Rusia
Suministran suero al opositor ruso Alexéi Navalny
El opositor ruso Alexéi Navalny, en huelga de hambre desde hace tres semanas, está “muy débil” y sin asistencia médica apropiada, aseguran sus abogados. Sus aliados denuncian persecución judicial.
Las autoridades penitenciarias rusas comenzaron a suministrarle un suero al líder opositor, Alexéi Navalny, que cumplió hoy tres semanas de huelga de hambre en prisión y cuya vida corre peligro, según sus seguidores y potencias occidentales.
“No voy a mentir, el fin de semana lo pasé mal”, escribió Navalny en su cuenta de Instagram. Navalni, que se caracterizó como “un esqueleto en la celda”, ha sido trasladado al hospital de una cárcel cercana.
“Está muy débil, casi no puede sentarse ni hablar”, les dijo a los periodistas su abogada, Olga Mijailova, que pudo visitarlo este martes 20 de abril en prisión. Mijailova pidió que Navalny fuera trasladado a un hospital civil de Moscú, pues “no recibe ayuda médica” apropiada en el hospital penitenciario.
Suero en vena, según su abogado
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Su otro abogado, Vadim Kobzev, también presente en la visita, informó que Navalny fue ingresado el domingo en la cárcel Número 3 de la región de Vladímir, donde “le pusieron suero”.
El lunes, el Servicio Federal Penitenciario explicó que sometería a Navalny a una terapia vitamínica. “El lunes por la tarde tres enfermeras intentaron en seis ocasiones administrarle otra vez suero, pero no pudieron encontrar la vena. A eso se reduce el tratamiento de los servicios penitenciarios”, ironizó.
Kobzev precisó que Navalny “se encuentra en una celda individual del hospital para tuberculosos de una prisión de máxima seguridad”.
El propio opositor reconoció en Instagram que el traslado de una prisión a otra fue muy arduo, ya que incluye dos escrupulosos registros y un desagradable travesía en una “caja de hierro”, en alusión al furgón presidiario.
Agradeció el apoyo nacional e internacional, que incluye la convocatoria de una protesta nacional, demandas occidentales de liberación y la solidaridad de más de un centenar de personas que se ha sumado a su huelga de hambre. “No hay mejor arma contra la justicia y la arbitrariedad”, dijo.
Los funcionarios de prisiones volvieron a impedir el martes que su doctora personal, Anastasía Vasílieva, y varios médicos más examinaran a Navalny en la cárcel. Ante el deterioro de su salud, sus aliados decidieron convocar una protesta para este miércoles en más de un centenar de ciudades rusas, similares a las que estallaron tras la detención del opositor a su regreso de Alemania a mediados de enero y que acabaron con más de 10.000 detenidos en todo el país.
En esta ocasión, la jornada de protestas -que no ha sido aprobada por las autoridades- coincide, además, con el discurso sobre el estado de la nación del presidente, Vladímir Putin, en el palacio de congresos del Manezh, frente a las murallas del Kremlin, adonde acudirán diputados, senadores y jefes regionales.
Persecución judicial a aliados
Mientras tanto, la Justicia rusa anunció que comenzará a estudiar el próximo lunes la petición de la Fiscalía de declarar como “organización extremista” a varias organizaciones asociadas a Navalny entre ellos su Fondo de Lucha contra la Corrupción (FBK) y las oficinas regionales del opositor.
Según el servicio de prensa de la corte, la primera vista se “llevará a cabo a puerta cerrada, ya que el caso ha sido catalogado como clasificado”.
“No se equivoquen sobre lo que está pasando. El activista Alexéi Navalny está siendo asesinado frente a todo el mundo por Vladímir Putin por el crimen de exponer su vasta corrupción”, escribió en Twitter Berni Sanders, senador y excandidato presidencial estadounidense.
Navalny vincula la persecución de su red regional con el “Voto inteligente”, campaña que consiste en apoyar al candidato que tenga más opciones de derrotar al representante del partido oficialista Rusia Unida y que preocupa al Kremlin de cara a las elecciones legislativas de septiembre.