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“Son unos visionarios, criminales, pero visionarios”, Ronna Risquez, escritora de libro sobre el Tren de Aragua
Ronna Risquez investigó al peligroso y violento cartel venezolano El Tren de Aragua, y escribió sus hallazgos en un libro. Risquez habló con SEMANA sobre como el texto ayuda a evaluar la situación en la región, las problemáticas causadas por el Tren y cuál es la situación del grupo en Colombia.
SEMANA: ¿Qué es el Tren de Aragua?
Ronna Risquez: El Tren de Aragua es un grupo criminal venezolano que opera desde una prisión. Nació aproximadamente en el 2014 en un contexto de un país que tiene conflictos por situaciones políticas, sociales, de alimentación, de servicios y más. Este grupo empieza a crecer dentro de la prisión pero ejerce poder por fuera de esta. Está involucrado en diversos delitos y también ha comenzado a expandirse por fuera de Venezuela y a instalar operaciones en países de la región como Chile, Ecuador, Perú, Colombia y con una presencia pequeña en Brasil y Bolivia.
SEMANA: ¿De qué trata el libro?, ¿qué le cuenta al lector sobre este grupo criminal del que tanto se habla en Colombia?
R.R.: El libro cuenta un poco la historia del tren de Aragua como organización y de sus integrantes. Tiene revelaciones acerca de los líderes, cómo surge la organización, cómo opera desde la base hasta las operaciones puntuales en algunos países. Pero yo creo que lo más importante es que el libro muestra una realidad de la violencia y del crimen en Venezuela. Cómo es la dinámica criminal de los grupos armados. Más allá de eso, también da algunas pistas de hasta dónde puede llegar y cómo se ha fortalecido el crimen organizado en América Latina. Creo que puede ser un elemento muy importante porque permite darse cuenta de que el crimen organizado no tiene ni fronteras, ni nacionalidad. Es un problema que está afectando a toda la región y que debe ser enfrentado por los gobiernos locales.
SEMANA: Dentro de esta labor de investigación que ha hecho, que ha incluido hasta infiltraciones, ¿qué fue lo que más le impactó del modus operandi del Tren de Aragua?
R.R.: Bueno, me impactó mucho que ellos en realidad son unos visionarios, criminales pero visionarios. Vieron que uno de sus principales insumos eran los propios presos. ¿Por qué?, bueno porque hay montones de presos en las prisiones venezolanas y todos ellos son mano de obra potencial para el Tren de Aragua. Comenzaron a ser esa opción para muchas personas que habían estado privadas de la libertad y no tenían nada que hacer. Es así como comienza su expansión. Entonces creo que identificar eso me llamó la atención porque dije, “es obvio”, o sea, es obvio, si esta gente sale y no tiene nada que hacer. Ellos les ofrecen irse para Chile, para Perú, para Ecuador. A eso súmale que en un país como Venezuela no solo no hay oportunidad para los presos, sino que no hay oportunidades para los jóvenes ni para nadie.
SEMANA: Hablando de Venezuela, ¿cómo la crisis humanitaria contribuyó para la expansión de este grupo criminal?
R.R.: Fue clave para todo el cambio de la dinámica de la violencia y criminalidad en Venezuela. En este momento vemos como las tasas de homicidio y de secuestros -que prácticamente ya no hay secuestro en Venezuela- que fueron altísimas se han reducido en un 60% aproximadamente, no tengo el dato exacto. Es impresionante cómo el escenario de criminalidad que había en Venezuela ha cambiado y se ha convertido en Crimen Organizado. Entonces ahora estas estructuras de crimen organizado son las que controlan actividades como la minería ilegal, el narcotráfico, el contrabando, el tráfico de migrantes, la trata de migrantes. Significa esto que la emergencia humanitaria compleja que vive Venezuela lo que hizo fue impulsar a que estos grupos también buscarán otros mecanismos de sobrevivencia.
SEMANA: El Tren de Aragua es una banda criminal que aterra muchos colombianos, ¿cómo es que termina el tren de Aragua metido en el país?
R.R.: Fue muy fácil. Colombia es el país vecino más cercano, entonces era muy fácil pasar de Venezuela a Colombia. Esto también ha pasado con varios grupos ilegales colombianos. El Tren de Aragua entra en Colombia, supongo trabajando como prestadores de servicios para grupos colombianos, negociando con grupos colombianos, ofreciendo actividades o servicios que los grupos colombianos no estaban dando. Es la manera en que ellos van entrando normalmente. Entonces
comienza a tratar de tener control sobre ciertos territorios para establecer sus negocios más importantes, o sea la trata, el micro tráfico y la extorsión. En Bogotá, según mi investigación, está desde 2018 o 2019. No fue que llegó en 2021, es en 2021 cuando se detecta por el escándalo de las personas en bolsas negras, pero en realidad ya tenía varios años operando en el país.
SEMANA: Donde opera el Tren de Aragua los ha caracterizado esta violencia desmedida de ellos, ¿por qué pasan estos crímenes de esta violencia que parece ser nueva?
