Manifestantes se tomaron edificios públicos en la capital de Sri Lanka, tras la grave crisis social, política y económica que vive el país.
Manifestantes se tomaron edificios públicos en la capital de Sri Lanka, tras la grave crisis social, política y económica que vive el país. | Foto: AFP / Arun Sankar

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Sri Lanka ya tiene nuevo presidente y la crisis política comienza a atenuarse

Como lo estipula la Constitución, el primer ministro del país asumió como mandatario interino,

15 de julio de 2022

El primer ministro de Sri Lanka asumió este viernes 15 de julio como presidente interino en reemplazo del renunciante mandatario Gotabaya Rajapaksa, cuya dimisión fue aceptada por el Parlamento tras huir del país en medio de protestas por la crisis económica que sacude a esta isla al sur de India.

Rajapaksa, cuya residencia oficial fue invadida por manifestantes el sábado, anunció su renuncia el jueves desde Singapur, adonde llegó luego de haber escapado un día antes de Sri Lanka con destino a Maldivas. Es el primer jefe de Estado en dimitir desde que su país optó por un régimen presidencial en 1978. “Gotabaya ha renunciado legalmente” con efecto a partir del jueves, dijo este viernes a periodistas el presidente legislativo Mahinda Yapa Abeywardana.

Tal como lo prevé la Constitución, el primer ministro de Sri Lanka, Ranil Wickremesinghe, asumió este viernes como presidente interino en reemplazo del renunciante mandatario. Wickremesinghe, de 73 años, prestó juramento ante el presidente de la Corte Suprema, Jayantha Jayasuriya, dijo en un comunicado la oficina del primer ministro.

Por su parte, el Parlamento esrilanqués elegirá un nuevo presidente el miércoles 20 de julio para completar el mandato hasta noviembre de 2024, de acuerdo con el jefe legislativo. Según un comunicado de su oficina, podrán presentarse candidaturas hasta el martes y los diputados deberán votar a un nuevo jefe de Estado el miércoles.

La ausencia de un anuncio formal de la renuncia de Rajapaksa había generado cautela entre los manifestantes antigubernamentales, que celebraron la salida del presidente. “Yo me siento, y creo que la multitud aquí lo siente, muy feliz con lo ocurrido”, declaró el activista Vraie Balthaazar. “Pero al mismo tiempo creo que hay un sentido de aprehensión, al menos hasta que veamos la carta”, agregó.

Como presidente, Rajapaksa gozaba de inmunidad y entendió que tendría que salir al exterior antes de renunciar para evitar ser detenido. El expresidente de Maldivas, Mohamed Nasheed, habría participado tras bambalinas en su salida de Sri Lanka, tras advertir que Rajapaksa sería asesinado si permanecía.

Según fuentes diplomáticas, Estados Unidos le negó el visado porque había renunciado a su ciudadanía estadounidense en 2019 antes de ser candidato presidencial. Singapur no será su destino final, ya que la ciudad-Estado precisó que Rajapaksa se encontraba allí en visita privada y “no pidió asilo”.

Fuentes cercanas a responsables de seguridad esrilanqueses piensan que permanecerá en Singapur un tiempo antes de trasladarse a Emiratos Árabes Unidos. La grave crisis económica llevó a Sri Lanka a caer en el impago de su deuda externa de 51.000 millones de dólares, y está en conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para un acuerdo de rescate.

Pero las conversaciones se descarrilaron con el revuelo político, y un portavoz del FMI dijo el jueves que el organismo espera que se resuelva el problema para reanudar las conversaciones. La isla se está quedando sin combustible, por lo que el gobierno ordenó el cierre de oficinas no esenciales y escuelas para reducir el transporte.

En Colombo, los manifestantes desocuparon varios edificios públicos que habían invadido los últimos días, luego de que Wickremesinghe ordenase a las fuerzas de seguridad restaurar el orden y declaró estado de emergencia.

“Nos estamos retirando pacíficamente del Palacio Presidencial, la Secretaría Presidencial y el despacho del primer ministro con efecto inmediato, pero la lucha continúa”, anunció el jueves una portavoz de los manifestantes. Testigos dijeron que decenas de activistas salieron de la oficina de Wickremesinghe cuando llegaron agentes de seguridad armados. La capital estaba bajo toque de queda y vehículos blindados patrullaban algunos sitios.

*Con información de AFP.