Mundo
Sin un claro ganador, España no tiene un camino conciso para formar gobierno
La cita democrática española no obtuvo resultados contundentes para la derecha y la izquierda.
Las elecciones en España han causado cierta zozobra para los partidarios de derecha y de izquierda en la nación al no haber un claro ganador en estas justas democráticas, a pesar de que el Partido Popular, el cual simboliza la oposición del gobierno actual, se hiciera con la mayoría de los escaños en el parlamento nacional.
España, uno de los países más extensos y poblados de Europa, cuya economía es la cuarta más grande de la Unión Europea, se encuentra en un limbo político, el cual da paso a semanas o meses de negociaciones entre bancadas y partidos para formar una mayoría que permita cumplir con una hoja de ruta de derecha o de izquierda.
A pesar de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de tendencia socialista, le hizo resistencia al opositor del PP Alberto Núñez Feijóo, no fue suficiente para que se vislumbrara un ganador en la noche del 23 de julio. Núñez, sin embargo, obtuvo una mayoría parlamentaria de índole conservadora, gracias a la alianza con el partido Vox, de extrema derecha.
Aunque a Sánchez le fue mucho mejor de lo que vaticinaban las encuestas a boca de urna, además de hacerse con dos escaños más, que cuatro años atrás, la mayoría absoluta que esperaba no se dio, a pesar de recibir el apoyo de sus actuales aliados.
Lo que se espera en los próximos días
Los pactos en los que ambas corrientes trabajarán para obtener una mayoría parlamentaria que les asegure formar gobierno, se darán en medio de las negociaciones, algo tensas, entre los partidos mayoritarios y varios conjuntos pequeños, los cuales pueden ser significativos para que la balanza política tenga más peso de un lado que del otro.
Sin embargo, ni la derecha ni la izquierda cuentan con el apoyo suficiente para lograr 176 escaños, necesarios para ser mayoría en el pleno de los 350 asientos del Congreso.
Por el lado de Núñez se complica que esto se pueda dar, ya que su mayor aliado político actual, Vox, se opone en gran medida a los partidos separatistas, además de querer prohibirlos, por lo que no es viable que uno de esos conjuntos alternativos se una a la alianza conservadora española. Núñez, la cara más visible del PP, ha sido un férreo crítico del “sanchismo”, al que definió como un “credo político de mentira, manipulación y picardía”.
Caso contrario ocurre por el lado de Sánchez, en donde el partido separatista ‘Juntos por Cataluña’, podría darle un apoyo importante a la izquierda española en caso de que las negociaciones terminen de la mejor manera.
España se estanca
Con el 99 % de los votos escrutados, el PP habrá ganado 136 escaños, mientras los socialistas 122, el partido Vox asegura 33 y Sumar, un nuevo partido de izquierda que apoyaría a Sánchez, tendría 31 asientos en el parlamento. Por lo tanto, la derecha sumaría 169 y la izquierda 153.
Luego de que el partido político de Sánchez sufriera una poderosa derrota en las elecciones municipales y regionales en el mes de mayo, el presidente del Gobierno español convocó a elecciones generales anticipadas, ya que considera que los resultados serían más favorables para él en julio que en diciembre, cuando se deberían haber dado.
Por su lado, el partido Vox, liderado por Santiago Abascal, ha sido foco de varias declaraciones que han causado recelo en la comunidad española y europea, al negar el cambio climático provocado por el ser humano, además de cuestionar la idea de violencia de género. Asimismo, este partido se opone a la inmigración musulmana y a las leyes en los que se basan los derechos de la comunidad LGBTI, por lo que la sociedad conservadora española le dio su voto de confianza, logrando 33 escaños en el congreso.