R.R.: Justamente primero no es nueva. Es muy particular, porque en algún momento en Venezuela decían “nos estamos colombianizando”, “nos estamos mexicanizando”. El crimen no sé mexicaniza y se venezolaniza, ni nada cada país y sobre todo en esta región que se ha caracterizado por ser una de las regiones con más homicidios en el mundo en algún momento y con mucha violencia y con una actividad de crimen organizado. Pues no, nosotros no necesitamos que nadie nos venga a enseñar como ser violentos, aquí la violencia es algo que ya los países nuestros saben hacer. Entonces, en el caso de esta violencia que pareciera muy sanguinaria y cruel, el Tren de Aragua son expresiones que ellos usan o mecanismos para ganarse el respeto, para enviar mensajes a sus posibles adversarios, para demostrar que “somos fuertes”, “somos malos y podemos hacer esto”, pero en realidad el Tren de Aragua no es un grupo violento extremadamente, ni es el grupo más violento que hay en el crimen organizado en América Latina. Lo que pasa es que hace 20 o 30 años antes no había celulares y no se les había ocurrido alguno, quizás grabar a la persona cuando la están torturando y descuartizando. Este tipo de mensajes eran los que usábamos los que hacían los carteles mexicanos cuando ponían las pancartas, esas mantas ensangrentadas o con mensajes y dejaban a las personas decapitadas para enviar un mensaje. Esto es una forma de enviar un mensaje con la tecnología que tenemos en este momento, pero esos descuartizamientos o este tipo de asesinatos de esa manera son más visibles porque ahora tenemos esto que las viraliza, que las hacen más visibles, que las hace que se puedan compartir que las podamos ver todos y porque además todos estamos pendientes de lo que sale en esto en las redes sociales, pero no es que eso es algo que no se había visto nunca.
SEMANA: ¿Cómo considera que ha sido la respuesta estatal en los demás países de Latinoamérica para intentar frenar este grupo?
R.R.: En el caso de Chile ha sido bastante buena, pues Chile incluso fue el país que detectó que las células que operaban allí eran una expansión del grupo de Venezuela, confirmando que recibían órdenes desde las prisiones venezolanas, luego creo que Perú y Colombia está al frente para intentar desmantelar esta estructura criminal.
SEMANA: ¿Qué nos puede contar de estos líderes del Tren de Aragua?
R.R.: Son personas de una edad adulta intermedia, que tienen entre 39 y 45 años. Es decir, con una cierta madurez, estas personas cometieron delitos, no eran unos criminales como asesinos en serie. Cometían delitos como tráfico de drogas, un asesinato, no es que hay sea una cosa menor, en el caso son personas que han cometido delitos, no necesariamente el delito más cruel, sino asesinatos por robar a personas o por alguna discusión. Es llamativo porque son personas que comenzaron a delinquir desde muy jóvenes, que no tuvieron trabajos formales nunca en su vida, son personas que tienen una habilidad que llama la atención para lograr armar esta estructura y la han llevado adelante de ellos y la lideran ellos. Y pues el simple hecho de que estén en Colombia, en Chile, en Ecuador, en Perú, de que las autoridades están hablando de este grupo, de que los están investigando, de que los están persiguiendo, de que estén en todos los titulares de prensa, significa que son un grupo que, pues ha hecho cosas que llaman la atención.
SEMANA: ¿Qué descubrimientos hace el libro?
R.R.: Una de las cosas que más me impactó es que uno de los líderes del Tren de Aragua estaba viviendo en Chile con su identidad, que había establecido un comercio que está ubicado a cuatro cuadras del palacio de La Moneda, donde vive el Presidente de la República, para mí una cosa que yo que no puedo creer. También todos los detalles de cómo operan en cuanto al control de la gobernanza criminal que imponen en por ejemplo en la zona minera de Venezuela y en algunas localidades donde tienen un control, como ellos manejan todo, manejan la vida de los ciudadanos, manejan las leyes, manejan la convivencia, eso me pareció muy llamativo.
SEMANA: ¿Considera que todo lo ocurrido con el Tren de Aragua ha contribuido a la estigmatización de la población venezolana?
R.R.: Definitivamente, o sea, esto ha contribuido a la estigmatización de los migrantes venezolanos, porque bueno, ustedes ahora resulta que toda la situación de violencia que hay en Bogotá es responsabilidad de los venezolanos y del Tren de Aragua. Yo creo que la alcaldesa debería revisar sus políticas de seguridad y en qué están fallando. Sí, puede que haya algunos venezolanos involucrados en algunos hechos de violencia. Incluso de la de la presidenta de Perú, que también hizo un anuncio bastante xenófobo contra los venezolanos y criminalizando a la migración venezolana. Es que no hay cifras, ¿cuál es el porcentaje de los delitos que están siendo investigados en estos países son cometidos por venezolanos? Esas cifras sería interesante conocerlas. En realidad el tren de Aragua ni siquiera tiene una operación en Caracas y ahora dicen que tiene el control de la criminalidad en Bogotá. En un país donde hay una diversidad todavía de grupos armados operando activos. La verdad es que Claudia López tiene que revisar su estrategia de política de seguridad ciudadana y ver qué están fallando.