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Sudán toma medidas drásticas: Llama a los reservistas para restablecer la seguridad en el país
Arabia Saudí y Estados Unidos les pidieron a las partes que cumplan sus obligaciones bajo el acuerdo de alto el fuego.
El Ministerio de Defensa de Sudán ha dado orden de rearmarse a todos sus militares retirados como medida de protección para ellos mismos y sus familias, según un comunicado publicado hoy viernes 26 de marzo.
En este comunicado que recoge la cadena Al Hadath, el ministerio sudanés indica que, a pesar de las negociaciones en curso entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) que han contribuido a reducir la tensión en especial en la capital, Jartum, “la violencia urbana no sabe de plazos”.
El Ministerio sudanés aprovechó para avisar a los militares retirados y a sus familias que podrían ser víctimas de “fuerzas rebeldes” en referencia a los paramilitares. En el mismo comunicado, el Ministerio de Defensa acusa a las RSF de ataques contra embajadas internacionales y centros de Naciones Unidas en Jartum.
Riad y Washington reiteraron su compromiso con el pueblo sudanés, exigiéndoles a ambos bandos que “cumplan plenamente sus compromisos” en virtud del alto el fuego humanitario temporal que comenzó a principios de esta semana, enormemente precario hasta el punto de que ejército y paramilitares se acusaron el miércoles de romper el cese provisional de hostilidades.
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La guerra entre el ejército y los paramilitares en Sudán causó más de un millón de desplazados dentro del país desde el 15 de abril, dijo la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Además, 319.000 personas huyeron a países vecinos, sobre todo a Egipto, adonde llegaron 132.000; también a Chad, donde se registraron 80.000 llegadas, según la agencia de la ONU.
Los combates parecían menos intensos el pasado miércoles 24 de mayo en la capital del país mientras se cumplía el segundo día, de una tregua de una semana que inició entre el ejército y los paramilitares para permitir el paso de civiles y de ayuda humanitaria.
Poco después de que empezara la tregua, el lunes por la tarde, varios habitantes de Jartum indicaron que los combates y los bombardeos aéreos no habían cesado. Este miércoles, 24 de mayo, continuaron los disparos de artillería y los ataques aéreos en la capital, donde se veían columnas de humo negro en diversos sectores, cuentan los residentes.
Los mediadores del alto el fuego, Estados Unidos y Arabia Saudita, afirmaron contar con “informaciones que muestran que [los rebeldes] habían violado” la tregua.
Esta debía servir para garantizar la circulación segura de los civiles, reactivar los servicios en los hospitales y reabastecer al país de una ayuda humanitaria que, según la ONU, necesitan 25 millones de sus 45 millones de habitantes.
Desde el 15 de abril, la guerra entre el ejército, dirigido por el general Abdel Fatah al Burhan, y los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), lideradas por el general Mohamed Hamdan Daglo, ha dejado un millar de muertos en este país, uno de los más empobrecidos del mundo.
Las infraestructuras pagaron un alto precio. Casi todos los hospitales de Jartum y Darfur ya no pueden operar, y los médicos denuncian los bombardeos aéreos o de artillería a centros de salud.
La mayoría de los cinco millones de habitantes de la capital, encerrados en sus casas, no tiene agua ni electricidad, y los grupos humanitarios piden corredores para llevar víveres, medicamentos y combustible.
El jefe de asuntos humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, volvió a exigir que se garantice “el suministro seguro de ayuda humanitaria”, pues más de 25 millones de los 45 millones de sudaneses la necesitan.
Por su parte, los trabajadores humanitarios continúan sin poder acceder a los hospitales de Jartum y de Darfur, en el oeste, las dos zonas más afectadas por el conflicto. En esas áreas, casi todos los establecimientos están fuera de servicio, sin reservas u ocupados por los rebeldes.
“Uno de nuestros almacenes en Jartum fue saqueado”, declaró Jean-Nicolas Armstrong Drangelser, de Médicos Sin Fronteras (MSF). Unos individuos “desenchufaron los refrigeradores y sacaron los medicamentos”, contó, y explicó que “cuando la cadena de frío se rompe, esos medicamentos ya no sirven”.
Con información de AFP y Europa Press*