP Foto/Vadim Ghirda.
Slava Chikov, a la izquierda, cubre la ventana reventada de su salón con un plástico, en edificio dañado por una bomba el día anterior, en Kiev, Ucrania, el lunes 21 de marzo de 2022. Imagen de referencia. Foto: AP Foto/Vadim Ghirda. | Foto: Foto: AP Foto/Vadim Ghirda.

Ucrania acusó el miércoles a Rusia de bombardear la ciudad de Chernígov, pese al anuncio de Moscú de que reduciría “radicalmente” su actividad militar, recibido con escepticismo por Kiev y sus aliados occidentales.

El anuncio ruso, hecho después de las negociaciones entre ambos países en Estambul, generó esperanzas tras más de un mes de guerra que ha dejado miles de muertos y ha llevado el número de refugiados ucranianos a superar los cuatro millones, principalmente mujeres y niños, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

Por el momento, no podemos informar de nada muy prometedor o de un avance. Hay mucho trabajo por hacer”, declaró a la prensa el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.

En el terreno la “situación no cambia”, según autoridades ucranianas. “Chernígov fue bombardeada toda la noche” con artillería y aviones, afirmó el gobernador Viacheslav Chaus, quien precisó que la localidad seguía sin agua ni electricidad.

Esta ciudad, que contaba con 280.000 habitantes antes de la guerra, está “sin comunicaciones y ya no podemos repararlas”, agregó, mencionando que también hubo ataques contra Nizhyn, en la misma región.

Luego de Mariúpol en el sur, Chernígov es la ciudad más duramente afectada por los bombardeos desde el inicio de la guerra lanzada por Moscú el 24 de febrero.

“En las últimas 24 horas, los rusos han bombardeado 30 veces las zonas habitadas y las infraestructuras civiles de la región de Kiev”, aseguró el gobernador de la región, Olaxander Pavliuk, en Telegram, precisando que las zonas del norte de Kiev fueron las más afectadas (Bucha, Irpin, Vyshgorod, Brovary).

En Irpin, que los ucranianos anunciaron el lunes que habían “liberado”, se oían explosiones el miércoles por la mañana, constataron periodistas de la AFP.

“Desde la tarde y durante toda la noche, ha habido numerosas alertas de ataque aéreo en todo el territorio de Ucrania. Sin embargo, la noche fue tranquila en la mayoría de las regiones”, dijo la presidencia en un comunicado.

“Veremos si cumplen”

Rusia se había comprometido el martes, al término de las conversaciones en busca de la paz en Estambul, a reducir “radicalmente” su actividad militar en torno a Kiev y Chernígov. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, calificó como “positivas” las señales, pero aclaró que “no apagan las explosiones o los disparos rusos”.

El Estado Mayor ucraniano se mostró muy escéptico. La llamada “retirada de tropas” es probablemente una rotación de unidades individuales destinada a engañar al mando militar de las fuerzas armadas ucranianas.

“Por el momento, no podemos ver, desgraciadamente, que los rusos estén reduciendo la intensidad de las hostilidades en dirección a Kiev y Chernígov”, declaró el miércoles Vadim Denisenko, asesor del ministro del Interior ucraniano.

Para el portavoz del Departamento de Defensa estadounidense, John Kirby, solo se trataría de un “reposicionamiento” y no de una “verdadera retirada”.

“Es muy probable que Rusia buscará desviar fuerzas de combate del norte a su ofensiva en las regiones (separatistas) de Donetsk y Lugansk en el este”, señaló el Ministerio de Defensa británico en Twitter.

Así lo confirmó el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu. Rusia ha logrado su “objetivo”: “el potencial militar de las fuerzas armadas ucranianas se ha reducido significativamente, lo que permite centrar la atención y los esfuerzos en el objetivo principal, la liberación de Donbás”.

Para los aliados occidentales de Ucrania será necesario juzgar sobre el terreno.

“Veremos si cumplen con lo que proponen”, declaró el presidente estadounidense Joe Biden tras conversar con los gobernantes de Reino Unido, Francia, Alemania e Italia, que prometieron mantener las sanciones.

Reino Unido dijo que juzgará “a Putin y su régimen por sus acciones, no por sus palabras”, y celebrará el jueves una conferencia de donantes para movilizar más armas para Ucrania.

Aún así, la reunión cara a cara en Estambul fue la primera señal de avance en las discusiones para terminar con el conflicto. Según Ucrania, hay condiciones “suficientes” para que Zelenski se reúna con el presidente ruso, Vladimir Putin.

Maternidad evacuada en Mariúpol

Unas 20.000 personas habrían muerto en el conflicto, según Zelenski, aunque el número de bajas no ha podido ser verificado de forma independiente.

La alcaldía de Mariúpol denunció este miércoles la evacuación forzada hacia Rusia de más de 70 personas -mujeres y personal médico- de una maternidad.

En total, más de 20.000 habitantes de Mariúpol han sido evacuados “contra su voluntad” a Rusia, según la municipalidad, que afirma que los rusos confiscaron sus documentos y los redirigieron “hacia ciudades rusas alejadas”.

Zelenski declaró el martes que los ataques rusos contra Mariúpol eran “un crimen contra la humanidad”.

Según la ONU, dos de los seis hospitales civiles de Mariúpol fueron destruidos y tres resultaron dañados, mientras que los demás centros siguen teniendo una actividad limitada y carecen de personal y de agua, electricidad y equipos. El bombardeo destruyó al menos 65 edificios y dañó 126, según la misma fuente.

Unos 160.000 civiles siguen atrapados en la maltrecha y asediada Mariúpol y se enfrentan a una “catástrofe humanitaria”, pues viven en refugios sin electricidad y carecen de alimentos y agua, según los testimonios recogidos por AFP de quienes huyeron de esa ciudad.

“Enterramos a nuestros vecinos, vimos muertos por todas partes e incluso mis hijos lo vieron”, dijo Mariia Tsymmerman, quien huyó a Zaporiyia hace dos semanas, pero ahora pretende volver para llevar provisiones y ayudar a otros a salir.

Francia, Grecia y Turquía intentaron organizar una evacuación masiva de civiles desde esa ciudad, pero las conversaciones del martes entre el presidente francés, Emmanuel Macron, y Putin terminaron sin acuerdo.

*Con información de AFP.

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