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Sinagoga en Berlín fue atacada con bombas molotov
En este momento las autoridades adelantan una investigación para hallar a los responsables del hecho
Una sinagoga de Berlín fue blanco en la madrugada de este miércoles, 18 de octubre, de cócteles molotov que no provocaron heridos ni daños, indicó la policía alemana.
Dos desconocidos “llegados a pie hacia las 03h45 hora local lanzaron dos botellas encendidas llenas de líquido en dirección de la sinagoga de Brunnenstraße”, que forma parte de un complejo cultural de la comunidad Kahal Adass Jisroel, declaró la policía.
“Las botellas cayeron en la acera y se rompieron. El fuego se extinguió”, agregó la misma fuente. Se lanzó una investigación para hallar a los responsables del hecho. Sin hacer referencia de manera específica a este incidente, el jefe de gobierno alemán Olaf Scholz publicó un mensaje en la red social X en el que condenó el odio antisemita.
“Ataques contra instituciones judías, incidentes violentos en nuestras calles -- Esto es inhumano, repugnante y no puede ser tolerado”, dijo Scholz, actualmente de visita en Egipto. “El antisemitismo no tiene lugar en Alemania. Mi agradecimiento a las fuerzas de seguridad, especialmente en esta situación”, agregó.
Scholz, que habló a la prensa durante un viaje a Egipto, dijo que Alemania no aceptaría protestas violentas ni antisemitas y que se incrementaría la protección en instituciones judías.
Manifestaciones en embajadas contra Israel
Miles de manifestantes han salido a las calles en Oriente Próximo y el norte de África, así como en otros países, para protestar contra el bombardeo del Ejército de Israel contra el hospital de Al Ahli, en la Franja de Gaza, y que ha dejado al menos 500 muertos, según las autoridades gazatíes.
Durante estas concentraciones se han podido observar símbolos y banderas palestinas y escuchar consignas contra Israel, además de quemar banderas del país. En Líbano, las protestas han tenido lugar tanto en la capital, Beirut, como en otras regiones, en las que se ha marchado contra la Embajada de Estados Unidos, contra la sede de la Comisión Económica y Social para Asia Occidental de la ONU (ESCWA, por sus siglas en inglés) y contra la Embajada francesa.
De hecho, los manifestantes han prendido fuego a la Embajada norteamericana, que ya está controlado, y han intentado asaltar el edificio de la ESCWA; además, han lanzado piedras contra la sede diplomática de Francia, según ha recogido la cadena libanesa LBC.
Por otro lado, los asistentes a las protestas en Jordania han intentado asaltar la Embajada de Israel en el país, y la Policía ha usado gas lacrimógeno para dispersarlos, ha publicado el diario ‘The Independent’. Las protestas también han tenido lugar en países como Irán, Irak, Turquía, Marruecos, Siria, Qatar o Túnez, así como en diferentes ciudades europeas y de Estados Unidos.
La diplomacia se activa
Las iniciativas diplomáticas aumentaron este lunes para intentar evitar una “catástrofe humanitaria” y que el conflicto entre Hamás e Israel se extienda a la región, diez días después del mortífero ataque del movimiento islamista palestino en territorio israelí.
El presidente ruso, Vladimir Putin, habló por teléfono por primera vez con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sobre el conflicto con Hamás y lo informó de sus conversaciones con varios dirigentes regionales y con la Autoridad Palestina.
También dio cuenta a su interlocutor de “las medidas tomadas por Rusia para promover la normalización de la situación, impedir una nueva escalada de violencia y prevenir una catástrofe humanitaria en la Franja de Gaza”, indicó el Kremlin.
Y el jefe de la diplomacia turca, Hakan Fidan, habló por teléfono con el jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, sobre la “posibilidad” de liberar a los rehenes que el movimiento palestino retiene desde el 7 de octubre, cuando llevó a cabo su mortífero asalto, en el que murieron más de 1.400 personas, muchas de ellas civiles, según las autoridades israelíes.
En respuesta, Israel prometió “aniquilar” a Hamás, lanzó una intensa campaña de bombardeos en la Franja de Gaza y pidió a los civiles que huyeran hacia el sur. Al menos 2.750 personas perdieron la vida hasta ahora, incluidos cientos de niños, según las autoridades locales del enclave.
Con información de AFP y Europa Press*