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Atención: sospechoso de asesinar a Jovenel Moïse será deportado a Colombia
El exmilitar colombiano Mario Palacios fue capturado el pasado 21 de octubre en Jamaica, país al que huyó tras el magnicidio del mandatario haitiano.
Jamaica anunció en las últimas horas que tras una orden del Tribunal Supremo de la isla caribeña deportará este 3 de enero al exmilitar colombiano Marco Antonio Palacios, el principal sospechoso del asesinato del presidente de Haití Jovenel Moïse, ocurrido el 7 de julio de 2021.
“Debe salir del país antes del lunes 3 de enero”, ordenó el juez del Tribunal Courtney Daye durante una sesión especial, según informaciones del diario de Jamaica The Gleaner.
A sus 43 años, Palacios ha sido acusado por las autoridades haitianas de formar parte de un grupo de mercenarios que asesinó a Moïse en su residencia.
Palacios fue capturado el pasado 21 de octubre en Jamaica, país al que huyó tras el magnicidio. Días antes de la detención había sido expedida una circular roja de Interpol en su contra.
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La Organización Internacional de Policía Criminal suministró en su momento a SEMANA una fotografía del exmilitar con el número de expediente 2021/46389, que indica la oficina de origen Puerto Príncipe (Haití). La organización advertía en el cartel tener: cuidado porque el hombre estaba “armado y es peligroso”.
El pasado 22 de agosto, SEMANA reveló en exclusiva el relato que, desde su escondite, ofreció Palacios, quien en ese momento dijo que prefería tirarse al mar que entregarse.
El exmilitar colombiano fue el único que logró huir de la sangrienta persecución que vivieron los colombianos tras el asesinato del presidente de Haití y que dejó a varios de sus compañeros muertos.
“Quiero decir la verdad, contar la verdad de todo lo que pasó. Yo ando prófugo de la justicia acá (en Haití) porque acá no hay garantías de nada. Acá la Policía es torcida toda. Acá no hay nada. Esto es tierra de nadie. Entonces me he salvado por mi color de piel, he estado escondiéndome en algunos sitios todo el día, no duermo casi, estoy muy preocupado por mi vida (...). No me pienso entregar tampoco y, si me toca tirarme al mar, me tiro”, le dijo Palacios a este medio.
El pasado mes de julio, la policía de Haití difundió el cartel de ‘Se busca’ en contra de este militar colombiano retirado. Tenía fotografías en uniforme que justamente reposan en la hoja de vida del Ejército Nacional, además, otras imágenes en las que se ve, aparentemente, de turista por República Dominicana.
Palacios había llegado con el resto de compañeros contratados por la empresa CTU Security y estaría prófugo de la justicia haitiana, junto a otros cuatro colombianos que aún no han sido identificados.
La Policía de Colombia aseguró en una rueda de prensa en julio pasado que hasta el momento se han identificado a 21 colombianos que habrían participado en el magnicidio en contra del presidente de Haití. 18 fueron capturados y tres fallecieron en el operativo que adelantó la policía de ese país, luego del asalto a la casa presidencial.
Palacios le aseguró a SEMANA no haber participado en el magnicidio del presidente haitiano. “No sé quién lo mató. Lo digo de corazón por mi familia, por mis hijos. No sé quién lo mató porque cuando yo llegué a esa habitación ya estaban los comandos Yepes y el señor Romero”. Agregó que a ese punto el presidente ya estaba muerto y él solo se enteró de ese supuesto giro del plan en ese momento.
Cuando eso sucedió, salieron huyendo. “Se vinieron los otros policías en contra de nosotros, con todo a masacrarnos”. Los colombianos se habían escondido en una casa del barrio. “Ellos nos masacraron. Nos masacraron ahí”, agregó.
“Se nos metieron a la casa. Al señor Romero lo mataron con una granada de mano. Se la lanzaron. Le cayó a él y cayó muerto. Al señor Manuel lo hirieron también. Quedó ahí tirado. Dijo: ‘Muchachos, váyanse’”, narró.
El deterioro de la situación sociopolítica en Haití ha ido en aumento desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio, que ha provocado un incremento de los secuestros y la violencia, con bandas armadas o pandillas que dificultan la circulación de personas e impiden que el combustible llegue a la población, lo que está afectando a hospitales, escuelas y negocios.
*Con información de Europa Press.