Solo quedó un fémur: incendio causado por altas temperaturas en Italia consumió los restos fúnebres de un famoso santo

La fuerte ola de calor que golpea actualmente a Europa y a algunos sectores de América del Norte ha derivado en el surgimiento de preocupantes incendios en distintos rincones del orbe, obligando al despliegue de cuerpos bomberiles para su control, y al especial llamado a las comunidades para estar atentos ante eventuales surgimientos de llamas, no solo con el fin de ser controlados oportunamente, sino también para evitar que surjan posibles víctimas a causa de las llamas.

Ese es el caso de la isla de Sicilia, en Italia, donde las fuertes temperaturas ocasionaron el surgimiento de las llamas, afectando, además de algunas zonas vegetales, también el incendio de una sede religiosa, referida a la iglesia Santa María de Gesú, donde además estaba ubicado el mausoleo de San Benito de Palermo.

Así, de acuerdo con medios internacionales, el incendio terminó por consumir la señalada construcción y con ella los restos del santo que reposaban en su interior.

La noticia del accidente sufrido por los restos del ‘hombre considerado como santo’ por parte de la Iglesia católica, fue informada por los monjes que se encontraban bajo su cuidado, quienes señalaron con pesar que el incendio derivó en la pérdida casi total de sus restos funerarios, los cuales eran conservados como parte de las creencias religiosas, y eran objeto de vista por parte de fieles.

“Se cree que solo se ha salvado un fémur”, recoge parte del comunicado de los frailes franciscanos adscritos al referido templo, quienes además afirmaron que, dadas las circunstancias, planean el traslado de los restos del otrora monje franciscano a otro lugar.

De acuerdo con medios internacionales, los restos del santo se encontraban en ese lugar desde la década de 1980, más precisamente desde el año 1983. El santo, también conocido como San Benito ‘el moro’ por su origen africano, había recibido el apelativo de ‘de Palermo’ en virtud al lugar donde desarrolló su vida pastoral y murió.

El mausoleo de San Benito el Moro se había convertido en un atractivo de turismo religioso en esa región de Italia, siendo objeto de romerías de fieles todos los 27 de diciembre y 6 de enero, fechas dispuestas en el santoral católico para la celebración en su nombre.

Sin embargo, tras el incendio y la destrucción de parte del templo, los monjes han advertido a los fieles que ahora deberán visitar sus restos en otro lugar de Palermo, sin precisar si su desplazamiento se llevará a cabo de forma temporal o permanente.

Sobre el referido santo, este había nacido en Sicilia, y era descendiente de esclavos negros en el siglo 16. En su niñez, este se desempeñó como pastor de ovejas, y al alcanzar la mayoría de edad se unió a una comunidad franciscana a la cabeza de un fraile conocido como Jerónimo Lanza.

Sin embargo, tras la muerte de Lanza, la comunidad eligió a Benito cómo su líder, pese a que este era el menos preparado académicamente.

Sin embargo, más adelante la orden fue obligada a disolverse por disposición papal, y los frailes fueron invitados a formar parte de la comunidad que eligieran.

Así, Benito llegó a la Orden de los Hermanos Menores y se vinculó al Convento de Santa María de Jesús, en Palermo.

Allí, ingresó como cocinero, y fue ascendiendo al interior de la comunidad hasta convertirse en el superior, y pese a no ser sacerdote, logró amplio reconocimiento, a punto que posteriormente se le comenzaron a atribuir milagros.

Su elevación a los altares se llevó de la mano del papa Pío VII, quien lo canonizó en mayo de 1807.

Tras el incendio de los últimos días, se ha difundido un video que da cuenta de los destrozos causados por las llamas.